Fue tiroteado mientas intentaba salvar a un grupo de musulmanes de una facción armada
El obispo de Bangassou, el cordobés Juan José Aguirre, se encuentra ileso tras haberse colocado como escudo humano en un ataque armado protagonizado por una facción llamada Anti-Balaka, conocida en la República Centroafricana por atacar las zonas donde reside la población musulmana. La situación más grave si vivió entre el sábado y el domingo cuando unos 600 guerrilleros de este grupo atacaron una mezquita en la zona de Tokoyo donde residen personas de fe mahometana.
La situación violenta fue tal, según explica el hermano del obispo, Miguel Aguirre, que tanto el prelado como el cardenal Nzapalainga, nombrado por el Papa, tomaron la determinación de desplazarse a la zona para sacar a las personas de la mezquita y protegerlos tanto en la catedral de la diócesis como en el seminario, donde actualmente están acogidas unas 1.500 personas.
Monseñor Aguirre, durante una entrevista en el Real Círculo de la Amistad.
Foto: Valerio Merino
El mayor riesgo tuvo lugar por la presencia de francotiradores que intentaban abatir a las personas que salían de la mezquita. La familia Aguirre insiste que el obispo se encuentra en buen estado, que se ha comunicado en varias ocasiones con su casa en Córdoba y que la situación tiende a estabilizarse.
Desde el pasado viernes, el obispo reportó a los miembros de su fundación que la situación se encontraba cada vez más tensa. A raíz del ataque, que tuvo lugar también contra una base de los cascos azules, se ha producido una intervención armada de las tropas portuguesas que operan en la zona bajo la bandera de Naciones Unidas. Entre las víctimas, del ataque del grupo conocido como Anti-Balaka se encuentra el imán de la mezquita.
«Hemos contado cuarenta muertos»
Monseñor Aguirre se ha dirigido a su familia con un mensaje a través del móvil en el que les asegura que está «muy bien, aunque haciendo de escudo en la mezquita para que no maten a más de 500 mujeres y niños dentro. Acaban de llegar los ONU soldados portugueses». «El cardenal está negociando con los antibalakas: nosotros protegemos la mezquita desde hace tres días, recogiendo heridos y cadáveres. Hemos contado cuarenta muertos y cien heridos. Duermo bien», agrega el obispo en sus mensajes.
Alfa y Omega
R.A./R.R./ABC
Imagen: Víctimas del ataque a la mezquita
ABC