El Presidente Nacional de la CONCAPA, Pedro José Caballero, ha manifestado su rechazo hacia la reforma educativa propuesta por el Gobierno socialista. La ministra Celaá quiere hacer cambios sin ningún diálogo con los miembros de la comunidad educativa, cambios que van desde no garantizar los conciertos a ningunear la enseñanza de la Religión pasando por la supresión de la demanda social. Por ello, desde CONCAPA hemos pedido su dimisión y hemos público un decálogo de rechazo a los cambios que propone el actual Ministerio de Educación.
Se trata de 10 razones:
1.- Se escuda en una urgencia educativa que no existe, puesto que los aspectos más controvertidos de la LOMCE no se están aplicando y realmente sólo responde a un interés político e ideológico partidista.
2.- Carece del más mínimo consenso, algo fundamental para dar estabilidad al sistema educativo. Los mismos que criticaron la LOMCE por impositiva y abandonaron la Subcomisión parlamentaria del Pacto Educativo proponen ahora una nueva ley sin consenso ni participación.
3.- Asfixia el derecho a la libertad de enseñanza, omitiendo cualquier referencia a la misma, pese a ser un pilar del artículo 27 de la Constitución.
4.- Restringe el derecho de las familias a elegir el tipo de enseñanza que quieren para sus hijos al eliminar el concepto de “demanda social” como criterio a tener en cuenta en la programación y al suprimir la referencia a los padres como principales responsables de la educación de sus hijos.
5.- Relega a la enseñanza concertada a un papel secundaria, cuando la legislación española y la europea, así como diversos pronunciamientos judiciales, reconocen su carácter complementario y por tanto en el mismo nivel que la pública.
6.- No incorpora ninguna medida que mejore las condiciones de los profesores de los centros concertados; incluso perjudica a los trabajadores de dichos centros al eliminar como criterio prioritario en la admisión de alumnos que el padre o la madre del niño trabajen en el centro.
7.- Conculca el derecho a la dirección de centro de los titulares al incluir la figura del representante del ayuntamiento en el consejo escolar de los centros como una especie de “comisario político” que puede cuestionar el proyecto educativo por el que ha sido elegido cada centro.
8.- Suprime las referencias a la asignatura de Religión en la regulación de las distintas enseñanzas (Primaria, ESO y Bachillerato), remitiendo el cumplimiento de los Acuerdos Iglesia-Estado a una posterior e incierta normativa reglamentaria.
9.- Omite las necesarias previsiones económicas para hacer frente al coste real del puesto escolar, de manera que su financiación se equipare con la de los centros públicos.
10.- Adopta algunas medidas académicas dudosas, se proclama la importancia de la evaluación pero se reducen los requisitos para promocionar (en Bachillerato se podrá titular con una materia suspensa) y se limita o se oculta el conocimiento de las pruebas de diagnóstico.
Caballero ha señalado que pedimos de nuevo la dimisión de la Sra. Ministra por su falta de diálogo, la imposición descarada de un anteproyecto de ley de educación (no se ha respetado ni el plazo de diez días que dio para presentar propuestas a través de la web) y la falta de voluntad para intentar alcanzar un Pacto Educativo.
En relación con el Anteproyecto presentado/impuesto contiene disposiciones intolerables que afectan al ejercicio de la libertad de enseñanza y sin el más mínimo diálogo ni consenso, porque la ministra nunca nos ha recibido, si bien lo hemos solicitado en diversas ocasiones.
Gabinete de Comunicación de Concapa