Se ha logrado consolidar una colonia de la especie en Pirineos y se han iniciado los trabajos para crear otra en la Sierra de la Demanda.
El proyecto establece alianzas en cada uno de los territorios donde actúa con organismos, entidades, ONG y empresas.
Majadahonda (Madrid).- El Proyecto Monachus, lanzado por la asociación naturalista GREFA para recuperar la población europea de buitre negro, catalogado en España como amenazado, ha contribuido al regreso de esta especie a dos zonas del norte peninsular donde se había extinguido: el Pirineo y la Sierra de la Demanda. El objetivo final es conseguir conectar las grandes poblaciones naturales de buitre negro existentes en el centro y el sur de la Península Ibérica con otras más pequeñas que se han creado en tiempos recientes en Europa, por ejemplo en varias zonas de Francia, gracias a proyectos similares en los que GREFA viene participando desde los años ochenta.
El principal hito del proyecto se produjo el año pasado, cuando en la colonia de buitre negro creada en la reserva prepirenaica de Boumort (Lleida), constituida ya por más de medio centenar de aves residentes y unas diez parejas reproductoras, lograron volar seis pollos, una cifra récord. “Este éxito deriva de que en los últimos años hemos liberado en Pirineos más de sesenta buitres negros procedentes de centros de recuperación y de cría en cautividad ”, afirma Ernesto Álvarez, presidente de GREFA e impulsor de la recuperación de los buitres europeos a través de proyectos de reintroducción en España y otros países como Francia, Italia y Bulgaria. En la actual temporada de reproductora ya hay cinco parejas incubando en esta colonia pirenaica y se espera igualar o superar el éxito del año pasado.
Pollo de buitre negro en un nido artificial en Boumort (Prepirineo catalán).
Foto: GREFA.
Una acción similar, destinada a crear otra nueva colonia de buitre negro, se inició en 2016 en la vertiente burgalesa de la Sierra de la Demanda por parte del Proyecto Monachus. Para ello en los últimos meses han sido trasladados varios ejemplares de la especie a un recinto o jaula de aclimatación en el término municipal de Huerta de Arriba (Burgos), que serán liberados este mismo año tras un periodo de varios meses que los expertos consideran como óptimo para que las aves se hayan adaptado a la zona de reintroducción.
Una de las fortalezas del Proyecto Monachus son las alianzas que establece en cada uno de los territorios donde actúa con organismos, entidades, ONG y empresas a los que se invita a liderar o apoyar las acciones desarrolladas, como es el caso de la Generalitat de Cataluña en Pirineos y la Junta de Castilla y León en la Sierra de la Demanda, entre otros organismos, entidades, ONG y empresas (*). El apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente durante 2016 y 2017 ha sido decisivo para alcanzar los objetivos previstos por el Proyecto Monachus.
«En tiempos como los actuales, en los que los recursos para recuperar la biodiversidad amenazada española son tan escasos, anima mucho comprobar que este proyecto en favor de una especie tan amenazada y emblemática como el buitre negro ha obtenido un respaldo institucional que esperamos se consolide e incluso vaya a más en el futuro», afirma Álvarez.
Marcaje con emisores GPS
Una de las actuaciones que mejor refleja la importancia de esta colaboración, por el nivel de inversión que requiere, es el marcaje con emisores GPS de los buitres negros liberados, una técnica esencial para comprobar la efectividad a la hora de fijar ejemplares en las colonias creadas y para detectar y poder prevenir las principales amenazas para la especie. En los dos últimos años, el Proyecto Monachus ha dotado con esta tecnología a más de veinte buitres negros.
Jaulón con buitres negros en la parte burgalesa de la Sierra de la Demanda.
Foto: GREFA.
El Proyecto Monachus lleva parejo en el Sistema Ibérico burgalés la recuperación, además del buitre negro, de otra rapaz necrófaga amenazada: el quebrantahuesos. En el caso de esta especie se van a arbitrar acciones encaminadas a facilitar su nidificación futura mediante la mejora del hábitat de alimentación y el de cría. “Con los años esperamos poder realizar algunas liberaciones de ejemplares que nos permitan facilitar la comunicación de las poblaciones de quebrantahuesos entre los Pirineos y los Picos de Europa, por una parte, y con el sur ibérico (Cazorla), por otra”, explica Álvarez.
Buitre negro (derecha) en Boumort (Prepirineo catalán)
junto a un quebrantahuesos (izquierda)
Foto: GREFA.
(*) Entidades que colaboran con el Proyecto Monachus de GREFA:
Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació y el Departament de Territori i Sostenibilitat (Generalitat de Cataluña), Junta de Castilla y León, Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Fundación Biodiversidad (MAPAMA), Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, Trenca, Reserva Nacional de Caza de Boumort. Obra Social “la Caixa”, Red Eléctrica de España y Ayuntamiento de Huerta de Arriba (Burgos).
¿Qué es GREFA?
Desde su creación en 1981, esta ONG ha atendido a más de 60.000 animales en su Hospital de Fauna Salvaje, radicado en Majadahonda (Madrid) y considerado el más grande y de más actividad de Europa en su especialidad. En todo ese tiempo, GREFA se ha consolidado también como referencia internacional gracias a sus proyectos destinados a la generación de biodiversidad, con especial atención a la fauna autóctona con más problemas de conservación, a través de un extenso catálogo de acciones, como cría en cautividad, reintroducción o reforzamiento de poblaciones silvestres, seguimiento vía satélite y vigilancia de nidos. Su labor ha sido reconocida por la concesión de dos de los premios sobre medio ambiente más prestigiosos de Europa, el de la Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad (2016) y el Fondena (2015).
Imagen: Un buitre negro abandona el jaulón de aclimatación
en la Sierra de la Demanda.
Foto: GREFA.