John Ogah consiguió desarmar y detener a un ladrón que acababa de robar una tienda. A continuación se dio a la fuga, por miedo a ser deportado por la policía.
El nigeriano John Ogah, una de las ocho personas que bautizó el Papa en la Vigilia Pascual, es toda una “celebridad” en Italia, gracias a su hazaña de desarmar con sus propias manos a un ladrón armado con un machete que acababa de robar una tienda en la periferia romana de Centrocelle, a cuyas puertas solía pedir limosna. Tras el escarceo, logró inmovilizarlo hasta que llegó la policía.
A sus 31 años, Ogah culminó oficialmente en la Vigilia Pascual su ingreso en la Iglesia católica. En realidad, él ya era cristiano cuando llegó a Italia, pero en su país de origen no había recibido ningún sacramento.
John Ogah ha logrado poner también en orden sus papeles civiles, cosa no tan sencilla en estos tiempos. Fue gracias a su acto heroico, que acaparó la atención de los medios de comunicación.
«Después de haber frustrado el robo desapareció porque [su situación legal en Itlia] era irregular» y temía ser deportado, ha explicado su padrino, el capitán de los Carabinieri Nunzio Carbone, a la agencia Adnkronos.
Nuncio Carbone y John Ogah. (Foto: Ansa)
Fue Carbone quien movilizó a la policía para buscar a John Ogah, a quien ya conocía «por motivos de servicio», y quien hizo las gestiones para conseguirle el permiso de residencia.
En la Vigilia Pascual, Francisco bautizó también a personas originarias de Albania, Perú y Estados Unidos, además de Italia.
Agencias
(Foto: L’Osservatore)