Declaraciones de la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la clausura de la Asamblea de la Confederación Española de Jóvenes Empresarios.
? El Gobierno de España y otros muchos dirigentes políticos hablan alegremente de la armonización fiscal cuando es para subir impuestos, pero callan cuando es para bajarlos. Saben lo fácil que es destruir, pero no lo complicado que es construir.
? Un buen ejemplo es el impuesto de sociedades. España ostenta el dudoso honor de tener el cuarto tipo impositivo marginal más alto de la Unión Europea, y no he oído ninguna voz a favor de reducirlo. Es más, solo hablan de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, anacrónicos y que no existen en la Unión Europea.
? Nuestros empresarios, además de pagar impuestos también muy elevados por las cotizaciones de sus trabajadores, el IVA, la tributación a los plásticos, y en algunas regiones un sinfín más de tributos directos, tienen que pagar casi un 23% más que sus homólogos europeos por los beneficios obtenidos en España y eso no es justicia fiscal.
? Es una interpretación sesgada de nuestra Constitución, que usan quienes desconocen lo que cuesta crear un puesto de trabajo para justificar una tributación tan alta que en algunos casos se convierte en confiscatoria. Otro buen ejemplo son los tramos que ha propuesto el Gobierno de España para las cotizaciones a la seguridad social de los autónomos.
? Un trabajador por cuenta propia con un rendimiento neto de 32.000 euros pagará más de 6.500 euros a la Seguridad Social y otros 6.200 por IRPF. Es decir, un 40% de sus beneficios irán destinados a cumplir con sus obligaciones tributarias. Ni los empresarios ni los autónomos son cajeros automáticos al servicio de ningún gobierno.
? En momentos difíciles como éste es cuando más hay que estar de vuestro lado. Por eso celebro el acuerdo que habéis alcanzado desde la CEOE para la prórroga de los ERTEs. Espero que el Gobierno de la Nación siga la estela de otros muchos países europeos y lleve a cabo una política que reduzca vuestra carga fiscal y la haga compatible con la necesaria estabilidad presupuestaria que necesita nuestro país. El capital es libre, y si no es reconocido aquí, se irá a otro lugar.