Víctor Gonzalo de Aldama Delgado es el nombre que el Sanchismo S.L. no olvidará mientras viva. Pedro Sánchez & Begoña Gómez llevan casi seis años y medio contemplando a España y sus instituciones como una gran oportunidad para enriquecerse, repartiendo entre sus deudos algo del convite y hasta convertir las instituciones y el Estado en un cortijo donde no existe más ley que la que ellos imponen acorde con sus intereses personales y familiares.
Es más, en el empeño por olvidar cualquier norma ética, cualquier asomo de sentido común adobado con la decencia, ha logrado construir su propio lenguaje y ha utilizado espuriamente el poder de la nación para levantar un muro ante el que responden miles de ganapanes disfrazados de periodistas que se encargan de difundir sus mentiras en forma de logros, su falso respeto a la democracia y todo ello con un aire goebbeliano que atrofia e incapacita para ostentar cualquier ejercicio democrático del poder..

Pues bien, hasta el pasado jueves, día 21 de noviembre a las 12 horas, llegó la marea que ya antes de conocerse en vivo y en directo en sede judicial sus inmensos agujeros negros era repudiada por una inmensa mayoría de ciudadanos libres e informados. Víctor de Aldama ha preferido autoimputarse delitos muy serios como «nexo corruptor» (UCO) antes que seguir permitiendo a aquéllos que le han utilizado para enriquecerse desde el poder institucional de forma podrida e intolerable.
Aldama sabe muy bien cómo se las gastan los Sánchez boys y por dónde puede ir la ofensiva con drones que le caerá sobre la cabeza; pero tiene ya poco que perder. Desde su entorno dicen que se ha preparado para le embestida y no olvida que sus enemigos tienen en sus manos el inmenso poder del Estado, que ejercitan sin control y a su cuasi antojo. Pero ha decidido desnudarles a todos, uno por uno.
Las reacciones del cuadro gubernamental presuntamente podrido ha sido de libro. «Mentira», «todo inventos», «mentiras de un delincuente»… No parece que los fiscales y el juez Pedraz (nada «sospechoso» al decir de la izquierdona) compartan la misma opinión que Sánchez y sus cuates. Tras su deposición, ¡ojo, la primera!, Aldama ha quedado en libertad y anuncia todo tipo de pruebas para demostrar lo afirmado. Sí, esas pruebas que le reclaman los señalados, en forma de whatsapps, apuntes, correos y testimonios del «equipo corruptor».
Sánchez ha superado muchas pruebas in extremis. Pero tengo para mí que hasta aquí llegó la riada. La tapadera ha saltado por los aires. El olor a podrido lo inunda todo. Cuando una mayoría de españoles cree más a un delincuente de cuello blanco que al jefe del gobierno la cosa no tiene marcha atrás.
PD. Preocupante también es el presunto hecho de que Aldama fuera de facto el “ministro de Exteriores” oficioso del Reino de España…¡Nada que se pudiera imaginar!

GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 23.11.2024