Desde el comienzo de la pandemia, el país ha superado los 20 millones de contagios de Covid-19, la segunda nación del mundo, después de Estados Unidos, en cruzar este dramático umbral.
Ciudad del Vaticano, 4 de mayo 2021.- La velocidad de propagación del virus en la India, con los relativos contagios y muertes, es impresionante, y la alarma para las próximas semanas es muy alta. Veinte millones de casos en todo el país, 220.000 muertes en total, en las últimas 24 horas se han producido más de 350.000 nuevos casos y 3.500 muertes, cifras que han sido redondeadas ya que «la realidad es aún peor», aseguran los expertos.
El gigante asiático, con sus más de 1409 millones de habitantes, está viviendo una tragedia sin fin: gente muriendo en las calles, hospitales saturados y sin oxígeno ni ambulancias; largos tiempos de espera para someterse a una prueba de Covid y medicamentos básicos casi agotados, con gente – informan los testimonios – tomando medicinas caducadas, porque «son un poco menos efectivas pero al menos es algo».
Como consecuencia del virus, incluso el torneo nacional de cricket, ha sido suspendido indefinidamente. Un aspecto decididamente folclórico, pero que da una idea de la situación que se vive en el país, si se tiene en cuenta que la Premier League india es el torneo de cricket más rico del mundo, la sexta competición deportiva en términos de valor económico, por detrás del fútbol americano y del fútbol europeo.
El drama de las vacunas
India produce más del 60% de las vacunas contra el coronavirus, y hasta ahora ha suministrado decenas de millones de dosis de Astrazeneca. Sin embargo, la oferta es absolutamente insuficiente y la campaña de vacunación va muy lenta: desde enero, solo el 10% de la población ha recibido una dosis de vacuna, y solo el 1,5% ambas.
Todo esto no hace más que alimentar la polémica política, ya que la oposición ataca al gobierno del primer ministro Narendra Modi, culpándole del aumento de los contagios provocados por los mítines electorales organizados por el BJP, el partido de Modi, pero también por dar luz verde al gigantesco festival hindú del Kumbh Mela, a orillas del Ganges, en el que se sumergieron miles de fieles.
Impacto en el acceso a los alimentos
Para agravar la situación, ya de por sí dramática, está la dificultad de acceso a los alimentos, un reto para millones de personas, denuncia la organización Acción contra el Hambre, que opera en cuatro estados, Maharashtra, Madhya Pradesh, Rajastán y Gujarat, garantizando el apoyo nutricional a las familias con dificultades.
«Los hospitales están en una situación de gran dificultad, al igual que las morgues -dice el director general de Acción contra el Hambre, Simone Garroni, a Vatican News-, todos hemos visto los incendios con los cuerpos de los fallecidos ardiendo, imágenes realmente increíbles. Todo esto tiene consecuencias no sólo en el ámbito de la salud, sino también en el de la higiene y, sobre todo, en el de la alimentación, que es el que más nos toca».
La organización se dirige sobre todo a las mujeres embarazadas, las madres primerizas y los niños menores de cinco años.
«Esta es la parte de la población que sufre de forma más inmediata y está en riesgo tanto desde el punto de vista sanitario como alimentario», explica Garroni: «Por un lado, nos ocupamos de ayudar a la situación sanitaria, llevando kits a los hospitales, mascarillas y desinfectantes, hemos distribuido 550.000 en el último periodo».
«También participamos en las actividades de información y prevención del Covid, favoreciendo así el distanciamiento y la circulación de la información, porque la gente no sabe a dónde dirigirse, a dónde ir, qué hacer y no conoce las medidas higiénicas que hay que poner en marcha para evitar el contagio. Además de toda esta actividad de prevención, nos ocupamos de proporcionar alimentos», añade Garroni.
Francesca Sabatinelli
Imagen: Carencia de oxígeno en los hospitales colapsados de India con más de 20 millones de infectados