Desde la puesta en marcha del nuevo modelo de financiación, esta institución bate récord de ingresos.
La Iglesia recibirá este año 256,21 millones de euros, siete millones más que el año anterior. La cifra más alta desde 2007 cuando se puso en marcha el actual modelo de financiación de la Iglesia a través de la asignación tributaria.
¿A qué destina la Iglesia estos fondos?
El 81% de los recursos que llegan a la Conferencia Episcopal a través de la Asignación Tributaria se envían directamente a las diócesis para su sostenimiento. Esos fondos rondaron los 256,21 millones de euros en 2017. El 19% restante se destina a pagar la Seguridad Social del clero, retribución de los obispos, proyectos de rehabilitación y construcción de templos en las distintas diócesis, actividades pastorales a nivel nacional, centros de formación como las facultades eclesiásticas, etc.
Los recursos que van a las diócesis, ¿para qué se usan?
El 25% se dedica a acciones pastorales y asistenciales; el 27% a conservación de edificios y gastos de funcionamiento; y el resto a la retribución del clero (20%); gastos extraordinarios (10%); a la retribución del personal seglar (12%) y el 6% restante a centros de formación, según la última Memoria de Actividades de la Iglesia correspondiente a 2015.
¿Qué criterios tiene en cuenta la Conferencia Episcopal a la hora de repartir los fondos entre las distintas diócesis?
El reparto del dinero recibido de la asignación tributaria, se realiza atendiendo a las necesidades de las diócesis españolas. Todas ellas reciben una cantidad fija que corresponde a sus gastos generales básicos. El resto de la cantidad recibida varía en función de las necesidades más específicas de la diócesis.
Estas se evalúan, teniendo en cuenta el número de sacerdotes y su situación –por ejemplo, si están o no en edad activa, si desempeñan su labor a jornada completa o parcial en la diócesis, si reciben otras cantidades complementarias–; el número de habitantes, la extensión de la diócesis, el número de parroquias, su tamaño medio, etc.
Una vez calculada la cantidad que le corresponde a cada diócesis, se deduce a cada una de ellas una aportación en función de su capacidad potencial de obtención de recursos, medida a través del número de habitantes y la renta familiar disponible per cápita de la provincia.
El IRPF, ¿es la principal fuente de financiación de la Iglesia?
No. Supone el 24% de todo su presupuesto. Las aportaciones directas y voluntarias de los fieles son la principal fuente de financiación de las diócesis, llegando a suponer más de un tercio de los recursos disponibles de las diócesis.
El sostenimiento de la Iglesia, ¿depende del Estado?
No. Con el acuerdo alcanzado en diciembre de 2006 con el Gobierno socialista, los fondos que recibe la Iglesia a través de la Asignación Tributaria dependen exclusivamente de la voluntad de los contribuyentes. No hay partidas presupuestarias a favor de la Iglesia con cargo al Estado. Si ningún contribuyente marcara la «X» en favor de esta institución en su declaración de la Renta, la Iglesia pasaría a recibir cero euros.
¿Se paga más impuestos si se marca la X en la casilla de la Iglesia?
No. No se paga más impuestos ni le devuelven menos. Ese 0,7% de sus impuestos garantiza a la Iglesia poder continuar su labor pastoral y asistencial en los niveles de eficiencia y austeridad con los que ha venido trabajando hasta el momento.
¿Percibe Cáritas de las casillas de Iglesia Católica y de Fines Sociales?
Sí. Cáritas es parte esencial de la Iglesia Católica y, además, como organización social recibe fondos de la casilla de Fines Sociales.
Laura Daniele (ABC)
Imagen: Comedor social de las Hijas de la Caridad en Sevilla
(Foto: Felipe Guzmán)