En un mensaje a los participantes en un encuentro sobre el bien común organizado por la Pontificia Academia para la Vida, el Papa Francisco subrayó la necesidad de buscar la justicia en «toda defensa de la vida humana». Para él, «es muy importante recordar el bien común, una de las piedras angulares de la doctrina social de la Iglesia».
Ciudad del Vaticano, 14 de noviembre 2024.- Desde hace 30 años, la Pontificia Academia para la Vida defiende y promueve el valor de la vida y la dignidad humanas. En un mensaje dirigido el jueves 14 de noviembre a los participantes en un encuentro titulado «El bien común: teoría y práctica», el Papa Francisco subrayó la importancia de situar las cuestiones relativas a la defensa de la vida en sus diversos contextos.
«Si realmente queremos salvaguardar la vida humana en todos los contextos y situaciones, no podemos evitar colocar las cuestiones sobre la vida, incluso las más tradicionales del debate bioético, en el contexto social y cultural en el que surgen», afirmó. El peligro sería que se volviera ineficaz, tendiera a ideologizarse y defendiera «más principios abstractos que personas concretas».
“La búsqueda del bien común y la justicia son aspectos centrales e indispensables de cualquier defensa de la vida humana, especialmente de las más frágiles e indefensas, respetando todo el ecosistema que habitamos.”
Escuchar la voz de las mujeres
En su mensaje, el Santo Padre destacó la participación de dos mujeres en el encuentro. «Necesitamos, tanto en la sociedad como en la Iglesia, escuchar la voz de las mujeres», señaló. Durante la conferencia, la Primera Ministra de Barbados, Mia Mottley, abordará la noción de bien común con la economista Mariana Mazzucato. La política, comprometida en la lucha contra el cambio climático y la defensa de los países más pobres, fue recibida por el Papa en la mañana del jueves 14 de noviembre.
«Necesitamos que todas las culturas del mundo puedan ofrecer su contribución y expresar sus necesidades y recursos», subrayó Francisco, para «pensar y crear un mundo abierto».
Citando la encíclica Laudato si’, el Papa afirmó que «el bien común es ante todo una práctica, hecha de acogida fraterna y de búsqueda común de la verdad y la justicia». Para lograrlo, el Pontífice propone apoyarse en «sólidas teorías económicas, para que se convierta en un principio que inspire realmente las opciones políticas y no sólo en una categoría que a menudo se invoca de palabra pero se ignora en la práctica».
JEAN-BENOÎT HAREL