1ª misa de cardenal en Lima, el 31 de julio: Cuando un sinnúmero de audios implican a jueces y fiscales en contubernios y actos de corrupción, el pueblo peruano pide a gritos nuevas autoridades gubernamentales. En medio de este panorama resurge la esperanza para la Iglesia en el Perú con monseñor Pedro Barreto Jimeno, el nuevo cardenal que pide más acción frente a la corrupción.
Tras ser creado Cardenal de la Iglesia Católica el pasado 28 de junio en Roma, monseñor Pedro Barreto Jimeno, Arzobispo de Huancayo celebró su primera misa en Lima el 31 de julio de 2018 en las instalaciones del templo de San Pedro.
Desde el púlpito de esta parroquia recordó cómo vivió en este lugar cuando pequeño el encuentro con Cristo, en su mensaje animó a la feligresía a no eximirse de la responsabilidad de construir la paz ante el flagelo de la corrupción que amenaza con enquistarse en los tres poderes del estado peruano.
Horas antes de que el templo abriera sus puertas, cientos de ciudadanos peruanos yacían al interior de esta parroquia, conocida también como Basílica Menor y Convento de San Pedro, que data de 1569, ubicado en el centro histórico de la ciudad capital. Con vivas y aplausos de los asistentes, el Cardenal Barreto ingresó al templo, construido solo 34 años después de la fundación de Lima por la Compañía de Jesús en el Perú.
Con un contundente mensaje al pueblo peruano, Mons. Pedro Barreto reafirmó su identificación con Cristo en este recinto eclesial donde desde los 6 años sirvió como monaguillo y conoció a la Compañía de Jesús: “Serví como acólito en mi niñez y descubrí los signos iníciales del llamado del Señor a la Compañía de Jesús”, compartió el cardenal peruano.
No más silencio ante la corrupción
Escoltado por 80 sacerdotes jesuitas ingresó el neocardenal Barreto a uno de los complejos religiosos más importantes del siglo XVI en el Centro Histórico de Lima. Monseñor Nicola Girasoli, Nuncio Apostólico en el Perú, lo esperaba para darle la bienvenida. “No permitamos que la mundanidad le quite el gozo al pueblo de Dios, que hoy se alegra por esta designación como cardenal”, fueron las palabras escritas por el Papa Francisco que dio lectura el Nuncio.
“Corruptos no, pecadores sí”: fue el mensaje que dejó Francisco en Perú luego de su visita en enero pasado. El creado Cardenal Barreto celebró no solo este signo del amor providencial del Señor al ser incluido en el grupo de cardenales, asesores suyos, sino también conmemoró los 450 años de la llegada de la Compañía de Jesús al Perú…”esta acción de gracias va unida a un fraternal recuerdo de las generaciones de jesuitas que han servido a nuestra patria, a sus culturas y a su historia”, sostuvo emocionado su excelencia.
Luego de felicitar el acertado mensaje a la nación y las medidas tomadas por el Presidente de la República, Martín Vizcarra, frente a la corrupción generalizada que enfrenta el país, Barreto insistió en afirmar que “la corrupción es un proceso de destrucción que nutre la cultura de muerte”, porque el afán de poder y de tener no tiene límites, en ese sentido el Cardenal animó al mandatario peruano, quien estuvo presente acompañado de su esposa Maribel Díaz, a promover propuestas de acción que incluyan la participación de todos los ciudadanos.
La celebración eucarística fue concelebrada por el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima; monseñor Miguel Cabrejos, Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y Arzobispo Metropolitano de Trujillo; monseñor Robert Prevost, Segundo Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana y Obispo de Chiclayo; monseñor Norberto Strotmann, Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana y Obispo de Chosica; monseñor Ángel Simón, Obispo de Chimbote; y monseñor Luis Bambarén, obispo emérito de Chimbote, entre otras personalidades eclesiales.
Imagen: Cardenal Pedro Barreto Jimeno
(© Vatican News)