Les recuerda que con el buen ejemplo transmiten valores, en particular a los más jóvenes
(ZENIT- Ciudad del Vaticano).- El fútbol, como los demás deportes es imagen de la vida y de la sociedad y cuando se hace deporte al mismo tiempo se educa y se transmiten valores.
Estos son los conceptos transmitidos por el papa Francisco en la audiencia que concedió el jueves 23 de febrero al equipo español Villareal, que por la tarde jugó en el Estadio Olímpico, de esta ciudad, con ‘La Roma’ un partido de la ‘Europa League’.
“El fútbol como los demás deportes es imagen de la vida y de la sociedad, ustedes en el campo se necesitan unos a otros. Cada jugador pone su profesionalidad y habilidad en beneficio de un ideal común, que es jugar bien para ganar”, dijo.
Añadió que esto es posible si “se actúa con espíritu de compañerismo, dejando de lado el individualismo o las aspiraciones personales”, porque “si se juega pensando en el grupo es más fácil obtener la victoria”.
El Pontífice le recordó al equipo valenciano que “cuando ustedes juegan al fútbol están al mismo tiempo educando y transmitiendo valores”, en particular a “las nuevas generaciones”.
Y reiteró que “esto es una responsabilidad”, que debe motivar a dar lo mejor de uno mismo para ejercitar valores que sean palpables: “compañerismo, esfuerzo personal, la belleza del juego y el juego en equipo”.
Otro punto que destacó el pontífice latinoamericano es que entre las características del buen deportista está el agradecimiento: “si pensamos en nuestra vida, podemos traer a la memoria el recuerdo de tantas personas que nos han ayudado y sin las cuales no estaríamos aquí”.
“Pueden recordar con quienes jugaban de pequeños, a sus primeros compañeros de equipo, entrenadores, asistentes y también a los aficionados que con su presencia los animan en cada partido”, dijo. Porque “este recuerdo nos hace bien, para no sentirnos superiores sino para tomar conciencia de que somos parte de un gran equipo que empezó a formarse desde hace ya tiempo”.
“Sentir de este modo –aseguró el papa Francisco– nos ayuda a crecer como personas, porque nuestro «juego» no es sólo nuestro, sino también el de los demás, que de algún modo forman parte de nuestras vidas”.
El Santo Padre les invitó “a seguir jugando dando lo más bello y mejor de ustedes para que otros puedan disfrutar de esos momentos agradables, que hacen la jornada diferente”. Concluyó indicándoles que implora “la protección de la Virgen de Gracia y la intercesión de San Pascual Bailón, patronos de la ciudad de Villarreal, para que sean sostenidos en sus vidas y puedan ser instrumentos para llevar a cuantos los siguen y animan, la alegría y la paz de Dios”.
El el último saludo les indicó que el arquero en el fútbol, en la vida hay que estar dispuesto a atajar la pelota desde donde viene.
Sergio Mora
Imagen: El Papa con el Villareal
(Foto: Osservtore © Romano)