El alcalde, José Luis Álvarez Ustarroz, se ha acercado a revisar la obra que reproduce un bosque de troncos que culminan con las copas de los árboles reales situados detrás.
El Patronato del Monte del Pilar ha puesto en marcha en las últimas semanas iniciativas encaminadas a la mejora de las instalaciones y el embellecimiento del entorno con la creación de un mural de arte urbano y la construcción de una pista de petanca.
El mural consiste en la reproducción realista de un bosque que ha dado vida y profundidad a la pista de patinaje ubicada en la Avenida del Rey Juan Carlos I; un lugar emblemático y muy transitado dentro de la denominada Zona de Disuasión del Monte del Pilar y que hoy ha visitado el alcalde, José Luis Álvarez Ustarroz, junto a la concejal de Medio Ambiente, Vanesa Bravo.
Los artistas de la empresa “Paleta de Colores” han pintado una pared del edificio existente con la imagen de una alameda de troncos situados en perspectiva con las copas de los árboles reales ubicados detrás.
Álvarez Ustarroz ha puesto de relieve esta innovadora propuesta. “El arte mural contemporáneo es una nueva y creativa manera de decorar espacios urbanos que ha conseguido el reconocimiento en todo el mundo”, ha asegurado el primer edil. Además del aerosol, en esta técnica se utilizan materiales como pintura acrílica, óleo, aerógrafo, tizas, posters, pegatinas o plantillas.
Por otra parte, el Patronato ha construido una cancha de petanca -12×3 metros- con tablones de madera de pino tanalizada. Está ubicada en la Zona de Disuasión, cerca de la entrada número 1 del Monte del Pilar.
Alrededor de la instalación se ha sembrado semilla forestal y se ha colocado una mesa con bancos y un cartel con recomendaciones de uso como realizar un calentamiento previo, protegerse del sol, usar calzado cómodo, no hacer movimientos bruscos y comprobar el estado del terreno para evitar caídas.
En el interior del parque forestal se ha colocado un cartel informativo junto a un árbol caído advirtiendo de que no se ha retirado por el valor que tiene la madera muerta en el ecosistema del bosque: es refugio de fauna y sustrato para musgos y líquenes, alimento y hábitat para multitud de organismos y sirve de cebo para detectar amenazas contra la vegetación viva.