El Papa Francisco -como aseguró al Patriarca de la Iglesia Copta Ortodoxa, Su Santidad el Papa Tawadros II- ha ofrecido la misa que celebra todos los días en la capilla de la Casa de Santa Marta por los 21 cristianos coptos egipcios asesinados en Libia.
»Ofrecemos esta Misa – ha dicho- por nuestros 21 hermanos coptos, degollados solamente por el hecho de ser cristianos. Recemos por ellos, para que el Señor los acoja como mártires, por sus familias y por mi hermano Tawadros que sufre tanto».
Francisco ha pronunciado como antífona de entrada el Salmo 31 »Sé para mí una roca de refugio, alcázar fuerte que me salve; pues mi roca eres tú, mi fortaleza, y, por tu nombre, me guías y diriges».
El Papa había telefoneado al Patriarca para manifestarle su profunda participación en el dolor de la Iglesia Copta por el reciente bárbaro asesinato de cristianos coptos a mano de fundamentalistas islámicos. El Santo Padre aseguró también sus oraciones y se ha unido espiritualmente a la oración y al dolor de la Iglesia Copta en la celebración de la Eucaristía.
Llamamiento ante la difícil situación en Libia
El Santo Padre ha lanzado un llamamiento invitando a rezar nuevamente por los hermanos egipcios que fueron asesinados en Libia solo por el hecho de ser cristianos. »Que el Señor -ha dicho- les acoja en su casa y consuele a sus familias y comunidades».
También pidió oraciones por la paz en Oriente Medio y el Norte de África, recordando a todos los difuntos, los heridos y los prófugos. »Que la Comunidad Internacional -ha finalizado- encuentre soluciones pacíficas a la difícil situación en Libia».
Francisco se une a la oración por la paz en Ucrania
En los saludos en diversos idiomas a los fieles reunidos en la plaza, el Papa ha dedicado unas palabras especiales a los obispos ucranianos, que se encuentran en Roma en visita »ad Limina», y a todos los fieles que les acompañan. »¡Слава Ісусу Христу! – ¡Alabado sea Jesucristo! -ha dicho el Papa en ucraniano-. Sé que entre todas las intenciones que traéis a las tumbas de los Apóstoles está la petición de paz para Ucrania. Llevo en el corazón el mismo deseo y me uno a vuestra oración, para que la paz llegue lo antes posible a vuestra patria».
Agradecimiento a la Guardia costera italiana
En la Casa de Santa Marta, el Papa encontró a una delegación de la Guardia Costera italiana que le informó del servicio que prestan en el mar durante las difíciles operaciones de socorro de los prófugos e inmigrantes. La delegación, compuesta por nueve personas, estaba encabezada por el almirante comandante Felicio Angrisano y por el almirante Giovanni Pettorino, Jefe del departamento operativo y acompañada por el ministro italiano de Infraestructuras y Transportes, Maurizio Lupi.
Los miembros de la delegación hablaron al Papa de sus experiencias concretas, conmovedoras e impresionantes y, al final, el Santo Padre tomó la palabra para manifestarles su participación y su aprecio por el servicio que desempeñan con valor y entrega en favor de los más pobres. Francisco rememoró su viaje a Lampedusa y alabó la solidaridad de los habitantes de la isla con los refugiados, aún a costa de los perjuicios que pudiera acarrear al turismo en esa localidad. También recordó que había enviado a su limosnero, el arzobispo Konrad Krajewski para tomar parte en las operaciones de rescate de los cadáveres tras el terrible naufragio del año pasado y concluyó con esta frase: »Os admiro, os lo digo de verdad. Me siento pequeño frente a la tarea que lleváis a cabo poniendo en juego vuestra vida y os doy las gracias de todo corazón por lo que hacéis. También os ayudo como puedo: con las oraciones, con los elogios y con el afecto».