El prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos en la apertura de la Asamblea General Anual de las Obras Misionales Pontificias
El cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, ha explicado que el Espíritu Santo y sus signos de los tiempos nos llaman a superar las diferencias y las separaciones eclesiales, que son artificiales, entre las tierras de misión y los países cristianos, entre las Iglesias que envían misioneros y las Iglesias en tierras de misión que los reciben. La evangelización, tanto en sus fases iniciales de nuevo anuncio, como en sus etapas más avanzadas de pastoral y evangelización ordinaria, es transversal a todas las Iglesias del norte y del sur, del este y del oeste. Lo hizo durante su discurso de apertura ante la Asamblea General Anual de las Obras Misionales Pontificias (OMP), que se inauguró el lunes 30 de mayo en Roma, y que este año lleva por tema “Despertar la conciencia de la misión hoy. Las OMP al servicio de las Iglesias jóvenes”.
De este modo, el cardenal Filoni indicó que “las Iglesias jóvenes, a las que las OMP pretenden ofrecer un servicio adecuadamente misionero siempre, representan una fuente imprescindible para despertar la conciencia de la misión en todos los cristianos”.
Este año, la Asamblea General coincide con el centenario de la fundación de una de las cuatro Obras Misionales, la Pontificia Unión Misionera (PUM), establecida por inspiración del Beato Padre Paolo Manna, PIME.
La intuición carismática misionera de la PUM –aseguró el prefecto– sigue siendo válida actualmente y es fuente viva para un replanteamiento y una reforma radical, como era y todavía lo es, de su finalidad intrínseca: todos los fieles, todo el Pueblo de Dios, en virtud del bautismo, son responsables de la misión universal, y de la misión ad gentes de la Iglesia.
Por otro lado señaló que “a las Iglesias de antigua tradición les cuesta tener más pasión e interés por el anuncio del Evangelio en las tierras e Iglesias más allá de sus propias fronteras”. Las Iglesias más jóvenes parecen, a veces, demasiado preocupadas por organizarse administrativamente replegándose sobre sí mismas excesivamente, observó el cardenal Filoni.
Y en esta misma línea indicó que los fieles y los pastores cada vez “tenemos más difícil”, bajo el peso de los retos culturales, económicos y religiosos actuales, “el sentirnos preparados y fuertes para salir a las periferias existenciales y territoriales que van mucho más allá de las clasificaciones habituales sociológicas y económicas”.
Por eso precisó que en esta renovación de la conciencia de la misión, ahora se podría asignar a la PUM una “tarea de educación continua y misionera al servicio de las Iglesias jóvenes en sus más diversas instancias.” Los organismos, asignados a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, con fines de formación misionera, “podrían servir, de una manera nueva, a la animación misionera de las iglesias de antigua tradición cristiana, gracias a la labor de formación permanente misionera que la PUM , junto con las otras tres Obras Pontificias, de las que es el alma, podría ofrecer a las Iglesias jóvenes”, explicó a los presentes el cardenal Filoni.
Finalmente, el prefecto manifestó su deseo de que “los trabajos de esta Asamblea General sean proficuos” y “sirvan para renovar el compromiso para que podamos despertar la conciencia de la misión hoy, gracias a nuestro servicio como OMP en favor de las jóvenes Iglesias”.
Rocío Lancho García (Zenit-Roma)