Braulio Rodríguez, arzobispo de Toledo y primado de España, reconoce que la batalla cultural y política sobre el tema está ahora mismo perdida.
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, ha dedicado nuevamente una de sus cartas semanales a un tema de actualidad política. En este caso, a la eutanasia. Dice que se presenta una ley como «un derecho humano» y añade: «¿Es así realmente? Yo no me lo creo. El proyecto de ley está lanzado justo antes del verano, utilizando en su retórica falsamente negativa motivos tan poderosos como el ahorro en gastos médicos y de seguridad social. Pero no quisiera que en mis palabras se reflejara solo una valoración moral negativa de este proyecto de ley».
En este sentido, cree que la batalla cultural y política ahora mismo «está perdida, al menos, a corto y a medio plazo […]. Pienso que la vida humana no cotiza en bolsa, por lo menos desde la Primera Guerra Mundial; y que estamos en un mundo que tolera sin rechistar la destrucción de Libia, de Siria e Irak o de grandes partes de África. Pero luego nos sorprendemos de la muerte de refugiados en el Mediterráneo, con mucho emotivismo, pero sin hacer los gobiernos nada por solucionar el problema in situ, en los lugares donde uno se muere de hambre y hace cualquier cosa para salir de allí».
Por otra parte, insiste en su crítica a la ley de eutanasia, que considera «burguesa por los cuatro costados, que ha hecho del bienestar del confort el dios definitivo». «Tal vez es duro oír que la política de promoción de la eutanasia es un modo de reducir los costos de la Seguridad Social. Pero es verdad. Además, la política que fomenta la eutanasia es una política capitalista, utilitaria, la sostengan políticos de centro, de izquierda o de derecha. Es capitalismo sin más. Y dejo claro que no soy partidario del encarnizamiento terapéutico, pero sí de los cuidados paliativos», concluye.
F.O.
(Foto: EFE/Héctor Martín)