Aves, mamíferos y reptiles son las especies más atendidas por los técnicos del centro.
“Desde la Comunidad de Madrid estamos firmemente comprometidos en conservar el territorio protegido de la región, su fauna y flora, y divulgar los valores ambientales”, ha afirmado.
El CRAS ha atendido más de 21.000 animales y el 60% de los ejemplares que ingresan son recuperados y devueltos a su medio natural.
La presidenta regional, Cristina Cifuentes, ha visitado el Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS), una instalación de la Comunidad de Madrid especializada en la atención de la fauna silvestre tanto autóctona de la región como exótica y que está considerada como uno de los mejores Hospitales de Fauna de Europa. Este centro abrió sus puertas en julio de 2010 y desde entonces ha acogido y trabajado en la recuperación de más de 21.000 animales, a los que la presidenta madrileña se ha referido como “nuestros vecinos ‘no humanos’ de la región”.
Tras recorrer las instalaciones del centro, Cifuentes ha asegurado que “desde la Comunidad de Madrid estamos firmemente comprometidos en conservar el territorio protegido de la región, su fauna y flora, y divulgar los valores ambientales”. La presidenta regional ha afirmado que “hay razones claras para destinar recursos públicos para algo que aparentemente se autogestiona, como es la naturaleza” y ha considerado “necesaria” la existencia de espacios como este Centro de Recuperación de Animales Silvestres, “que corrijan los efectos indeseados de la actividad del ser humano”.
Como ha indicado Cifuentes, “buena parte de los animales que aquí cuidamos han llegado después de ser atropellados por un vehículo, colisionado con vallas o tendidos eléctricos, o ser abandonados”, mientras “otros son ‘extraños’, ‘extranjeros’, que, víctimas de un capricho, fueron extraídos de su espacio. También los hay que simplemente se cayeron del nido o en sus primeros vuelos se extraviaron y desfallecieron”.
Los animales llegan hasta el centro entregados por particulares; por agentes forestales, del SEPRONA o de policías locales que los encuentran durante sus patrullas; o por el propio personal del CRAS, que se desplaza a recogerlos cuando se recibe un aviso. Algunos proceden de incautaciones o de cesiones de los propietarios, otros son ejemplares enfermos o que han colisionado con automóviles, vallados o tendidos eléctricos o simplemente crías y polluelos que han caído de sus nidos.
Todos ellos son tratados por los profesionales del centro, cuya “magnífica labor” ha agradecido la presidenta, que tienen como principal objetivo recuperarlos para devolverlos a su medio natural, algo que consiguen con el 60% de los animales que ingresan vivos en las instalaciones. En cuanto a las especies, los datos señalan que los principales “clientes” del CRAS son las aves (alrededor del 60% de los ingresos), seguidos de lejos por reptiles y mamíferos. Un patrón que confirma la estadística de los primeros seis meses de 2017, en los que el CRAS ha acogido a 1.735 ejemplares (entre ellos 1.046 aves, 395 reptiles y 235 mamíferos).
Análisis, control sanitario y formación
Pero el CRAS no sólo funciona como hospital de fauna autóctona y exótica, sino que el personal del centro también realiza el control sanitario de enfermedades de especies silvestres, para lo que sólo el pasado año 2016 extrajo más de 2.000 muestras, y se encarga además de realizar las necropsias a los ejemplares de fauna protegida que llegan al centro tras morir presuntamente tiroteados o envenenados, y también para determinar posibles brotes epidémicos en la fauna.
Desde 2010 se han realizado un total de 1.600 necropsias, una actividad que se va a seguir incrementando gracias al nuevo Plan de actuaciones contra el uso ilegal de veneno en el medio natural de la Comunidad de Madrid que va a poner en marcha el Gobierno regional y que persigue la erradicación total de esta práctica en el medio natural de la región con un endurecimiento de la normativa.
El centro también tiene una faceta formativa, y desde su puesta en marcha ha recibido a cerca de 160 personas entre voluntarios y alumnos de planes de formación vinculados a la conservación del medio ambiente, desarrollados en colaboración con instituciones educativas como las universidades Autónoma, Rey Juan Carlos, Alcalá o Alfonso X.
Asimismo, es reseñable el papel que juega el CRAS en el control de especies exóticas invasoras, centrado especialmente en la reducción activa de las poblaciones de mapache, visón americano, galápago de Florida o cotorra gris argentina, y en el control de la avifauna que anida en los alrededores del Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. En este caso es la Consejería de Medio Ambiente la que retira los huevos y pollos detectados en ese ámbito territorial, que podrían provocar accidentes aéreos, y los traslada al CRAS para su incubación o cría y posterior liberación en otros espacios.