El Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, que se celebra cada año el 21 de mayo, nos recuerda no sólo la riqueza de las culturas del mundo, sino también el papel esencial del diálogo intercultural para alcanzar la paz y el desarrollo sostenible. Teresa Albano: «Abrir el corazón a lo que se percibe como diferente es en realidad un viaje hacia la propia identidad».
Ciudad del Vaticano, 21 de mayo 2024.- Aceptar y reconocer lo diferente para fomentar el diálogo entre civilizaciones y culturas es el objetivo del Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, establecido oficialmente por las Naciones Unidas en 2002 y que se celebra cada 21 de mayo. Un momento de reflexión para sensibilizar a las jóvenes generaciones sobre las cuestiones del diálogo y la integración. Esta celebración nos recuerda que la aceptación y el reconocimiento de la diversidad fomentan el diálogo entre civilizaciones y culturas, el respeto y el entendimiento mutuo.
Diálogo, comprensión y cooperación
Creado en 2012, el Centro Internacional para el Diálogo KAICIID es una organización intergubernamental con el mandato de promover el diálogo a nivel mundial para prevenir y resolver conflictos, mejorar la comprensión y la cooperación. Es la única organización intergubernamental con un consejo compuesto por representantes de las principales religiones del mundo. Teresa Albano, responsable del programa para la región de Europa, afirma: «Lo que realmente hace posible el diálogo entre personas de culturas diferentes es una auténtica curiosidad por comprender al otro, una mirada, una actitud, un corazón abiertos a la escucha y un deseo de entender cómo ve el mundo el otro, con respeto, con curiosidad con empatía y con ganas de descubrir».
La diversidad es un bien indispensable
«La diversidad a menudo puede generar miedo y desconfianza, esto depende precisamente de una serie de condiciones previas, el entorno familiar en el que uno ha crecido, el entorno social, la narrativa política y social», recuerda Albano, «lo que hace posible la coexistencia pacífica es una política fuerte de defensa de los derechos humanos y de protección de las minorías». Por otra parte, las principales causas de los conflictos mundiales tienen una dimensión cultural. Por ello, la diversidad cultural se considera un motor de desarrollo, no sólo en términos de crecimiento económico, sino también como medio para llevar una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual satisfactoria.
Inmigración e integración
Según estudios recientes realizados por el Parlamento Europeo, entre las principales razones de este fenómeno se encuentran factores sociopolíticos como la persecución étnica, religiosa, racial, política y cultural, que empujan a las personas a huir de sus países. Factores como el envejecimiento o el crecimiento de la población pueden afectar tanto a las oportunidades de empleo en los países de origen como a las políticas de inmigración en los países de destino. El estudio muestra que la inmigración demográfica y económica está más bien vinculada a las malas condiciones de trabajo, las altas tasas de desempleo y el estado general de la economía de un país. Entre los factores de atracción figuran salarios más altos, más oportunidades de empleo, mejor calidad de vida y más oportunidades. De hecho, Teresa Albano recuerda que la migración se compone de dos elementos, uno visible y otro invisible: «El visible son las políticas, que permiten que la migración se produzca de forma regulada, sana y flexible. Por otro lado, hay un componente invisible, que considera al migrante como una persona de valor, alguien que aporta un valor añadido». Por lo tanto – oncluye Albano-, es a partir de la combinación de estos componentes como se puede crear un entorno que permita que se produzca la integración. Según la responsable de la región europea del KAICIID, la inmigración debe verse como una contribución positiva al desarrollo de las sociedades de acogida, porque es a partir de la migración legal y bien regulada como la integración puede tener lugar de forma eficaz y eficiente.
La identidad en el diálogo intercultural
«Abrir el corazón a lo que se percibe como diferente es en realidad un viaje hacia la propia identidad, porque el que tenemos enfrente nos permite en realidad hacer resonar en nuestro interior partes de nosotros mismos que probablemente están aún poco exploradas», afirma Teresa Albano, que subraya de este modo cómo es ilusorio pensar que «la identidad es monolítica y unívoca, el género humano es un “condominio”, porque el ser humano en la vida reviste múltiples identidades que hacen posible el encuentro con el otro en muchos niveles diferentes».
JESSICA JEYAMARIDAS