Cáritas Española presentó su memoria anual correspondiente al año 2016, donde se pone de manifiesto todo el trabajo que esta entidad eclesial ha realizado en nuestro territorio y fuera de él. De hecho, uno de los puntos en los que más énfasis se hizo fue el de la Cooperación al Desarrollo.
En este sentido, Cáritas no dejó de poner el foco en canalizar hacia los países del Sur los recursos necesarios para erradicar la pobreza y luchar contra el cambio climático, entre otras cosas. Fueron, en total, más de 1,7 millones de personas las atendidas en este ámbitos, una cifra que se mantiene más o menos estable desde el año 2007. Desde entonces, Cáritas Española ha puesto en marcha fuera de nuestras fronteras, en 45 países, un total de 500 proyectos con una inversión superior a los 150 millones de euros.
En este sentido, el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, lamentó que las ayudas del Estado no hayan seguido la misma línea. De hecho, calificó de «indecente» que en el proyecto de presupuestos la partida destinada a cooperación al desarrollo solo se plantee aumentarla en 11 millones de euros, tres veces menos de lo que dedicó Cáritas en 2016.
En nuestro país, Cáritas atendió a casi 1,8 millones de personas, lo que suman, con la ayuda al desarrollo, 3,5 millones y medio de personas beneficiadas por la entidad caritativa. En estas cifras se esconde una pequeña buena noticia: que fueron 200.000 personas menos las que necesitaron la atención de Cáritas. Para atender a este volumen de persona, la entidad contó con casi 85.000 voluntarios, lo que supone 14.220 más en los últimos cinco años, y 4.800 trabajadores contratados.
En cuanto a recursos invertidos, la cifra global asciende a 358 millones de euros, un incremento aproximado del 9 % respecto al año anterior, o lo que es lo mismo, 29,5 millones de euros. Fondos que se obtienen fundamentalmente de las aportaciones privadas, que suponen un 75,3 % del total, siendo la primera vez que se alcanza este porcentaje en 10 años. Además, los fondos privados crecieron 76 millones de euros en los últimos cinco años. Esto contrasta con el descenso de fondos públicos, que en el año 2016 fue del 2,5 %.
Por proyectos, el grueso de la financiación se la llevan los programas de Acogida y Asistencia y el de Empleo y Economía Social. En el primero, se dedicaron 80,3 millones de euros, lo que muestra la importancia que tienen en su conjunto las Cáritas parroquiales y diocesanas para garantizar los derechos más básicos de las personas. En el segundo, la inversión superó los 73 millones de euros y el resultado, que más de 16.500 personas encontraron un empleo y que hay una red de 49 entidades de economía social que ofrecieron un total de 1.445 personas.
En la presentación estuvo presente el obispo responsable de Cáritas y auxiliar de Santiago de Compostela, Jesús Fernández, que apeló a «la urgencia de redescubrir la dimensión comunitaria como punto de partida para superar nuestros intereses individuales, los comportamientos autorreferenciales y colaborar con el Señor en la construcción de un mundo donde la experiencia del amor de Dios nos permita, como sociedad, vivir la comunión y construir un modelo de convivencia más justo y fraterno».
F. Otero
Imagen: Manuel Bretón, Jesús Fernández y Sebastián Mora