El campo de refugiados de Mpoko, cerca del aeropuerto de Bangui, ha sido desmantelado.
Médicos sin fronteras: “Pero la crisis no ha terminado”
Una enorme explanada de tiendas acumuladas de forma desordenada cerca del aeropuerto. Esta fue la primera imagen que tuvo en noviembre de 2015 el papa Francisco en Bangui, capital de la República Centroafricana, antes incluso de que su avión aterrizara.
Al inicio de su llegada a Centroáfrica, donde abrió el Jubileo de la Misericordia, el Pontífice quedó impresionado por este escenario, símbolo que un país que sufre enormemente la indigencia.
Pero hoy, del campo de refugiados de Mpoko queda solo un recuerdo. Como anuncian la Agencia Nova y el Messaggero, las autoridades civiles lo han cerrado, invitando a cientos de miles de personas a volver a las propias casas.
La inmensa explanada era el refugio de unas 100 mil personas, que habían huido de la violencia de la guerra que estalló en 2013 en Centroáfrica.
“El cierre de Mpoko es una buena noticia y es un signo de estabilización del país. Pero las personas no tienen gran opción sobre donde ir y un cuarto de la población vive todavía lejos de las propias casas”, declaróhttp://www.ebay.it/ Loris De Filippi, presidente de Médicos sin Fronteras, que trabajó en República Centroafricana al inicio de la crisis.
Imagen: Bangui, República Centroafricana
(Wikimedia Commons)