En el aniversario del Primer Congreso Mundial Gitano, celebrado en Londres el 8 de abril de 1971, que recuerda la historia de este pueblo y rinde homenaje a las víctimas de las distintas persecuciones a lo largo de los siglos, mons. Satué Huerto, responsable de la Pastoral con los Gitanos, en España, los exhorta a no olvidar sus raíces, su cultura y a recordar al mundo la importancia de la familia.
8 de abril 2024.- “Esta fecha, que nos recuerda quienes somos y nos une con todos los gitanos del mundo, nos trae al corazón el sufrimiento de tantos hermanos y hermanas a lo largo de los siglos, un sufrimiento que se manifiesta hoy en las familias que pasan necesidad, en muchos chavorrillos (niños) que tienen dificultades para estudiar, en los jóvenes que no encuentran trabajo o en mujeres que sufren la desigualdad y la discriminación”. Lo escribe monseñor José Antonio Satué Huerto, Obispo de Teruel y Albarracín y responsable de la Pastoral con los Gitanos de la Conferencia Episcopal Española, en un mensaje con motivo del Día Internacional del Pueblo Gitano, que recuerda el Primer Congreso del Pueblo Gitano, realizado en Londres, el 8 de abril de 1971.
Una fecha que también recuerda, como afirma monseñor Satué Huerto, todas las barreras que el pueblo romaní/ gitano ha superado y el legado que los gitanos han transmitido a través de una cultura llena de valores cristianos. Valores que “nuestra sociedad necesita”, reitera el prelado al hacer memoria del Papa San Pablo VI quien, en 1965 en Roma, ante miles de gitanos y gitanas del mundo entero, recordaba: “Vosotros estáis en el corazón de la Iglesia”.
“No olvidemos nunca nuestras raíces, nuestra cultura, recordad al mundo entero la importancia de la familia, del cuidado de los mayores, del respeto… pero tampoco olvidéis nunca que sois hijos de Dios, hijos de la Iglesia, hijos muy queridos de la Majarí Calí ( Virgen gitana) a la que en tantos momentos de persecución habéis acudido pidiendo amparo y protección; sois hermanos y hermanas de nuestros beatos Emilia y Ceferino, cuyo recuerdo e intercesión tanto nos animan”, subraya el responsable de la Pastoral con los Gitanos.
Salgamos a evangelizar
El Obispo de Teruel Albarracín hace una reflexión sobre sobre la Pascua de Resurrección, celebrada hace apenas una semana, la “gran noticia que acogemos, celebramos y queremos transmitir: ¡Jesús Resucitó! Una alegría, que también “debemos transmitir -recuerda monseñor Satué Huerto – las personas que sufren tantas situaciones de enfermedad, incomprensión, marginación…”.
Más adelante, el obispo invita a ir al encuentro con Jesús Resucitado: “Cuando nos dejamos encontrar por Él, no se acaban nuestros problemas, pero podemos vivir una vida nueva, porque Él nos resucita ya aquí: del miedo a la confianza, de la indiferencia a la compasión, de la comodidad al compromiso, del individualismo a la fraternidad, del pesimismo a la esperanza…”
El responsable de la Pastoral con los Gitanos del episcopado español, recuerda las palabras del himno gitano que anima a los gitanos a continuar haciendo camino, dar lo mejor de sí mismos, de ser sal de la tierra y luz del mundo:
“Salgamos pues a evangelizar; anunciemos: “somos gitanos, somos pueblo de Dios, somos Iglesia”; llevemos una palabra de aliento, de esperanza a tantas personas que la necesitan; convirtamos la noche en día a nuestros hermanos; seamos testimonio vivo de un Dios que vive, y vive en lo sencillo, en lo ordinario de nuestras vidas, y eso es lo que hace todo extraordinario”, concluye el prelado.
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