La Conferencia Episcopal Española ha pedido perdón por los abusos a menores y se ha sumado a la petición del Papa de rezar por la cumbre antipederastia. La declaración de la CEE coincide en el tiempo con la de la Unión de Superiores y Superioras Generales, USG y UISG respectivamente, que han emitido un comunicado conjunto en el que muestran su apoyo al encuentro convocado por Francisco y en el que piden «perdón a todos por nuestros fallos»
La Conferencia Episcopal Española se ha sumado a la petición que el Papa lanzó el domingo tras el rezo del Ángelus de rezar por el encuentro de los presidentes de todas las conferencias episcopales sobre el tema de la protección de los menores en la Iglesia. «Les invito a rezar en estos días por el encuentro sobre la protección de los menores en la Iglesia, evento que he convocado como un acto de fuerte responsabilidad pastoral ante un desafío urgente de nuestro tiempo», pidió Francisco.
«Rezamos por los niños y jóvenes que han sufrido cualquier abuso físico o moral», asegura la Oficina de Información de la CEE en un mensaje. «Oramos por ellos, para que puedan reponerse y recuperen la confianza, la alegría y la esperanza y para que puedan creer y desarrollarse en paz y armonía».
Por otro lado, la Conferencia Episcopal Española ha aprovechado el mensaje para pedir perdón por esta lacra y para rogar a Dios para que este crimen no vuelva a suceder. «Pedimos perdón por los abusos cometidos contra niños por parte de pastores y fieles de la Iglesia. Rogamos al Señor para que nunca vuelvan a repetirse semejantes atrocidades».
La cumbre antipederastia, titulada oficialmente La protección de los menores en la Iglesia, tuvo lugar en el Vaticano del 21 al 24 de febrero. Al evento, convocado por el Papa como «un acto de fuerte responsabilidad pastoral frente a un desafío urgente de nuestro tiempo», asistió el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Valladolid, el cardenal Ricardo Blázquez.
«Inclinamos nuestras cabezas con vergüenza»
La declaración de la CEE coincide en el tiempo con la de la Unión de Superiores y Superioras Generales, USG y UISG respectivamente, que han emitido un comunicado conjunto en el que muestran su apoyo al encuentro convocado por el Papa y en el que piden «perdón a todos por nuestros fallos».
«Inclinamos nuestras cabezas con vergüenza al darnos cuenta de que este abuso ha tenido lugar en nuestras Congregaciones y Órdenes, y en nuestra Iglesia». «Nuestra vergüenza aumenta al constatar que no nos hemos dado cuenta de lo que estaba ocurriendo» y «de que la respuesta de las personas en autoridad no ha sido la que debía haber sido. No han sabido ver las señales de alarma o no se las tomaron en serio».
Frente a ello, los religiosos prometen «hacer todo lo que está en nuestras manos para escuchar mejor a los supervivientes, reconociendo humildemente que no siempre lo hemos hecho». Asimismo, se comprometen a implementar «todo lo que durante el encuentro se decida respecto a la rendición de cuentas exigida a las personas en autoridad».
Por otro lado, aseguran que integrarán «la protección de menores y adultos vulnerables en nuestros programas de formación» y que desarrollarán programas especiales «para acompañar a cualquier persona, víctima de abusos, que desea encontrar ayuda en sus dificultades respecto a la fe y al sentido de la vida».
«Nos sentimos necesitados de conversión y queremos cambiar. Queremos actuar con humildad. Queremos identificar nuestros puntos ciegos. Queremos denunciar cualquier abuso de poder. Nos comprometemos a caminar con aquellos a quienes servimos, avanzando con transparencia y confianza, honestidad y sincero arrepentimiento», concluyen.
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