‘Católicos y Vida pública’, organizado por la Universidad Santo Tomás cuenta con el apoyo del arzobispado de Santiago
Con una bendición especial del entonces cardenal Joseph Ratzinger, la Universidad Santo Tomás inició hace 12 años los Congresos Iberoamericanos “Católicos y Vida Pública”, con el apoyo del Arzobispado de Santiago.
Hoy, a más de una década de su inicio, cientos de personas vuelven a reunirse una vez más para formar parte de este encuentro, buscando reflexionar en torno a la voz de los católicos en la sociedad actual.
La XII versión del Congreso Católicos y Vida Pública comenzó con una misa presidida por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Ricardo Ezzati.
Tras las palabras de bienvenida de Esther Gómez, directora nacional del congreso, y el Rector Nacional de la Universidad Santo Tomás, Jaime Vatter, quien destacó el orgullo que significa para nuestra institución organizar este evento, ya que “sabemos que muchas personas se han visto beneficiadas por el Congreso de Católicos y Vida Pública y han contribuido a dar un paso adelante en su compromiso con su fe en la vida pública”, fue el turno de Jack Valero, coordinador y cofundador de Voces Católicas en el Reino Unido.
“Tengo que contar lo mío, no defender mis principios, sino que contar mi posición, contar lo que hace la Iglesia de manera muy convincente, muy buena, de manera que la gente diga ‘¡Wow! Yo quiero eso’. Eso es comunicación, dar testimonio, no ganar batallas”, comentó Jack Valero.
En la mesa redonda conformada por Carolina dell’ Oro, filósofa y emprendedora; Claudio Orrego, Intendente de la Región Metropolitana; Ricardo Soto, deportista olímpico de tiro con arco; y Jorge Acosta, concejal por Santiago, se abordó el tema del congreso desde la perspectiva del servicio público, cultura y política.
La mesa fue moderada por la directora ejecutiva de Voces Católicas, Paula Pinedo, quien proyectó la carta encíclica Deus caritas est, del Papa emérito Benedicto XVI, donde se leía: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”. Respecto a la misma, pidió a los invitados que contaran cuál fue el acontecimiento que los marcó en su vida como cristianos, a lo que el Intendente de la Región Metropolitana respondió que para él ese momento fue en el año 1981.
En la jornada vespertina, el cineasta español Cotelo se refirió al mundo de la fe en las pantallas, que para él es una invitación a pasar del mero conocimiento de Dios, en una relación de 2D, a la dimensión de amistad con Él, la 3D. Además, mostró un avance de su siguiente película: “El gran regalo”, sobre el perdón, brotando de personas que en Colombia han sido capaces de perdonar a los asesinos de sus familiares.
A continuación, se abordó la inmigración desde una perspectiva más juvenil. En la última mesa redonda intervinieron el gran promotor de acciones de inclusión para inmigrantes haitianos, el P. Juan Carlos Cortez, y tres jóvenes: Oscar Meneses, alumnos Santo Tomás de Iquique con experiencia en Etiopía y en voluntariado, Jean Lovely, alumna Santo Tomás proveniente de Haití y Beatriz Ramos, joven que vive con fuerza su amor a Dios y lo plasma en la ayuda a los demás en misiones, desde su vinculación al movimiento de Militantes de Santa María.
El cierre cultural también tuvo sabor juvenil, con la orquesta de Puente Alto, con más de 50 jóvenes que interpretaron bellísimas piezas, que hicieron salir a los asistentes con el corazón henchido no sólo de la alegría de la fe sino de la belleza de la música. El desafío de ser la voz de Cristo en nuestros ambientes quedó así, presente en los asistentes.
Imagen: 12º edición el congreso Católicos y Vida Pública