A los heraldos sanchistas, que son mayoritarios en todas las tribunas mediáticas, se les hinchan los carrillos al ponderar exageradamente las bondades en la gestión económica del sanchismo.
Lo primero que hay que subrayar es que es una gestión dopada hasta el paroxismo mediante la deuda que se acumula, el déficit y las ayudas exteriores procedentes de la Unión Europea. Aun así, se pongan como quieran, el hecho cierto es que hay millones de hogares españoles que llegan a duras penas a final de mes, tienen que recortar gastos en temas perentorios (alimentación, educación, vacaciones, nivel de vida en general) y recurrir a hipotecarse. Esto es así y no es de otra manera.
Ese porcentaje se eleva al 63% de las familias españolas. Es falso que el nivel de empleo sea el que mes a mes difunde el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz. Hay que sumar al menos un millón más camuflado entre los fijos discontinuos.
La deuda pública (la privada también es colosal) ha sobrepasado ya límites aceptables y soportables para un crecimiento económico que es falsario y conduce a error. En este sentido, el sanchismo ha sumado 400.000 millones más a la deuda heredada de los anteriores gobiernos y no parece importarle demasiado: se sigue gastando sin control y con inmensa alegría. Ha superado con creces el billón y medio de agujero y nadie sabe cómo pararlo. Veremos si a partir del próximo mes de junio la UE (la economía es el único capítulo que parece importar a Bruselas) se pone los manguitos y exige a Sánchez que empiece con los recortes. De lo contrario, una vez más corresponderá llevar a cabo la cirugía que todos saben cómo acaba electoral y políticamente.
Como el Gobierno no ofrece ni una miaja de ejemplaridad, todo es gasto propio y más despilfarro, el pueblo llano parece haber decidido hacer lo que pueda. Ahí está el matrimonio presidencial cambiando de Falcon, tirando de palacios a gogó, comiendo opíparamente a cuenta del contribuyente, cuando sus pares europeos se pagan sus propias vacaciones y viajan en turista o en su propio vehículo.
¿Tiene arreglo todo este festín?. Sí, desde luego que lo tiene.
GRACIANO PALOMO
Publicado en OKdiario el 31.3.2024