El Patriarca caldeo Louis Rafael Sako junto con la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada celebró una jornada mundial de oración por la paz en Irak, el pasado 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración del Señor. La jornada sigue el llamamiento del Papa Francisco que en los último días ha pedido oraciones por la Paz en la región. El propio Santo Padre telefoneó personalmente al Patriarca Sako para mostrarle su apoyo. Esta iniciativa fue dirigida a «todas las personas de buena voluntad» para «unir nuestras voces y nuestros corazones ante el Señor para pedir por la paz», como escribe el Patriarca Sako en un mensaje enviado a la fundación con motivo de esta jornada de oración.
Johannes von Heereman, Presidente internacional de Ayuda a la Iglesia Necesitada, reconoce que la fuente de inspiración para esta iniciativa ha sido el llamamiento del Santo Padre a poner fin a la violencia en Irak, según dice: «El pasado domingo, en el Ángelus, el Papa Francisco gritó a la humanidad: “¡Deteneos, por favor! Os lo pido de todo corazón. Es la hora de parar. ¡Deteneos, por favor!” Esta insistente llamada nos ha motivado a invitar no solo a los cristianos, sino también a los fieles de otras religiones —sobre todo a las diferentes comunidades musulmanas, que actualmente también sufren mucho bajo la guerra— a una oración por la paz, que se extendió por todo el mundo. A la vista de tal sufrimiento como estamos viendo hoy en día en Irak, es hora de unirnos con nuestros hermanas y hermanos que sufren, y de mostrar al mundo que no los hemos abandonado».
El Patriarca Sako, que también ha escrito la oración para esta iniciativa, dice en su mensaje: «La fiesta de la Transfiguración del Señor es una fiesta de la transformación de los corazones y del espíritu en el encuentro con la luz del Amor de Dios a la humanidad. Que la luz del Tabor, por nuestra cercanía, llene los corazones de todos los que sufren con consuelo y esperanza. Que el mensaje del Tabor, por nuestras oraciones, mueva a los que gobiernan este país para que sacrifiquen sus intereses personales al bien común».
Patriarca Louis Raphael Sako: Una voz en el desierto
“Ciertamente, se presenta la necesidad de tomar conciencia de este sencillo principio humano: la exigencia de acciones y solidaridad reales, pues afrontamos una crisis de nuestra existencia, hacemos frente al hecho de que ‘existimos o dejamos de existir».
Una condena furiosa de un mundo indiferente. Estas palabras sin adornos son amargas y expresión de desilusión. Es el rechazo de un mundo consumido por el consumo, adorador de la comodidad, ciego al mal y sordo al grito de los inocentes. “De hecho, los discursos no sirven para nada, y tampoco los que repiten hasta la saciedad condenas y manifestaciones de indignación, y lo mismo puede decirse de las manifestaciones”.
Estas citas provienen de una carta enviada el 5 de agosto de 2014 al Papa Francisco y a los presidentes de las Conferencias Episcopales católicas titulado “Los cristianos iraquíes afrontan una enorme tragedia”. En ella, el Patriarca católico-caldeo de Iraq, Su Beatitud Louis Raphael Sako, lamenta el silencio del mundo ante la situación de emergencia de los cristianos en su país. Lo que distingue a esta carta es el tono. Durante años, el Patriarca ha lanzado advertencias y llamamientos, y ha intentado persuadir a la gente. Hoy grita con una voz profética que advierte que, sin una intervención internacional inmediata, la antigua comunidad cristiana iraquí dejará de existir. La evidencia nos indica eso mismo.
Cuando Sadam Husein fue derrocado en 2003, había más de 60.000 cristianos residentes en Mosul. En la actualidad, como mucho son 200, principalmente, los demasiado pobres o débiles para huir. Este microcosmos refleja el estado del Cristianismo en todo Iraq. Antes de la invasión militar de Estados Unidos en 2003, el país contaba con 1,4 millones de cristianos. En la actualidad, son ya solo 300.000, y a raíz del rápido avance del Estado Islámico por Siria e Iraq, esta cifra está disminuyendo rápidamente. El Patriarca Sako calcula que, en un futuro cercano, solo quedarán 50.000 cristianos en Iraq.
