Este domingo se han dado a conocer las conclusiones del encuentro y se ha celebrado la Eucaristía de clausura en la catedral de Sevilla.
9 de diciembre 2024.- El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, ha dado a conocer este domingo en la catedral de Sevilla las conclusiones que se han extraído del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, celebrado estos días en la capital andaluza con la participación de miles de personas de diferentes países del mundo. Dichas conclusiones se han reunido en un documento bajo el título Una audaz renovación de la mirada, que ha sido presentado por el prelado y que se estructura en cuatro líneas de fuerza y siete conclusiones prácticas.
En su intervención, Saiz ha agradecido la participación y el compromiso a todos los congresistas, y ha destacado que, con las ponencias, se «ha puesto de relieve, muchas veces de forma implícita, la llamada fundamental a una audaz renovación de la mirada, como el modo concreto de las hermandades y cofradías para llegar a ser fermento en el mundo contemporáneo».
Las cuatro líneas de fuerza extraídas del encuentro son «encuentro, reflexión, contemplación y compromiso». En este sentido, el arzobispo ha afirmado que «la pertenencia a una cofradía o a una hermandad no es algo aleatorio, sino un hecho que está íntimamente ligado a la pertenencia familiar, que es el primer ámbito de anuncio de la fe para los hijos. Por ello, las cofradías no son simples sociedades de ayuda mutua o asociaciones filantrópicas».
Además, Saiz ha puesto de relieve la misión y el compromiso social de las hermandades, «entendidos como una respuesta concreta a las necesidades de los más vulnerables, pero, sobre todo, como una llamada directa a la conversión y a la santificación personal de sus miembros». Este compromiso social, lejos de ser una acción aislada, se presenta como «una dimensión intrínseca a la espiritualidad de las hermandades, que están llamadas a ser escuelas de santidad, donde cada gesto de servicio y cada proyecto caritativo son una invitación a crecer en virtud, a fortalecer los lazos de fraternidad y a caminar juntos hacia la plenitud de la vida cristiana», ha explicado.
Entre las conclusiones prácticas se encuentran la formación cristiana, «que debe ser una prioridad en las hermandades», hacer presente el amor de Dios en medio de su pueblo respondiendo a las necesidades actuales, o redescubrir la contemplación y el encuentro con Cristo. Por otro lado, el arzobispo hispalense ha anunciado la creación de un observatorio «como espacio de estudio y reflexión permanente sobre la piedad popular».
María, «faro luminoso de esperanza»
Como parte de la clausura de este encuentro internacional, también ha tenido lugar este domingo la celebración de una Eucaristía en la catedral de Sevilla, coincidiendo con la festividad de la Inmaculada Concepción. En su homilía, el arzobispo Saiz Meneses ha presentado a la Virgen María como «un signo evidente de la nueva creación, que se erige en el faro luminoso y perpetuo de la esperanza, en el corazón de la fe cristiana».
También ha afirmado que «a la violencia de las armas a través de la guerra y sus consecuencias, que ataca nuestros cuerpos; y a la violencia de las palabras, por la desinformación y la ideología, que violenta nuestra inteligencia, hoy se añade una situación que podríamos llamar la violencia de la imagen». De esta manera, ha aludido a la «tiranía que nos oprime desde los teléfonos móviles y tablets, o desde el ordenador personal y la televisión, que distorsiona nuestra percepción del mundo, de nosotros mismos, de los demás, e, incluso, de Dios».
El prelado hispalense ha reiterado que este congreso internacional ha mostrado que la gran contribución actual de la piedad popular a la misión de la Iglesia consiste en «una audaz renovación de la mirada», donde las hermandades «deben llevar la esperanza de un cruce de miradas en el que somos vistos por el mismo Dios».
ESTER MEDINA
Alfa y Omega