Sin más recursos y ayudas, sin reconocimiento de los profesionales y sin una ley nacional con una partida presupuestaria adecuada no se están cumpliendo los objetivos de las leyes de atención al final de la vida, denuncian los médicos y enfermeros de cuidados paliativos.
Si hasta hace pocas semanas los expertos en paliativos citaban siempre el dato de que en España unas 75.000 personas mueren cada año, ahora las cifras son algo más alarmantes: tal como han denunciado la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y la Asociación Española de Enfermería en Cuidados Paliativos (AECPAL), en 2017 esta cifra ascendió a casi 77.700; es decir, casi nueve cada hora.
Los 2.500 profesionales a los que representas ambas asociaciones han manifestado su «preocupación» por esta pérdida de calidad en la atención sanitaria al final de la vida. E insisten «en la necesidad de que se creen los recursos necesarios para que esas personas y sus familias que precisan atención al final de la vida tengan los cuidados que necesitan, los que se merecen y a los que tienen derecho para vivir ese proceso de final de vida con dignidad».
De las 424.523 personas que fallecieron en España, el 75 % (318.442) necesitaron cuidados paliativos, y de estas, 129.500 presentaban necesidades complejas no susceptibles de ser tratadas adecuadamente por equipos de Atención Primaria, sino que requerían la atención de recursos específicos de cuidados paliativos. Sin embargo, solo 51.800 personas los recibieron, según las estimaciones del Directorio de Recursos de SECPAL.
Señales de alarma
Es decir, 77.698 enfermos y sus familias se quedaron sin atención especializada. Ambas asociaciones apoyan su denuncia también en una investigación del Defensor del Pueblo de Andalucía, que concluyó que «la Ley Andaluza de Atención al Final de la Vida no había cumplido el objetivo para el que había sido creada».
Otra señal de alarma es que «las ayudas previstas en la Ley de Dependencia no llegan con la celeridad necesaria. Tampoco se contemplan permisos remunerados para cuidar y permanecer junto a los seres queridos que están al final de su vida»; dos medidas que los profesionales piden con insistencia.
Por último, desde SECPAL y AECPAL denuncian que la ausencia de una acreditación para los profesionales especializados en paliativos ha dado lugar a que en los últimos años se hayan producido «concursos de traslados en los que se han sustituido profesionales perfectamente formados e implicados por otros sin formación», y se hayan cubierto los servicios de nueva creación también con profesionales adecuadamente preparados.
¿Sensiblidad política?
La atención médica al final de la vida es una cuestión que preocupa también a la Organización Médica Colegial, que el año pasado puso en marcha un observatorio para analizar esta cuestión. Su coordinador, el doctor Marcos Gómez Sancho, explica que del estudio que están haciendo por comunidades autónomas se desprende que «en algunos lugares los recursos crecen muy despacio, en la mayoría se han estabilizado, y en otros incluso se pierden».
Todo ello en un marco en el que el aumento de la esperanza de vida y la cronificación de muchas enfermedades exigiría, más bien, un importante aumento de los recursos.
Esta preocupante radiografía de los expertos contrasta con la existencia, al menos aparente, de «una cierta sensibilidad hacia estas personas por parte de nuestros políticos», afirma el comunicado de SECPAL y AECPAL. El problema en el acceso a los cuidados paliativos y a las ayudas a la dependencia, en efecto, estuvo presente el martes en el debate electoral organizado por el grupo Atresmedia; aunque los candidatos tanto del PSOE como de Podemos y Ciudadanos acabaron pronunciándose a favor de una ley de eutanasia.
Lucha por los más frágiles
«La lucha política –afirma el comunicado conjunto de los profesionales de cuidados paliativos– debería ir dirigida hacia las personas que más sufren, hacia los más frágiles de nuestra sociedad. Es hora de demostrar verdadera sensibilidad hacia esas personas que, año tras año, se siguen olvidando para que realmente puedan recibir una atención de calidad y con calidez al final de sus vidas».
Sobre la propuesta de ley de muerte digna planteada por Ciudadanos y cuya tramitación se ha visto abortada por el final de la legislatura y la convocatoria de elecciones, SECPAL y AECPAL afirman desconocer «si contemplaba un presupuesto para la creación de recursos, ni la acreditación para médicos, enfermeras, psicólogos y trabajadores sociales. Tampoco si estaba previsto dar apoyo a las familias». Estos son, para los profesionales, los criterios necesarios para garantizar «la equidad y atención a esas personas, independientemente de donde vivan».
María Martínez López
(Foto: REUTERS/Nacho Doce)