Los islamistas militantes intentan establecer un califato en Oriente Próximo, explica el Patriarca. Los yihadistas suníes quieren vivir el Islam de forma radical, como en el siglo VII. La rabia por los regímenes corruptos y por la explotación del petróleo por Occidente, y también la decadencia moral de Occidente han engendrado una ideología agresiva y, al mismo tiempo, regresiva, que rechaza todo lo que no coincide con esta visión fundamentalista del Islam.
También los cristianos nativos han recibido un ultimátum: o se convierten al Islam o pagan la yizia (un impuesto que pagan los ciudadanos no musulmanes en Estados islámicos); o se van o mueren. Medio millón de cristianos y musulmanes han huido para refugiarse en poblados cristianos cercanos a las regiones kurdas del norte de Iraq. En su carta, el Patriarca Sako también critica duramente a los musulmanes moderados que guardan silencio: “También estamos conmocionados e indignados por la ausencia de una toma de postura vigorosa por parte de los musulmanes y sus líderes religiosos, entre otras razones, porque las acciones de estas facciones también representan una amenaza para los mismos musulmanes”.
Así, la Iglesia está sola a la hora de hacer un llamamiento a la unidad y al mosaico religioso que fue Irak. “En cuanto a la Iglesia, esta está, más que nunca, completamente sola; no obstante, sus líderes deben reaccionar antes de que sea demasiado tarde y ejercer la presión necesaria sobre la comunidad internacional, así como sobre los que toman las decisiones, a fin de encontrar respuestas fundamentales a los escandalosos crímenes y las conspiraciones destructivas que afectan, sobre todo, a ciudadanos desarmados iraquíes, sirios y palestinos en Gaza”.
En una entrevista anterior, que expresaba una mayor esperanza, le pregunté al Patriarca acerca de cómo se mantenía firme en la fe. “No es fácil. A veces estoy enfadado y exhausto. Usted sabe que he estudiado Historia: Historia del Cristianismo e Historia Antigua Iraquí y también a los Padres de la Iglesia. Fue la misma situación: nuestra Iglesia era una Iglesia mártir, pero siempre había esperanza. Como dice Tertuliano, la sangre de los mártires es la semilla de la fe, y yo creo que esta es nuestra esperanza, y creo también que el Islam cambiará. El Islam no puede permanecer como es ahora. El fundamentalismo y el extremismo no tienen futuro”.
La situación en Mosul
Con la puesta en vigor de la ley islámica, el miedo y el pánico se extienden por Mosul y las regiones de alrededor. El Padre Dominico, Anis Hanna, sacerdote iraquí, proporcionó a AIN una valoración detallada de la situación de Mosul a día 28 de julio, el día de Aïd el Fitr (final del Ramadán), jornada de nuevas conquistas para el Estado Islámico.
1. Entrada en vigor de nuevas leyes: El lunes 28 de julio se festeja Aïd el Fitr, el final del Ramadán. Pero no es un día de celebraciones para los habitantes de Mosul debido a la amenaza de la imposición de nuevas leyes basadas en la Sharia, por parte del Estado Islámico de Irak y del Levante.
Las familias musulmanas siguen abandonando la ciudad de Mosul, y han comentado los cambios tan dramáticos que se están experimentando. Un abogado, que gestiona los bienes inmuebles de los arzobispos de Mosul, no esconde el miedo que siente. Relata la tragedia que están experimentando los habitantes de Mosul, principalmente aquellos que son pobres, moderados, intelectuales, abogados, doctores, académicos, profesores…
Actualmente, los musulmanes de Mosul son casi todos suníes, porque los chiíes han huido por miedo a una masacre por parte del ISIL. A los cristianos les han robado y expulsado. Los habitantes de Mosul han sido advertidos de las nuevas leyes, y toda la información se comunica desde la sede del Estado Islámico de Irak y del Levante, a las mezquitas y sitios privilegiados, que sean propiedad del Estado Islámico.
Entre las nuevas leyes propuestas, los hombres y las mujeres no pueden vestir al estilo occidental. Los hombres deberían vestir conforme con la manera afgana: una camisa larga hasta las rodillas y pantalones estilo saroual. Los hombres deberán dejar crecer sus barbas y afeitarse tanto la cabeza como el bigote.
