Palabras del Papa Francisco sobre la situación en Irak y Gaza tras el ángelus del domingo 10 de agosto de 2014:
Nos dejan pasmados y consternados las noticias que llegan de Irak: miles de personas, entre ellos tantos cristianos, expulsados de sus hogares de una manera brutal; niños que mueren de sed y de hambre durante la fuga; mujeres secuestradas; personas masacradas; violencias de todo tipo; destrucción por todas partes, de casas, de patrimonios religiosos, históricos y culturales. ¡Todo esto ofende gravemente a Dios y a la humanidad. ¡No se odia en nombre de Dios! ¡No se hace la guerra en nombre de Dios!
Todos nosotros pensando en esta situación, en esta gente, recemos en silencio…
Agradezco a los que, con valentía, están brindando socorro a estos hermanos y hermanas, y confío en que una solución política eficaz a nivel internacional y local pueda detener estos crímenes y restaurar el derecho. Para asegura mejor mi cercanía a esas queridas poblaciones he nombrado como mi Enviado Personal, que mañana viajará desde Roma a Irak al Cardenal Fernando Filoni.
También en Gaza, después de una tregua se ha reanudado la guerra que se cobra víctimas inocentes – niños – y no hace más que empeorar el conflicto entre israelíes y palestinos.
Oremos juntos al Dios de la paz, por intercesión de la Virgen María: Dona la paz, Señor, a nuestros días, y haz que seamos constructores de justicia y de paz. ¡Reina de la paz, ruega por nosotros!