El grupo terrorista colocó un artefacto explosivo casero en un mercado público, que consiguió herir a siete personas.
El Estado Islámico se ha atribuido la responsabilidad de una explosión ocurrida este sábado en un mercado público en el sur de Filipinas que hirió al menos a siete personas.
En un comunicado, el grupo terrorista confesó la autoría del atentado y su intención de golpear a la población cristiana, mayoritaria en la zona. La población musulmana en Filipinas representa menos del 10 % de la población del país, que es predominantemente católica.
Con esta, ya son cuatro las explosiones acaecidas en la ciudad de Isulan, en la provincia del Sultán Kudarat, situada a 1.000 kilómetros de Manila.
En las imágenes, captadas por una cámara de seguridad, se puede ver un dispositivo sospechoso colocado por un desconocido en una estacionamiento para motocicletas. El artefacto, según un portavoz militar, era de fabricación casera.
Alfa y Omega