Paliar el aislamiento y la soledad.
(zenit – 10 dic. 2020).- Cáritas ha lanzado su tradicional Campaña de Navidad basada en un leit motiv que permita contrarrestar las circunstancias de distancia social y aislamiento que han marcado las relaciones personales y sociales a lo largo de los últimos meses a causa de la COVID-19.
Tal y como señala en su web, con el lema “Esta Navidad, más cerca que nunca”, la confederación eclesiástica propone vivir una Navidad en una doble dimensión. Por una parte, recuperando la cercanía, no medida en metros, sino en gestos, con quienes más lo necesitan.
Y por otra, colaborando económicamente con los fines de Cáritas para romper simbólicamente las distancias y estar más cerca de aquellos que afrontan unas condiciones de precariedad a causa de la pandemia y que desbordan cada día a los recursos de acogida de Cáritas para garantizar sus necesidades básicas.
Esta invitación a la solidaridad económica con las víctimas de las injusticias tiene destinarios reales: las familias sin recursos, las personas mayores que viven solas, quienes no tienen empleo, o los que viven en la calle y no pueden refugiarse en el calor de un hogar.
Y también de las personas que afrontan el duelo de la ausencia de quienes esta Navidad no se sentará a la mesa, de las personas que han perdido sus medios de vida a causa de la pandemia o de las personas migrantes que siguen hacinándose en nuestras islas y en las costas sin que lleguen soluciones.
La Campaña de Navidad de Cáritas de este año se enmarca dentro de la misma llamada a la solidaridad con las víctimas de la emergencia social causada por el coronavirus, que se puso en marcha a principios de marzo bajo el lema general “Cada gesto cuenta”.
Inspiración en un pesebre
Con esta llamada a “estar más cerca que nunca”, a superar la distancia física y el alejamiento emocional que impone el uso de mascarillas, Cáritas propone vivir, como se señala en los materiales editados dentro de la Campaña, “una Navidad diferente y un estilo de vida radicalmente distinto y revolucionario que tiene su origen en un pesebre”.
La Navidad, –recuerda Cáritas en la campaña, “llega de nuevo para sacarnos de nuestros letargos y ensimismamientos, para deslumbrarnos con las luces que brillan en la generosidad de las personas voluntarias, en los gestos que cualquiera podemos hacer para cuidar y acompañar, en el tiempo que regalamos sin prisas y disponible para escuchar, preguntar, mirar a los ojos, y ser capaces de reconocer y agradecer todo lo bueno que recibimos todos los días”.
Estar más cerca
La distancia física que nos exige el cuidar a lo demás y el cuidarnos para frenar la expansión de este virus letal está encapsulando los afectos y las emociones. Cada día el aislamiento se hace más costoso y es fácil ceder ante el desánimo y el no llegar a ver un horizonte cercano y libre de la enfermedad. E imaginar que no vamos a poder encontrarnos con los que queremos de la misma forma que otros años, aún nos parece una ficción.
Ante esta situación, la Campaña de Navidad de Cáritas invita a que cada uno de nosotros seamos una “estrella de Belén que ayude a alumbrar caminos, los de personas que conoces y los de otras que quizás estén más lejos de tu día a día, a ser estrella que con su luz alumbre esperanza a través de gestos generosos y sencillos que faciliten encuentro, diálogo, oportunidad”.
Regalar un gesto
Hay gestos concretos que pueden hacer que esta Navidad sea de verdad distinta y contribuyan a tejer red y cercanía, y a convertirse en el mejor regalo para los demás. Cáritas propone “compartir” los bienes con los que menos tienen y donar, pues la generosidad ensancha el alma, valorar y disfrutar una Navidad más sencilla y austera donde se dé valor a lo que verdaderamente importa.
También anima a escuchar y leer las noticias con mirada larga y amplia, que permita tomar conciencia de que muchas personas en muchos lugares viven realidades muy distintas, consumir con corazón y con cabeza, que el consumo que se realice sea responsable y justo y tenga en cuenta el bienestar de otras personas.
Asimismo pide agradecer y ofrecer, reconocer los dones recibidos y disfrutados para agradecerlos y compartirlos con los demás, cultivar el encuentro y la amistad, que los demás se sientan cerca: Una conversación, escribir una carta o una tarjeta de Navidad, cocinar para alguien, regalar un dibujo o una manualidad, cientos de formas para expresar amor y cercanía.
Del mismo modo invita a realizar gestos gratuitos que ayuden y mejoren la vida de otras personas, que sirvan para aliviar la soledad y la tristeza, para cuidar y acompañar, para cooperar con otros y hacer la vida más plena y feliz para todos, tomar un tiempo diario para estar en silencio, para orar, meditar o contemplar.
Por último, convertir estas prácticas en hábitos para crecer en sensibilidad y vivir con mayor atención a la realidad, así como conectar y hermanarse con la Naturaleza sin invadirla ni querer conquistarla. Aprender a amarla lleva a realizar gestos concretos y cotidianos para cuidarla y preservarla.
Un gesto en redes
Otra de las propuestas de Cáritas va a dirigida a dar visibilidad a esos gestos de cercanía a través de las redes sociales. Para ello, invita a confeccionar una estrella de Belén personalizada y colgar nuestra foto con ella y con este mensaje: [Soy (nombre) de la Cáritas Diocesana, parroquial… y este año quiero ser luz para otros… (añadir el gesto o compromiso personal) porque esta Navidad quiero estar más cerca que nunca. #CadaGestoCuenta] en el perfil personal en todas las redes donde interactuemos. La propuesta es subir esos mensajes en la semana del 21 al 25 de diciembre.
Imagen: Estar más cerca que nunca
((C) Cathopic. Roberto Clavedeluz)