El cardenal Ezzati recordó que los pobres son nuestros hermanos y necesitan ser atendidos con dignidad
La catedral de Santiago se transformó el pasado viernes 19 de agosto en un comedor para 250 personas en situación de calle, en el marco del Jubileo de la Misericordia y del Mes de la Solidaridad. Ellos cenaron junto al arzobispo de la capital de Chile, a los obispos auxiliares, vicarios y representantes de diversas obras solidarias de la arquidiócesis.
El arzobispo Ricardo Ezzati agradeció a los “hermanos y hermanas que están en situación de calle que hayan acogido la invitación que desde la Iglesia de Santiago les hicimos para celebrar el Año de la Misericordia en la Catedral en este Mes de la Solidaridad, el día después que hemos celebrado la fiesta de San Alberto Hurtado”.
Señaló ademas estar “profundamente emocionado al ver la respuesta de estos hermanos que encuentran en un gesto sencillo de la Iglesia –que se repite todas las mañanas, todas las horas de almuerzo y en la tarde en muchas comunidades– el cariño de Dios”. Y deseó que este gesto “se multiplique en todas las comunidades cristianas y en la vida social de Chile. Los pobres son nuestros hermanos y necesitan ser atendidos con dignidad”.
Cena en catedral de Santiago de Chile
(Foto cortesía arzobispado)
Agregó: “Yo creo que en nuestra sociedad, en donde el individualismo pareciera imperar, donde pareciera que el interés personal fuera lo único que es valiente y valioso, nosotros queremos decir que lo que verdaderamente construye la felicidad es compartir la vida como un don, en lo que podamos compartirla en el día a día”.
Al finalizar el encuentro, los asistentes recibieron los kits de abrigo y aseo que fueron donados y entregados por los colaboradores del arzobispado, para apoyar la iniciativa solidaria, como muestra de cariño y afecto hacia los más necesitados.