La iniciativa ha sido premiada como Práctica de Humanización por la Consejería de Sanidad.
Solo el 2,2 % de los pacientes incluidos en el programa había perdido la deambulación durante su estancia, frente al 21,7 % de otras unidades.
El 2,6 % de los pacientes de la Unidad de Fragilidad habían perdido la continencia urinaria al recibir el alta, frente al 8 % ingresado en hospitalización convencional.
El Programa de Paciente Frágil del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, está cumpliendo sus objetivos, puesto que ha conseguido mejorar el estado del paciente en el momento en que reciben el alta. Este programa está dirigido a evitar el deterioro funcional en los pacientes mayores durante su estancia hospitalaria para que al alta, al margen de la solución de la patología por la que ingresan, su situación funcional sea lo más parecida posible a la que tenían en el domicilio de forma previa a su hospitalización.
Según explica su coordinador, el Dr. Javier Martínez Peromingo, la iniciativa pretende revertir una evidencia científica, según la cual alrededor de un tercio de los pacientes mayores empieza a manifestar deterioro de su movilidad o delirium tan solo 48 horas después del ingreso hospitalario. En gran parte esta situación se debe a que pasan casi la totalidad de su tiempo en la cama o sillón de la habitación, de forma que, aunque menos del 5 % tiene prescritas medidas de reposo, solo uno de cada cuatro camina durante la hospitalización.
Los datos obtenidos durante la primera mitad del año indican que la implementación de esta iniciativa ha conseguido que solo el 2,2 % de los pacientes incluidos el programa -con una edad media de 87 años- haya perdido la deambulación durante su estancia hospitalaria, frente al 21,7 % de pacientes con las mismas características ingresados en otras unidades hospitalarias.
Asimismo, únicamente el 2,6 % de los pacientes de la Unidad de Fragilidad del centro habían perdido la continencia urinaria al recibir el alta hospitalaria, frente al 8 % ingresado en hospitalización convencional que sufría la misma situación al regresar a su domicilio. Además, los pacientes que ingresaron en la Unidad de Fragilidad presentaron una estancia media más de un día inferior, y una mortalidad menor.
Estos datos del Programa del Paciente Frágil, implementado en pacientes ingresados en Medicina Interna o Geriatría, avalan su eficacia, ya que demuestran que la movilización precoz de éstos, la labor de auxiliares y enfermeras y la forma distinta de trabajar, es la que consigue los efectos beneficiosos en los pacientes.
Práctica de Humanización premiada
Durante la Jornada sobre balance y experiencias del Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, en la que se analizó el trabajo realizado en este sentido por todos los hospitales públicos de la región y se premiaron las mejores iniciativas puestas en marcha con este objetivo, se destacó el citado programa del hospital mostoleño, reconociéndolo por esta Práctica de Humanización.
La estrategia contemplada en el Programa del Paciente Frágil para combatir este problema se basa en tres pilares: la identificación precoz de los pacientes que más riesgo tienen de presentar deterioro, la aplicación de acciones para evitar el deterioro funcional en el paciente (adaptación de los horarios de administración de la medicación, toma de muestras constantes y otros cuidados para favorecer el descanso nocturno, promoción de la micción programada y de la higiene diaria del paciente en el baño e incentivación de la movilidad con la colocación de una pulsera de monitorización y la promoción de la deambulación, entre otros); y la implementación de un plan de prevención del delirium (presencia de objetos personales, reloj y calendario en la habitación…) para disminuir el riesgo de cuadro confusional.