Al menos 70 personas han muerto y decenas han resultado heridas tras una explosión en un hospital en Quetta
ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco se encuentra “profundamente entristecido por la pérdida de vidas tras el ataque a un hospital en Quetta”, en Pakistán, y por eso envía sus “sentidas condolencias a los familiares de los fallecidos, a las autoridades y para toda la nación”. De este modo, el Santo Padre ha querido mostrar su cercanía en un telegrama firmado por el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, dirigido a las autoridades eclesiales y civiles de Pakistán.
Al menos 70 personas han muerto y decenas han resultado heridas este lunes por un atentado terrorista suicida cuando detonó una bomba en un hospital público de Quetta, al oeste de Pakistán. El artefacto explotó en la entrada de la sala de urgencias del hospital. Allí se encontraban más de un centenar de personas, muchos de ellos abogados y periodistas, porque a penas unas horas antes había sido asesinado el presidente del Colegio de Abogados de Baluchistán. En primer lugar reclamó la autoría del atentado Jamat ul Ahrar, con vínculos con los talibanes y Al Qaeda. Horas más tarde, también reclamó la autoría el Estado Islámico.
El Papa asegura sus oraciones por las numerosas víctimas heridas de este “brutal acto de violencia sin sentido”. Para todos los que lloran y sobre todos los que han sido afectados por esta tragedia –el Pontífice– invoca los dones divinos de consuelo y fuerza.