Ciudad del Vaticano, (Vis).-»L’amore prima del mondo», (El amor antes del mundo) es el título del volumen de la editorial Rizzoli que recoge el diálogo del Papa Francisco con niños y niñas de diversas instituciones jesuitas de los cinco continentes que le han enviado 31 cartas y dibujos pidiéndole consejos, explicaciones y respuestas a las cuestiones que más les interesan.
El título retoma la respuesta del Papa a la pregunta: »¿Qué hacía Dios antes de crear el mundo?» :»Antes de crear el mundo Dios amaba porque Dios es amor». A lo largo de ochenta páginas, Francisco dialoga con el jesuita Antonio Spadaro, director de La Civiltá Cattolica, que el pasado verano fue a la Casa de Santa Marta para llevarle las misivas y dibujos de los niños y niñas y pedirle que les contestara. El Papa aceptó la propuesta y el resultado es el libro que sale hoy en las librerías italianas y pronto estará disponible en otros idiomas.
Francisco responde a las preguntas más variadas, desde cómo pudo Jesús andar sobre el agua: »Dios no se hunde», hasta porqué nos ha creado si sabía que ibamos a pecar contra El: »Porque Dios nos ha creado como El. Libres. Y ser libres comporta la posibilidad de pecar…La libertad puede asustar porque no es programable. Por eso es hermosa y es el don más grande». Para responder a los interrogantes más infantiles sobre el demonio y los ángeles de la guarda, el Papa recurre al imaginario fantástico de los niños: »Dios venció al diablo en la cruz. Pero al diablo le pasa como a los dragones grandes y espantosos cuando se les derrota y se les mata: tienen una cola muy larga y aunque estén muertos y derrotados, siguen dando coletazos».
También hay preguntas sobre la guerra y las atrocidades, como la de un niño de Nigeria, que quiere saber cómo podría resolver esos conflictos. »Hay que ayudar a las personas de buena voluntad a hablar mal de la guerra. Yo no puedo resolver los conflictos del mundo. Pero tu y yo podemos intentar hacer de esta tierra un mundo mejor. Hay que convencer a todos de que la forma mejor de ganar una guerra es no hacerla. No es fácil, lo sé. Yo lo intento. Inténtalo tu también».
Desde China quieren saber porqué al Papa le gusta el fútbol. »Nunca aprendí bien la técnica del juego- confiesa Francisco- No tengo los pies ágiles. Pero me gusta mucho ver al equipo en el campo porque es un juego de solidaridad». De Reino Unido llega la pregunta de cuáles son las decisiones que más cuestan al Papa . »Son muchas -admite – pero si tengo que decirte el tipo de decisión que me resulta más difícil es la de quitar a alguien de un puesto de responsabilidad o de una posición de confianza o de un camino que está recorriendo porque no es apto para ello».