Un año más, nos enfrentamos a la esperada vuelta al cole y es que, aunque nos encanten el verano y las vacaciones, está claro que la vuelta a la rutina es algo que también nos hace muy felices y, al final y al cabo, ¡septiembre es como empezar un año nuevo!
13 de septiembre 2022.- Además, esta vez nos enfrentamos a un inicio de curso escolar muy motivador y especial y es que, tras dos años de restricciones a causa de la Covid-19, por fin volvemos a las aulas con total normalidad, viviendo esta etapa como lo hacíamos antes de la pandemia. Adiós a los grupos burbuja, a las mascarillas en clase, a la distancia de seguridad… ¡Este año tenemos mucho que celebrar!
Ahora bien, a pesar de la ilusión por empezar un nuevo curso y volver a reencontrarse con profesores y amigos, así como seguir aprendiendo de sus asignaturas favoritas o divertirse en la hora del recreo, lo cierto es que, tras más de dos meses de vacaciones, muchas veces la vuelta a los horarios y madrugones se hace cuesta arriba. Así pues, las familias jugamos, una vez más, un papel fundamental en todo esto.
Durante las vacaciones estivales, los horarios y rutinas son totalmente distintos. Los más pequeños no tienen necesidad de madrugar, comen en horas distintas, se acuestan mucho más tarde… Y a esto, además, le sumamos que la mayor parte del tiempo la invierten en planes de ocio y diversión. Por ello, volver a tener unos hábitos de estudio que implican, madrugar, acostarse más temprano y, además, asumir deberes y responsabilidades, muchas veces cuesta un poquito.
Sin duda, una de las cosas más importantes es que, días antes de empezar el colegio, podamos ir estableciendo poco a poco estas rutinas para que el cambio no sea tan brusco ni de un día para otro. ¿Y cómo podemos hacerlo? Podemos empezar con acostumbrarles a que se vayan despertando cada día un poco antes hasta conseguir que, dos o tres días antes de empezar las clases, ya lo hagan en el horario que lo harán cuando estas comiencen. Por otro lado, debemos tener en cuenta que para los niños ir al colegio es, en muchas ocasiones, una obligación casi como para los adultos lo es ir a trabajar. Por ello, al igual que es muy satisfactorio trabajar en algo que nos gusta, es importante que les mostremos con entusiasmo lo importante y satisfactorio que es volver al colegio, volver a ver a profesores y amigos y volver a disfrutar aprendiendo de sus asignaturas favoritas, algo que les servirá para labrar su futuro y conseguir el trabajo que les gustaría tener.
Ahora bien, además de prepararles los días previos e ir cambiando poco a poco la rutina de las vacaciones y el verano, ¿cómo debemos actuar los primeros días de clase para hacerles la vuelta más llevadera y que puedan afrontarla con ilusión? Lo más importante es que nos impliquemos al 100% en cada uno de los días que están viviendo durante el curso, pero, sobre todo, que lo hagamos con más fuerza al inicio de este. Los primeros días, es imprescindible que mostremos gran interés por saber qué tal han ido los reencuentros, las primeras clases, conocer con qué compañeros les ha tocado sentarse, cómo se han sentido, qué es lo que más les ha gustado, si hay algo que les preocupa o les ha puesto tristes saber cómo han vivido el recreo, a qué y con quién han jugado, o qué asignatura es la que más ganas tienen de disfrutar este año.
Hablar con ellos y preocuparnos por todos estos aspectos, no solo despertará su interés en todo lo que están viviendo, sino que cobrará la importancia que realmente tiene y les ayudará en muchos aspectos. En primer lugar, estaremos reforzando en ellos la capacidad de comunicarse y de expresar sus sentimientos, tanto los positivos como los negativos, para que podamos trabajar, en este caso los segundos, y ayudarles a mejorarlos. En segundo lugar, implicarnos y mostrar interés en todo aquello que están viviendo en estos primeros días de curso les hará sentirse realmente valorados. Además, en este punto es realmente importante que respetemos sus preferencias y gustos, que fortalezcamos en ellos aquellas asignaturas, deportes o clases extraescolares que más les gusten sin menospreciar esto en ningún momento.
Si queremos darles un punto de vista distinto, es importante que lo hagamos desde el diálogo, con pros y contras, explicando puntos de vista sin imponer, ni obligar nuestros propios gustos o predilecciones.
Por otro lado, otra de las cosas que más les motivarán es que fijemos con ellos objetivos a largo plazo para cumplir durante todos estos meses de curso que tenemos por delante. Además, podemos fijar pequeños premios que conseguirán si cumplen estos objetivos, esto les ayudará a trabajar con entusiasmo cada trimestre y a esforzarse para conseguir todas sus metas.
Sin ninguna duda, está claro que, si hay algo que motivará a nuestros hijos durante este curso, es que los padres estemos cada día al pie del cañón, acompañándolos en el proceso y mostrando interés en cada uno de sus pasos.
ALEXIA ARAMENDI
Maestra de infantil en el área de inglés del Colegio Europeo de Madrid