Las mujeres ya no tendrán derecho a trabajar fuera de casa. Deberán estar cubiertas de pies a cabeza. Los pantalones están prohibidos, al igual que cualquier prenda de estilo occidental. Una mujer no podrá salir sola de casa sin estar acompañada de un varón, miembro de su familia. A partir de ahora, los comercios que vendan bebidas alcohólicas, peluquerías, salones de belleza, tiendas de cosméticos, están prohibidas. La emisión de programas culturales y de comedias no está permitida: ningún canal de televisión, ninguna canción, ningún teatro, ningún artista, ningún poeta. Cualquier tipo de arte está prohibido. Uno de mis compañeros, Wathiq, fue asesinado por trabajar en un canal de TV en Mosul.
Además, el ISIL ha eliminado el sistema judicial de la ciudad, ahora es la Sharia la que está en vigor. Matrimonios forzosos: los habitantes de Mosul están obligados, por los yihadistas del Estado Islámico, a entregarles a sus hijas. Los padres deberán obedecer sin hacer preguntas. Las jóvenes no tienen derecho a expresar su opinión.
Esos habitantes de Mosul que daban la bienvenida a los yihadistas del Estado Islámico el pasado junio, ahora se muerden los labios lamentando esta nueva situación, impuesta por los combatientes suníes, muchos de ellos mercenarios. Es realmente una nueva cara de Al-Qaeda.
2. Demolición total de los lugares de culto (iglesias y mezquitas) en Mosul: Después de haber destruido la estatua de la Virgen María, del obispado caldeo, los terroristas del ISIL incendiaron el edificio de la archidiócesis de los católicos siriacos, con todo lo que allí había. Convirtieron la espléndida Iglesia Ortodoxa Siriaca de San Efrén, en mezquita, tras profanarla y robar todos los artículos religiosos. También tomaron el Monasterio de los Santos Mártires Binham y Sarah, y persiguieron a los monjes de allí, que huyeron solamente con su ropa. El Convento de San Jorge del Norte de Mosul, también cayó bajo el control de los terroristas. Pero no pararon aquí, también destruyeron las mezquitas chiíes, dinamitando tres de ellas.
Es raro para los habitantes suníes de Mosul ver cómo se demolen lugares de culto musulmanes. Entre los que han sido destruidos se encuentran la mezquita de Nabi Yonis (antigua iglesia), la de Nabi Girgis, la de Nabi Chit, y la de Iman Aoun Eldin, entre otras.
Los habitantes suníes de Mosul que daban la bienvenida a los terroristas pensando que los liberarían del gobierno chií de Bagdad, empiezan a lamentarlo. Se dan cuenta de las acciones intolerables que llevan a cabo los terroristas islámicos de la ciudad.
3. El Estado Islámico y la conquista de las ciudades y pueblos cristianos de la llanura de Mosul: El Estado Islámico propaga la siguiente información: el primer día de El-fitr, 28 de julio 2014, será el día de la conquista de las ciudades cristianas y de los pueblos de la llanura de Mosul. Entre estas ciudades y pueblos se encuentra Qaraqosh, (45.000 habitantes), Barttillah (entre 20 y 30.000 habitantes), Karemless (5.000 habitantes), Telkeff (30.000 habitantes) Tellesquif (8.000 habitantes), Batnayia (5.000 habitantes), Alqoch, y otras ciudades importantes.
El pánico y el miedo dominan estas ciudades. Los habitantes han huido para encontrar refugio temporal en Kurdistán. El Arzobispo Católico Siriaco de Qaraqosh, ha informado a los habitantes con un comunicado animando a los fieles a permanecer en la ciudad, unidos en la fe y en la esperanza. Denunció la difusión de información falsa que tiene como objetivo destruir la moral de la gente de Qaraqosh. Expresó su gratitud a las tropas militares de Kurdistán, que protegen a la llanura del enemigo. Se lamenta de la huida de gente de su ciudad, pero deja la elección y la libertad a aquellos que quieren huir o emigrar.
La situación es tensa, nadie sabe qué pasará mañana ni pasado mañana, todos viven con miedo en sus corazones. Los habitantes de Qaraqosh recuerdan con claridad la lluvia de morteros que cayó en su ciudad, la guerra que el Estado Islámico les declaró hace un mes, y las humillaciones sufridas por las familias cristianas de Mosul, a las que saquearon, perdiendo todos sus bienes.