Del 17 al 24 de junio, la campaña Compartiendo el viaje lanzada por el Papa en septiembre se concretará en una Semana Mundial de Acción en la que los católicos y las parroquias están llamados a promover gestos concretos de encuentro con los migrantes y refugiados
La Iglesia ha convocado, del 17 al 24 de junio, una Semana Mundial de Acción a favor de los migrantes y refugiados, en el marco de la campaña Compartiendo el viaje. Lo anunció este martes el cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila y presidente de Cáritas Internationalis, en su mensaje de Pascua.
Una de las principales invitaciones que se lanzan a los fieles católicos y a las comunidades cristianas es, durante esos días, «compartir una comida con migrantes, como recordatorio de nuestra unidad como una sola familia mundial y de la necesidad que tenemos uno del otro». Este gesto –añade– recordará al encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús.
Compartiendo el viaje es una campaña que el Papa Francisco lanzó en septiembre para contrarrestar la xenofobia en el primer mundo, también dentro de la Iglesia. Su objetivo es, durante 2018 y 2019, promover que se creen espacios de encuentro que contribuyan a disipar el miedo y la suspicacia. También se da orientación a las iglesias locales para que hagan oír su voz en defensa de los migrantes, y para promover la reflexión teológica en torno a esta cuestión.
Exposiciones, testimonios…
En su página web, Cáritas Internationalis ofrece orientación y consejos prácticos a los fieles y a las comunidades cristianas. Son para toda la campaña, pero muchos de ellos se pueden aplicar a la Semana de Acción: organizar veladas de oración y también encuentros culturales, exposiciones de manualidades o fotografía, obras de teatro, o actos testimoniales en los que los migrantes compartan su historia y su patrimonio cultural.
Otra posibilidad es poner en marcha campañas para contactar con los representantes políticos para compartir las dificultades de los inmigrantes y pedir reformas que respeten su dignidad.
La Semana de Acción también puede ser una ocasión para reflexionar en las parroquias sobre otras iniciativas de mayor duración que se podrían poner en marcha: asesoramiento básico a los recién llegados sobre acceso a la educación y la sanidad, el transporte público…; promover el voluntariado con migrantes; elaborar los carteles de la parroquia en otros idiomas…
«Una ola de solidaridad»
En su mensaje pascual, el cardenal Tagle subrayaba su esperanza de que «mediante estos pequeños actos de comprensión y comunión podremos crear una ola de solidaridad mundial» y apartar los obstáculos existentes para la acogida a las personas que a causa de la pobreza o la violencia dejan sus hogares.
«Al utilizar nuestras energías colectivas en el mundo –añadió el cardenal–, migrantes, refugiados y comunidades juntos le prenderemos fuego al mundo con el amor de Dios».
María Martínez López
(Foto: CNS)