«Los animales, las personas… se mueren de hambre», alertan los misioneros salesianos que trabajan en el norte de Kenia, donde cerca de tres millones de personas necesitan ayuda urgente. La sequía es la causa de que la situación para miles de personas sea crítica. «Hace más de un año que no llueve en la zona. Cada día mueren animales y las personas andan hasta 10 kilómetros para encontrar agua potable. Tampoco hay comida y la gente se muere de hambre». Esta es la grave situación que nos traslada el misionero salesiano, Luke Mulayinkal, que trabaja en la zona.
Los misioneros salesianos de Korr ya han realizado varios repartos de comida y agua potable en la región para una población que lleva sufriendo la sequía más de año. «Hemos llegado a repartir alimentos a más de 4.800 hogares que se encontraban en situación muy grave. Se han repartido más de 260 kilos de maíz, alrededor de 200 kilos de judías, más de 4.800 litros de aceite y también miles de litros de leche y agua», explica Mulayinkal. Además, en la misión se están repartiendo platos de comidas para niños, niñas y jóvenes. «Muchos de ellos no tienen nada que comer… y esperamos poder seguir ayudándoles», dice le misioneros.
Además, «muchos niños y niñas están enfermando por no beber agua limpia y por la falta de alimento. Nuestra clínica está al 100% y trabaja día y noche para ayudar a los enfermos y a los que más lo necesitan», añade el misionero. La situación de la población es cada día más crítica, sobre todo para aquellos que son más pobres.
Desde Misiones Salesianas pedimos que no se olvide a más de tres millones de personas que necesitan ayuda de manera apremiante.
Alfa y Omega
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