Del Centro de Investigación Social Avanzada de México.
(zenit – 14 abril 2020).- El pasado 6 de abril de 2020, el Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV) de México, presentó el documento “Cuidar al otro: Consideraciones bioéticas ante la pandemia de COVID-19”, elaborado por algunos de sus académicos, donde ofrecen algunas recomendaciones bioéticas para entender el desafío global que representa una pandemia como la del coronavirus.
Principalmente, el documento trata tres temas: La ética del cuidado comienza en la familia, la ética del cuidado es la base para una auténtica promoción del bien común de la comunidad política y la necesidad de una bioética global en momentos en que se encuentran en riesgo aspectos importantes de la casa común.
Tras el estudio de estos temas, han llegado a la conclusión de que se necesita “una nueva gramática común que nos permita disponer de parámetros ético-jurídicos universales que preserven la justicia y promuevan la vida buena entre las personas y las naciones”, cuidar de la casa común y fortalecer los procesos de integración regional.
Asimismo, invitan a todas las personas a despertar de “la soberbia a nivel global” y a “abrir nuestras mentes y corazones a la esperanza”, concluyendo con una frase de Charles Péguy: “La caridad es un hospital, un sanatorio que recoge todas las desgracias del mundo. Pero sin esperanza, todo eso no sería más que un cementerio”.
Algunos de los doce académicos del CISAV que han participado en la elaboración del texto son: Rodrigo Guerra, Fidencio Aguilar Víquez, José Miguel Ángeles de León, Giampero Aquila, Cristóbal Barreto Tapia, Julia Basilio Moreno o Patricia Mancilla Dávila.
“Cuidar al otro”
En la introducción del documento se incluye: “‘Cuidar al otro’ no es pues un mero eslogan o una ficción jurídica. Es un llamado real a nuestra conciencia para que lo más humano de nuestra condición emerja venciendo la autorreferencialidad, el egoísmo, la indiferencia, el miedo y el aislamiento”.
Asimismo, ponen en valor la dignidad, “imprescindible para la construcción del bien común, para la justicia, y por ende, para la paz” y el cuidado a las personas, sobre todo a las de máxima vulnerabilidad.
Importancia de la familia
El primer asunto que estudian los académicos del CISAV es “la ética del cuidado comienza en la familia y entre las familias”, ya que es donde se establecen las relaciones fundamentales. Ante una pandemia como la que hoy vive la humanidad, es esencial el “redescubrimiento de la familia en su naturaleza profunda, en su capacidad de mostrar una humanidad diversa, en su anhelo por una vida mejor”.
Por lo tanto, algunos de los criterios éticos que recomiendan tomar como familia son: “Cuidar de la salud propia y de nuestros familiares, aun sabiendo que los bienes mayores de las personas son los morales; ser responsables en el aislamiento físico, evitando el egoísmo que puede provocar el miedo y considerar la familia como un “sujeto”, no como objeto de atención en los programas y políticas públicas”.
“La generosidad y la preocupación por el otro se distorsionan si la familia y sus miembros no se descubren como parte de un tejido de intercambios y servicios supra-utilitarios sin los cuales no se sostiene ninguna sociedad”, añaden en el texto.
Responsabilidad política
El segundo tema que tratan en el documento es “la ética del cuidado es la base para una auténtica promoción del bien común por parte de la comunidad política”, donde hacen hincapié en la corresponsabilidad entre los ciudadanos, autoridades, instituciones sanitarias, empresas, organizaciones de la sociedad civil e iglesias para controlar el ritmo de contagio del virus.
“Toda autoridad civil debe recordar que la legitimidad de un gobierno no sólo brota de su origen sino también de su ejercicio. En el servicio a los más pobres, a los marginados y a los vulnerables se verifica si el compromiso de un gobierno a favor del bien común es verdadero o meramente retórico”, destacan desde el CISAV.
Asimismo, defienden que las autoridades civiles deben tomar medidas preventivas contundentes de manera anticipada para paliar lo antes posible la expansión de la pandemia y piden al gobierno que entiendan “la importancia del principio de subsidiaridad”, así como el establecimiento de criterios a la hora de atender a los pacientes sin discriminar a nadie.
Necesidad de bioética global
El tercer y último tema que estudian los académicos del CISAV en el documento es “una bioética global para el cuidado de la casa común”, reivindicando la centralidad de la persona humana y su dignidad, ya que “el mundo entero está más interrelacionado que nunca. No bastan los esfuerzos aislados de los estados para preservar el bien común. Como lo han dicho en diversas ocasiones varios Pontífices durante el siglo XX y comienzos del siglo XXI, es preciso que existan instituciones internacionales que de manera subsidiaria cuiden del bien común internacional en distintos planos y niveles regionales”.
Asimismo, invitan a reconsiderar el valor de la cooperación internacional, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la misión de la Organización de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales, la solidaridad entre las personas, las redes solidarias y las medidas precautorias y anti-migratorias.
Centro de Investigación Social Avanzada
El Centro de Investigación Social Avanzada, se fundó en enero de 2008 en la ciudad de Querétaro, México, como un espacio de encuentro y de formación académica que busca dar respuesta a las principales cuestiones que marcan actualmente la existencia de las personas y de nuestra sociedad.
Al día de hoy, está integrado por 19 personas que trabajan en su campus de Querétaro, las mismas que colaboran cotidiana y estrechamente con una amplia comunidad de exalumnos, académicos y actores sociales en todo el mundo.
CHRISTIAN VALLEJO
Imagen: Relaciones Familiares (© Cathopic)