El Papa Francisco cumplió el lunes 17 de diciembre 82 años y, como en años anteriores, no se celebró ninguna fiesta especial para celebrarlo sino que la jornada trascurrió de manera rutinaria, cumpliendo con su agenda habitual de citas. El Pontífice dedicó parte del día a preparar las audiencias privadas y a escribir las homilías y los mensajes Urbi et orbi de las celebraciones litúrgicas de Navidad.
El Pontífice sí ha podido soplar anticipadamente las velas. El domingo 16, los pequeños del dispensario Santa Marta del Vaticano le han regalado una tarta al Santo Padre en la que se podía leer Tanti auguri –Feliz cumpleaños en italiano–.
Aniversario ordenación sacerdotal
Cuatro días antes de su cumpleaños, el pasado 13 de diciembre fue el 47 aniversario de la ordenación sacerdotal del Santo Padre. Ese día en 1969, antes de cumplir 33 años de edad, el jesuita Jorge Mario Bergoglio, ahora convertido en el Papa Francisco, fue ordenado sacerdote por el arzobispo emérito de Córdoba (Argentina), monseñor Ramón José Castellano. Según el libro El jesuita: Conversaciones con el cardenal Jorge Bergoglio, Francisco encontró su vocación al sacerdocio mientras estaba en camino a celebrar el Día de la Primavera. Cuando pasó por una iglesia para confesarse, finalmente terminó siendo inspirado por el aquel sacerdote.
En sus primeros años como presbítero, Jorge Mario Bergoglio prosiguió su formación como jesuita entre 1970 y 1971 en España. El 22 de abril de 1973 emitió sus profesiones perpetuas en la Compañía de Jesús. Cuando regresó a Argentina sirvió como profesor en la facultad de teología de San José en la localidad de San Miguel (en las afueras de la ciudad de Buenos Aires), rector del Colegio y, a la edad de 36 años, fue designado Provincial de Argentina.
Defensa del Pacto de Migración
Poco después de soplar las velas el domingo, el Pontífice se pronunció durante el ángelus sobre el primer pacto mundial para la migración establecido recientemente por la ONU, del que espera que sirva para «trabajar con responsabilidad, solidaridad y compasión hacia quienes por distintos motivos han dejado su propio país». El Papa confió «esta intención a vuestras oraciones».
Además, durante el rezo del Ángelus, el Papa se dirigió a los niños, a los que ha pedido que miren al Niño Jesús para que su corazón se llene «de humildad, ternura y bondad». «Queridos niños, cuando, en vuestras casas os reunáis para rezar ante el Portal, al mirar al Niño Jesús sentiréis el asombro ante el Misterio de Dios hecho hombre y el Espíritu Santo os llenará el corazón de humildad, ternura y bondad –ha subrayado–. Esta es la verdadera Navidad».
Alfa y Omega/Europa Press
Foto: AFP/Vincenzo Pinto