Tabaré Ramón Vázquez viajó a Italia para la audiencia pontificia, en el marco de su gira europea
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco recibió el viernes 2 de diciembre al presidente de Uruguay, Tabaré Ramón Vázquez, en el Palacio Apostólico del Vaticano, en una audiencia que duró en total de 41 minutos incluida la parte privada que se realiza a puerta cerrada. Allí, claramente, no tuvieron necesidad de intérprete.
“¡Cuánto tiempo que pasó, es un gusto!”, fueron las primeras palabras del Pontífice al darle un apretón de manos al presidente que se encuentra en su segundo mandato. En Uruguay no existe la reelección consecutiva. Tabaré fue presidente del año 2005 al 2010 cuando entregó el mando al presidente José Mujica y fue reelecto en el 2015 para su mandato de cinco años.
El médico uruguayo estaba acompañado por su esposa María Auxiliadora Delgado, conocida por su empeño social con la Iglesia, a quien conoció en su barrio popular de La Teja durante una kermesse de los Salesianos. Estaba también su hijo Álvaro, médico y teólogo; el embajador ante la Santa Sede, Francisco Ottonelli y dos secretarios personales.
Las cordiales conversaciones –informa la oficina de prensa de la Santa Sede– han puesto de manifiesto las buenas relaciones existentes entre la Santa Sede y Uruguay, así como el interés común por el desarrollo integral de la persona, el respeto de los derechos humanos y la paz social. En tal contexto, “se ha puesto de manifiesto el rol y la contribución positiva de las instituciones católicas en la sociedad uruguaya, especialmente en la promoción humana, en la formación y en la asistencia a los más necesitados”. Asimismo, en el desarrollo de las conversaciones se han detenido en la “situación política nacional y regional”, con especial referencia al “desarrollo de las instituciones democráticas y a la situación social y humanitaria del continente”.
El embajador uruguayo ante el Vaticano, Francisco José Ottonelli, sostuvo ayer que el presidente manifestaría al Papa su deseo de que se abran los archivos vaticanos para investigar los delitos de la dictadura en Uruguay, en particular los datos sobre detenidos o desaparecidos entre 1973 y 1985, de acuerdo a cuanto ha sido publicado en la web de Presidencia, iniciativa que contaría con el consentimiento de los obispos locales.
En el intercambio de dones, el Santo Padre le regaló los documentos pontificios Evangelii Gaudium; Amore Laetitia; y Laudato Si’, además de un medallón realizado por un artista italiano que habla del desierto que florece. Por su parte el presidente de Uruguay le regaló una geoda de amatista, piedra típica que se encuentran en el país platense, dentro de la cual hay cristales de dicha piedra semipreciosa.
El mandatario latinoamericano, que además es médico oncólogo, está realizando una gira que inició en España en busca de inversiones para un plan de infraestructuras que comprende ferrocarriles y puertos; siguió en París en donde expuso la experiencia uruguaya de descentralización de Gobierno, y después de su escala en Italia para encontrar al papa Francisco, concluirá en Viena para disertar sobre oncología.
Sergio Mora
Foto: El presidente de Uruguay Tavaré Vazquez
(Wikicommons)