A las 19:13 despegó el avión papal desde el aeropuerto de Ajaccio, cerrando de este modo su visita a la «Isla de la Belleza», en el que clausuró el congreso sobre «La religiosidad popular en el Mediterráneo». El Pontífice arribó al Aeropuerto de Fiumicino, en Roma, a las 19:56.
15 de diciembre 2024.- El Papa Francisco partió desde el Aeropuerto de Ajaccio, en Córcega, hacia Roma a las 19:13 de este domingo 15 de diciembre, a donde llegó a las 19:56. De este modo, concluyó el 47º viaje apostólico internacional de su Pontificado, a dos días de cumplir 88 años de edad y a ocho de abrir el Jubileo Ordinario de 2025.
Tras el encuentro en privado con el Presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, se efectuó la ceremonia de despedida. Una vez ya a bordo del avión, Su Santidad envió un telegrama al Jefe de Estado, en el que le expresó su agradecimiento y le envió sus saludos, asegurándole sus oraciones. «Que el Señor conceda a vuestro país prosperidad, unidad y armonía», escribió Francisco, quien invocó de buen grado las bendiciones de Dios sobre la nación francesa.
Durante el vuelo, el Pontífice dirigió unas palabras a los periodistas que le acompañaban en la comitiva agradeciéndoles su servicio. Y añadió:
“Me gustaría destacar una cosa: ¿han visto la cantidad de niños que hay? Esta es una tierra que hace niños, piensen en otros viajes donde no los hayan visto. Tanto en Timor Oriental como aquí, me alegró ver a un pueblo que hace niños. Este es el futuro. Y muchas gracias por el trabajo. Muchas gracias por ello. ¡Hasta el próximo viaje! (¿Dónde?) No lo sé.”
En su visita a la «Isla de la Belleza», el Sucesor de Pedro participó en la sesión de clausura del congreso sobre la religiosidad popular en el Mediterráneo. En dicha oportunidad, señaló que la piedad popular puede fomentar una «ciudadanía constructiva» y enfatizó la necesidad de una laicidad saludable.
También rezó la oración mariana del Ángelus junto a los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y seminaristas en la Catedral de Santa María Asunta. Posteriormente, presidió la santa misa en el III Domingo de Adviento, Domingo Gaudete, en la Plaza de Austerlitz.
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