Niños, mujeres y hombres de todo el mundo se ven obligados a abandonarlo todo, dejando atrás sus hogares y su tierra, a causa de la violencia, la persecución, el hambre, los desastres naturales, las guerras… En su desesperación, atraviesan situaciones penosas, soportan graves riesgos, con amenaza de sus vidas, y se ven sometidos a vejaciones, abusos, explotación, incomprensión y rechazo. Muchos, por desgracia, no lo consiguen, y perecen ahogados en el mar, o acaban enterrados en fosas sin nombre. Esta situación, esta grave crisis humanitaria, sucede a diario, y cada vez interpela y conmueve a más personas, que quieren comprender cómo y por qué sucede y actuar para solucionar este inmenso drama.
Qué está ocurriendo
Begoña Olabarrieta es una antropóloga y periodista comprometida en la defensa de los derechos de las personas que conoce muy bien la realidad de los migrantes y refugiados. En su libro El quinto país del mundo aborda las circunstancias que afectan a los migrantes (la incertidumbre ante lo desconocido, los prejuicios, la intolerancia, el desarraigo…), ofrece un riguroso estudio de la cuestión (qué son las migraciones, cómo y por qué se producen, cuáles son sus características, qué importancia tiene la integración…) y desenmascara algunas percepciones erróneas que tenemos los españoles ante la migración y que pueden paralizar buena parte de la ayuda: no estamos ante una avalancha desde el Sur, ni vienen a quitarnos el puesto de trabajo, ni reciben más de lo que dan, ni suponen un aumento de la delincuencia y la inseguridad, por ejemplo.
Negarse a acogerlos, negarse a ayudarlos, no podrá frenar, dice Begoña Olabarrieta, «la decisión de las personas de mejorar sus vidas y las de sus familias, su derecho a desarrollarse en el mejor de los entornos posibles, a educar a sus hijos, a sacar adelante a sus familias o a encontrar ese sitio en el mundo en el que poder ser lo que uno quiere ser».
La acción posible
«El alma de Europa se está muriendo con cada inmigrante que alfombra el mar y que ha convertido el agua […] en un símbolo de muerte y de cultura de crueldad cómplice», dice la religiosa Pepa Torres. Desde su compromiso concreto, Pepa Torres demuestra en su libro Decir haciendo, y en su día a día, que es posible acoger y acompañar a personas migrantes sin papeles, denunciar la vulneración de los derechos de los migrantes, apoyar la formación y el empleo de jóvenes migrantes, desafiar fronteras y políticas migratorias injustas y forzar a los gobiernos a que dicten leyes hospitalarias, confeccionar relaciones inclusivas y de igualdad, combatir la explotación…
Por qué
La respuesta al porqué es una: porque todos somos iguales, por encima de nuestras diferencias. Porque, como explica de forma gráfica, contundente y sencilla el libro Soy un punto, todos somos puntos, y juntos podemos hacer muchas cosas para hacer posible un mundo mejor. Algo que saben muy bien los niños, como demuestra este vídeo de los alumnos de 4º de Educación Primaria del CEIP Ponce de León (León), que relatan utilizando el LSE, para explicarlo: https://youtu.be/NcYX7O4Vz58