El Presidente Nacional de CONCAPA, Pedro José Caballero, solicita al PSOE, a Podemos y a los partidos nacionalistas alineados con aquéllos, que saquen adelante la Ley sobre adoctrinamiento escolar y que dejen de hacer política con nuestros hijos y nuestras familias, condenando enérgicamente su negativa a aprobar un texto legal para combatir el adoctrinamiento que se está produciendo en muchas de nuestras aulas.
CONCAPA no critica la falta de acuerdo en los términos y formas que deba incluir la ley, sino que reprueba la torpe negación que hacen de que se esté llevando a cabo ese adoctrinamiento en las aulas. “No sabemos si estos grupos políticos no ven el adoctrinamiento o es que su objetivo es que sí se adoctrine en las aulas –dice Pedro José Caballero- pero en el caso de percibir lo que está sucediendo en la realidad española, sería muy acertado que ofreciesen soluciones al respecto en lugar de ejercer de ‘oposición’ exclusivamente”.
CONCAPA considera, además, que resulta torticera la interpretación de estos partidos en cuanto a que las reformas legislativas propuestas atacan al profesorado. Muy al contrario, CONCAPA entiende que reformas legales como las propuestas por Ciudadanos y el Partido Popular protegen al profesorado, procurando que éste goce de las garantías necesarias para evitar que el partido político de turno pueda chantajear su vocación educativa y neutral con otros aspectos que puedan afectar a su status personal.
Ello no quita -reiteró el Sr. Caballero-, para que “si algún profesional de la enseñanza utiliza su libertad de cátedra para procurar un adoctrinamiento concreto de nuestros hijos, deba ser investigado y en su caso, sancionado como sucedería a cualquier otro funcionario público”. Decir -como hizo el representante de ERC- que esta ley ataca la profesionalidad de más de 100.000 profesores de la escuela catalana, es nuevamente engañar a los ciudadanos, demagogia a la que últimamente por desgracia nos tienen muy acostumbrados.
Finalmente, CONCAPA cree que el adoctrinamiento político no debe nunca producirse dentro de un aula y, por supuesto, a ningún otro nivel –sea institucional o no-, porque el daño que se origina -en este caso a los escolares- es enorme, puesto que los alumnos están en fase de aprendizaje. En definitiva, hay que proteger a los alumnos y a las familias frente a deshonestidades políticas como las que últimamente vienen acaeciendo con excesiva frecuencia, mirando hacia otro lado aun cuando todos saben que se están produciendo. Lo que esperamos de nuestros políticos, gestores del dinero público -dinero de todos-, en que lo inviertan bien, con pluralidad, tolerancia, igualdad, equidad y sin adoctrinamiento alguno.