Francisco escribe al Global Forum sobre Migración y desarrollo que se ha celebrado en Dhaka
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco “anima a los gobiernos y a las autoridades políticas regionales a afrontar la crisis provocada por el desplazamiento masivo de personas”, recordando siempre que los fenómenos migratorios y el desarrollo están íntimamente conectados “con las cuestiones urgentes de la pobreza, de la guerra y del tráfico de seres humanos” y la correspondiente “necesidad de un desarrollo ambiental y humano sostenible”.
Es cuento escribe el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, en el mensaje dirigido a los participantes del IX Global Forum sobre migración y desarrollo, que se ha celebrado en Dhaka del 10 al 12 de diciembre.
Haciendo referencia a la Laudato Si’, el Pontífice desea que los argumentos afrontados durante el evento sean “la urgencia de un auténtico liderazgo global capaz de gestionar la economía internacional, equilibrando las exigencias de las economías individuales en las actuales condiciones de crisis: la necesidad del desarme, de la seguridad alimentaria y de la paz; y la necesidad de proteger el ambiente y regular las migraciones”.
Como informa el Osservatore Romano, el periódico del Vaticano, en el encuentro en la capital de Bangladesh, la Santa Sede estaba representada por el subsecretario del Pontificio Consejo de la Pastoral para los migrantes e los itinerantes, el scalabriniano Gabriele Bentoglio. Él fue el encargado de leer el mensaje del Santo Padre en inglés.
Asimismo, el religioso, en su relación, subrayó cómo actualmente la migración es “una realidad en crecimiento y permanente en el mundo en el que vivimos”. Sin embargo –añadió– hay una creciente tendencia a dar mayor consideración a los problemas asociados a este fenómeno en vez de a las oportunidades que este ofrece en términos de desarrollo. Por eso “la Santa Sede trata de afrontar el argumento a través de la lente de la tutela de la dignidad humana y de la promoción de la solidaridad”, animando tanto a la sociedad civil como a los gobiernos a tomar en consideración este tipo de estrategia.
La Santa Sede –explicó el misionero scalabriniano– subraya continuamente la centralidad y la dignidad de cada ser humano, y pone en evidencia los derechos los deberes de los migrantes, independientemente de su estado de migración. En tal contexto, la contribución positiva de los migrantes hacia el desarrollo — y en particular hacia el alcance de los objetivos de desarrollo sostenible en 2030 — es de fundamental importancia.
Bentoglio hizo también referencia a la batalla conducida por la Iglesia contra los estereotipos y los prejuicios asociados, exhortando a un “enfoque realista y respetuoso, que esté atento a los derechos humanos, y que al mismo tiempo incluya la formación y la educación”, primer paso hacia la realización de políticas eficaces de integración.