Los Reyes ponen el colofón en Caravaca a una peregrinación que ha triplicado el turismo en 2017 y da proyección a Murcia
Sus Majestades los Reyes de España pusieron ayer el colofón al Año Jubilar de Caravaca de la Cruz en una jornada en la que recibieron infinidad de muestras de afecto de miles de murcianos que les aclamaron por las calles con banderas españolas y les vitorearon entusiasmados por su visita. Los dirigentes políticos de la Región de Murcia y las autoridades eclesiásticas manifestaron su agradecimiento y aprovecharon para mostrarles con orgullo un legado patrimonial y artístico valioso y compartir con Don Felipe y Doña Letizia sus buenas perspectivas turísticas para la economía, además de responder a su interés por la preocupante sequía y la escasez de agua.
La visita real paralizó la vida en este municipio desde primera hora de la mañana, cuando al amanecer ya se congregaron los más madrugadores en la explanada del castillo y la Basílica de la Vera Cruz. Hacia las diez, varios grupos de escolares saludaban en su ascenso por la ladera de esta montaña a los efectivos de la Guardia Civil con repetidos «¡Viva el Rey!» y «¡Viva España!».
A su llegada, los Reyes respondieron a los aplausos y gritos de «guapa»a la Reina adentrándose en la multitud para saludar a muchos que se consideraban afortunados hasta por hacerse la foto junto al vehículo oficial.
Mientras Don Felipe y Doña Letizia asistían a la ceremonia de la Adoración de la Cruz -oficiada por el obispo de la diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes- y veneraban la reliquia, el «lignum crucis», un fragmento de la cruz en la que se crucificó a Jesucristo que se conserva, cientos de caravaqueños se apostaron en las calles del recorrido previsto por la comitiva real para aguardar su paso, en los balcones, repisas de las ventanas y echando mano de los palos de selfies para captarles por encima de la muchedumbre, a falta de mejor sitio para verlos. La Reina se mostró especialmente interesada por la historia de la Vera Cruz, que le explicó el capellán de la basílica, Emilio Sánchez.
«Cuando hemos estado llorando en situaciones dramáticas, ellos han estado aquí». Con estas palabras agradeció el obispo a los Reyes su atención a Murcia, en referencia al terremoto sufrido en Lorca en 2011 y al accidente de autobús de 2014 en Cieza en el que fallecieron 14 vecinos del municipio de Bullas. «Tuvieron la capacidad de acercarse, de estar con nosotros y de sufrir con nosotros», subrayó.
La segunda visita de ayer fue a la antigua iglesia de la Compañía de Jesús, que atesora la exposición «Signum. La gloria del Renacimiento en el Reino de Murcia» durante este año jubilar, organizada por la Fundación Camino de la Cruz con el patrocinio de la Región de Murcia. Los Reyes demostraron con sus comentarios sobre las técnicas artísticas el conocimiento que tienen de este periodo creativo.
Esta muestra antológica atrajo su atención, con medio centenar de obras de los siglos XV y XVI, entre pinturas, esculturas, tejidos, piezas de orfebrería y arquitectura y textos. Como a ellos, ha cautivado ya a casi 50.000 visitantes, y el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, subrayó además que la peregrinación de este año bate todas las marcas y ha triplicado el turismo a este enclave murciano en comparación con anteriores jubileos. La visita de los Reyes es «el broche de oro que se merece Caravaca y toda la Región de Murcia», concluyó el dirigente, que había invitado personalmente a los Reyes hace seis meses en Madrid.
J.L. Fernández/ABC
Imagen: La Reina besa el «lignum crucis»
que porta el obispo de Cartagena en presencia del Rey
(Foto: EFE/Marcial Guillén)