Después de su encuentro con el Papa, el líder musulmán en una entrevista en Radio Vaticano pide que ‘se cierren filas para enfrentar y derrotar el terrorismo’
El Gran Imán de Al Azhar, Ahmad Al-Tayyib, se reunió en el Vaticano con el santo padre Francisco, un encuentro histórico, especialmente después de que la Universidad de Al Azhar, rompiera las relaciones con la Santa Sede en 2011. Después del encuentro el Gran Imán concedió una entrevista a Radio Vaticano en la que aprovechó para realizar un llamamiento al mundo entero “para que se una y cierre filas para enfrentarse al terrorismo y acabar con él”. Al respecto aseguró que si el fenómeno del terrorismo se descuida, “no pagarán el precio solo los orientales, sino que tanto los orientales como los occidentales sufrirán sus consecuencias”.
Por lo tanto su petición es ponerse de acuerdo inmediatamente e intervenir “para acabar con la riada de sangre”. Al respecto quiso precisar que el terrorismo existe pero “el Islam no tiene nada que ver con ese terrorismo” y esto “se aplica a los ulemas musulmanes y a los cristianos y musulmanes de Oriente”. Los que asesinan a los musulmanes y a los cristianos –observó el Gran Imán– no han entendido los textos del Islam, sea intencionalmente o por negligencia.
En esta misma línea, manifestó su rechazo por la “emigración forzada”, “la esclavitud” y “la compraventa de mujeres en nombre del Islam”. Y precisó que la cuestión “no debe presentarse como una persecución contra los cristianos en Oriente”, al contrario, “hay más víctimas musulmanas que cristianas, y todos juntos sufrimos esta catástrofe”.
Asimismo, el Gran Imán dijo que no se puede culpar a las religiones a causa de las desviaciones de algunos de sus seguidores.
A propósito de la importante obra de renovación de los libros de texto a la que se dedica la Universidad de Al Azhar, el Gran Imán explicó que los renovaron en el sentido de que “aclaramos los conceptos musulmanes que han sido desviados por aquellos que se sirven de la violencia y del terrorismo y por los movimientos armados que presumen de trabajar por la paz”. De este modo han mostrado “la parte desviada y la comprensión errada” al mismo tiempo que han tratado de dejar claro a los estudiantes “cuáles eran los conceptos correctos, de los que estos extremistas y terroristas se han desviado”.
Así a través de la “Casa de la Familia egipcia” –que agrupa a los musulmanes con todas las denominaciones cristianas en Egipto, y que es un proyecto conjunto entre Al Azhar y las iglesias– tratan de responder “a los que aprovechan las oportunidades” y “se emboscan para sembrar disturbios, divisiones y conflictos entre cristianos y musulmanes”.
Otra iniciativa que realizan en Al Azhar es con imanes de mezquitas europeas, como parte de un programa de dos meses de duración, “para proporcionar formación al diálogo, revelar los conceptos erróneos y tratar de la integración de los musulmanes en sus sociedades y en las naciones europeas para que constituyan un recurso para la seguridad, la riqueza y la fuerza de esos países”.
A propósito del encuentro con Francisco, el Gran Imán señaló que “nuestra visita de hoy obedece a una iniciativa de Al Azhar, de acuerdo con el Vaticano, para continuar nuestra misión sagrada, que es la misión de las religiones: hacer que los seres humanos sean felices en todas partes”. Recordando que las relaciones se había suspendido por circunstancias precisas, indicó que ahora que esas circunstancias ya no existen y “reanudamos el camino del diálogo y esperamos que sea mejor que cuanto estaba antes”.
Ahmad Al-Tayyib dijo que la primera impresión sobre el Santo Padre es que es “un hombre de paz, un hombre que sigue las enseñanzas del cristianismo, que es una religión de amor y de paz”. Asimismo aseguró que “es un hombre que respeta a las demás religiones y muestra consideración por sus seguidores”.También observó que es una persona que dedica su vida a servir a los pobres, que asume la responsabilidad de las personas. Cualidades que –añadió– compartimos con él y por eso deseamos conocerle para trabajar juntos en pro de la humanidad en este vasto campo común.
Finalmente, también explicó los deberes de las grandes autoridades religiosas en el mundo de hoy que son al mismo tiempo, pesadas y graves “porque sabemos que todas las filosofías e ideologías sociales modernas que han tomado las riendas de la humanidad alejándose de la religión y del cielo han fracasado en el intento de hacer felices a las personas y alejarlas de la guerra y del derramamiento de sangre”. Por eso afirmó que ha llegado el momento de que los representantes de las religiones divinas “participen con fuerza y concretamente en el intento de dar a la humanidad una nueva orientación hacia la misericordia y la paz, para que la humanidad salga de la gran crisis que padecemos”.
Rocío Lancho García (Zenit-Ciudad del Vaticano)