Uno de cada 12 habitantes de Banki, en el estado de Borno, habría muerto en los 6 últimos meses. Las tasas de desnutrición severa en niños menores de 5 años alcanzan el 15% en varias localidades.
Cada nueva localidad a la que llegan los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Borno, estado del noreste de Nigeria donde unas 500.000 personas están viviendo sin apenas recibir ayuda externa, se encuentra en la misma situación sanitaria catastrófica que la anterior.
Uno de los últimos lugares en recibir la visita de la organización humanitaria ha sido Banki, un poblado cercano a la frontera con Camerún que sólo es accesible con escolta militar y que actualmente alberga a unas 15.000 personas, en su mayoría desplazados por el conflicto. Tras una evaluación rápida, los responsables médicos de la organización calculan que uno de cada 12 habitantes del poblado habría muerto en los últimos seis meses, lo cual representa una mortalidad extremadamente alta.
«En Banki, como en muchas otras localidades, la gente prácticamente no tienen ningún acceso a la ayuda humanitaria. Aislados, bloqueados y reagrupados en una ciudad parcialmente destruida, dependen totalmente de una ayuda exterior que no tienen. Si no somos capaces de proporcionarles ayuda alimentaria y médica de emergencia en el menor tiempo posible, la desnutrición y las enfermedades seguirán causando estragos. Por eso insistimos en nuestro llamamiento a todas las organizaciones de ayuda para que asistan urgentemente a esta población en peligro», explica Hugues Robert, coordinador de emergencias de MSF a su regreso de Banki.
La población de Borno ha sufrido durante años el impacto directo de los ataques y enfrentamientos entre Boko Haram y las fuerzas armadas de la región. Tras verse obligados a abandonar sus hogares, hoy se enfrentan a una economía local derrumbada, unas rutas comerciales cortadas, unos cultivos destruidos y el ganado muerto. Gran parte de la población se ha visto afectada por meses de escasez de alimentos y su situación sanitaria es catastrófica.
La situación es especialmente alarmante en los niños menores de cinco años. Un 15% de los niños examinados por MSF sufren desnutrición aguda severa, que conlleva riesgo de muerte. En la ciudad de Banki, casi uno de cada tres niños padece algún grado de desnutrición.
Para responder a esta emergencia humanitaria, entre el 20 y el 22 de julio, MSF ha proporcionado alimentos terapéuticos a más de 4.900 niños y los ha vacunado contra el sarampión. Un total de 3.600 familias recibieron ayuda alimentaria de emergencia y seis personas en condición crítica fueron referidas al hospital Mora, en Camerún. En Banki, MSF también apoyará el acceso al agua potable y la mejora de las condiciones de saneamiento.
La situación en Banki es similar a la encontrada por las autoridades de Nigeria, otros equipos de MSF y las organizaciones de ayuda en diferentes partes del estado de Borno. En la localidad de Bama, por ejemplo, los equipos de MSF estiman que el 15% de los niños sufren desnutrición aguda severa.
«Estamos descubriendo gradualmente la magnitud de esta crisis y nos preocupan particularmente los habitantes de las zonas remotas a los que no hemos sido capaces de acceder», dice Robert. «A medida que se acerca la temporada de lluvia, también somos conscientes de la creciente amenaza de la malaria».
«Hemos establecido con las autoridades de Nigeria un compromiso a largo plazo, y queremos hacer todo lo posible para asistir a la población más vulnerable. Sin embargo, existe un alto nivel de inseguridad en la región, ya que el conflicto sigue activo, y las carreteras a veces están minadas. Esta situación se complica todavía más con el inicio de la temporada de lluvias, ya que los caminos están llenos de barro y el acceso cada vez resulta más difícil. En estas condiciones precarias y peligrosas, es vital permitir que la población pueda encontrar refugio en zonas más seguras, ya sea en Nigeria o en los países vecinos, y que aquellas personas que están gravemente enfermas puedan ser referidas a los hospitales de la región», explica Hugues Robert.
MSF hace un llamamiento a todos los actores para que se movilicen rápidamente y lleven asistencia médica, alimentaria y de emergencia a los habitantes del estado de Borno.
Con más de 2,7 millones de personas desplazadas, la cuenca del lago Chad es actualmente el escenario de una de las mayores crisis humanitarias en África. En respuesta al desplazamiento continuo y a las necesidades humanitarias, MSF ha aumentado considerablemente sus actividades médicas y de asistencia a los habitantes de las orillas del lago Chad, en Chad, Camerún, Níger y Nigeria. En 2015, nuestros equipos médicos proporcionaron más de 344.000 consultas, trataron a 13.000 niños desnutridos y vacunaron más de 58.500 personas contra el cólera.