“No podríamos haber trabajado en defensa de los cristianos en las Naciones Unidas si no fuera por la constante y superlativa colaboración de ACN”.
El arzobispo Bernardito Auza, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y presidente de la Fundación Camino a la Paz (Path to Peace), ha resaltado el trabajo de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) galardonada con el premio Camino a la Paz 2019, como “la organización líder en el mundo que pone palabras a la persecución que los cristianos están sufriendo en determinados lugares y, lo que es aún más importante, que responde con acciones”.
En su discurso de apertura, el arzobispo Auza dijo que “la Misión de la Santa Sede no podría haber hecho lo que hemos intentado hacer en defensa de los cristianos en las Naciones Unidas si no fuera por la constante y superlativa colaboración de ACN”.
Durante su discurso del pasado 22 de mayo, en la gala anual de la Fundación Camino a la Paz en el Hotel Pierre de Nueva York, el arzobispo Auza dijo sobre la fundación que es “como una voz que clama en el desierto haciéndose eco de las voces de los cristianos que piden ayuda”. El prelado definió el Informe Libertad Religiosa en el Mundo de ACN como “los mejores informes existentes que detallan, respectivamente, los estragos de la cristianofobia”, así como la situación de la libertad religiosa en 196 países.
El Arzobispo Auza -quien cuando era un joven sacerdote recibió una beca de ACN que le permitió estudiar en Roma- destacó que la fundación pontificia “ha hecho un servicio aún mayor con todo su trabajo sobre el terreno” y en particular en la Llanura de Nínive en Irak, donde “está dirigiendo lo que audazmente se ha llamado un ‘Plan Marshall’ para la reconstrucción de casas, instituciones, iglesias y vidas en respuesta a la destrucción del Estado Islámico”.
Al aceptar el premio, Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN Internacional, dijo que el honor corresponde a “aquellos cristianos que, sólo por su fe, son perseguidos, oprimidos, discriminados o silenciados. Esta noche, al prestarles mi voz, espero que su martirio sea un poco menos silencioso”. Se calcula que unos 327 millones de cristianos viven en países de persecución.
Gracias a los benefactores
Y continuó: “Nuestro trabajo no sería posible sin el apoyo incansable de nuestros benefactores en todo el mundo. Existimos gracias a su extraordinario apoyo moral y económico, y no debemos olvidar que a menudo es el “óbolo de la viuda” el que nos ayuda. Nuestros benefactores son la base sobre la que construimos puentes de fe, esperanza y caridad en apoyo a la Iglesia perseguida”.
Defensa de la libertad religiosa
“La libertad religiosa”, dijo Thomas Heine-Geldern, “es un derecho humano fundamental. Es responsabilidad de todas las naciones y de las ONG internacionales, proteger el derecho de cada individuo a la libertad religiosa. No debemos renunciar a la lucha por la plena aplicación de este derecho humano fundamental, que está inseparablemente unido a la dignidad de todo ser humano”.
“Junto a los fieles en primera línea, haciendo frente a la persecución, el odio y la violencia, hay hombres y mujeres valientes: obispos, sacerdotes, religiosas y voluntarios laicos. Estos últimos servidores de la paz permanecen con su pueblo. Por ello, también les dedico a ellos el premio Camino a la Paz 2019.
Fundación Camino a la Paz
La Fundación Camino a la Paz apoya varios aspectos del trabajo de la misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, y también financia proyectos humanitarios en países en desarrollo. Entre los anteriores galardonados con el Premio Camino a la Paz se encuentran la reina Sofía de España, el Cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en Siria; y el príncipe Henri de Luxemburgo
Imagen: Mons. Bernardito Auza,
Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, con Thomas Heine-Geldern,
Presidente Ejecutivo de ACN Internacional,
en la entrega del Premio Camino a la Paz 2019