Armenia suscita en el Papa ‘admiración y dolor’
El Santo Padre pide oraciones por su viaje en un vídeo mensaje enviado dos días antes de su visita a esta nación
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco viaja a Armenia como peregrino, en este Año Jubilar, para aprender de la sabiduría antigua de este pueblo y beber de la fuente de su fe, rocosa como sus famosas cruces esculpidas en piedra.
Lo explica él mismo en el vídeo mensaje enviado este miércoles, dos días antes de emprender esta visita apostólica. Desde ahora, invita a los habitantes de Armenia a rezar por este viaje y les asegura que con la ayuda de Dios, va en medio de ellos para realizar, como dice el lema del viaje, una “visita al primer país cristiano”. Esta nación fue la primera en la historia en adoptar en el año 301 el cristianismo como religión oficial, gracias a san Gregorio el Iluminador.
El Papa va a Armenia como “hermano”, animado por el deseo de ver los “rostros” de los armenios, “rezar” junto a ellos y compartir “el don de la amistad”.
La historia y los acontecimientos de Armenia suscitan en el Papa “admiración y dolor”, reconoce en el vídeo. Admiración –explica– porque han encontrado en la cruz de Jesús y en su inteligencia la fuerza de levantarse siempre, también de sufrimientos que están entre los más terribles que la humanidad recuerde. Dolor –añade– por las tragedias que sus padres han vivido en sus carnes.
A continuación el Santo Padre les pide que no se rindan y que no permitan que los recuerdos dolorosos se apoderen del corazón, tampoco delante de los repetidos asaltos del mal. Y les invita a hacer como Noé, que “después del diluvio no se cansó de mirar hacia el cielo y liberar varias veces la paloma, hasta que una vez volvió a él con la rama de olivo”.
“Como siervo del Evangelio y mensajero de paz deseo ir entre vosotros, para apoyar todo esfuerzo del camino de la paz y compartir nuestros pasos en el sendero de la reconciliación, que genera esperanza”, asevera el Papa.
Finalmente, en Pontífice pide que los grandes santos de este pueblo, especialmente el doctor de la Iglesia Gregorio de Narek, bendigan los encuentros, que ya espera “con vivo deseo”. De forma particular, el Santo Padre manifiesta su deseo de abrazar a su “hermano Karekin” patriarca de la Iglesia Apostólica Armenia y junto a él dar un “renovado impulso a nuestro camino hacia la plena unidad”.
Recordando la visita de los armenios el año pasado a la tumba de San Pedro, con ocasión del centenario del genocidio, el Santo Padre explica en su mensaje que ahora va a esta tierra bendecida “para reforzar nuestra comunión, avanzar en el camino de la reconciliación y dejarse animar por la esperanza”.
Francisco concluye el vídeo mensaje diciendo Tsdesutiun!, es decir, hasta pronto en armenio.
Programa de la visita del papa Francisco a Armenia
El programa del viaje apostólico del papa Francisco a Armenia. Horario Central Europea. (Dos horas menos en Armenia)
VIERNES 24
— 9:00 Parte el avión de Alitalia desde el aeropuerto de Fiumicino.
— 13:00 Llegada al aeropuerto internacional Zvartnots de Ereván.
Ceremonia de bienvenida en el aeropuerto, sin discursos.
— 13:35 Visita de oración en la catedral apostólica de Echmiadzín donde dará el primer discurso del viaje.
— 16:00 Visita de cortesía al presidente de la República en el Palacio presidencial y el encuentro
con las autoridades civiles y con el cuerpo diplomático. Segundo discurso de la jornada.
El día concluye con el encuentro personal con el Catholicós en el Palacio Apostólico.
SABADO 25
— 6:45 Visita al memorial de Tzitzernakaberd, lugar que conmemora el genocidio.
Allí Francisco dejará una corona de flores y un grupo de niños llevará fotos y recuerdos de 1915.
— Después entrarán al lugar de la “llama perenne”, donde se hará un momento de oración. A continuación Francisco recibirá a unas diez personas, descendientes de perseguidos que fueron salvados y alojados en Castel Gandolfo por el papa Benedicto XV.
— Al concluir, el Pontífice viajará hasta Gyumri, donde celebrará la santa misa.
— 8:50 Misa en la plaza Vartanants.
En Armenia, por la tradición nunca se ha celebrado una misa al abierto. Aquí el Santo Padre hará el único paseo en papamóvil de todo el viaje a esta nación. Al finalizar, visitará el convento de las monjas de la Inmaculada Concepción y comerá con ellas.
Por la tarde visitará la catedral apostólica armenia de las Siete Llagas y la catedral católica armenia de los Santos Mártires.
— 16:50 Encuentro ecuménico y de oración por la Paz en la plaza de la República.
DOMINGO 26
Por la mañana el Papa celebrará la misa en privado. Después se reunirá con los obispos católicos armenios.
— 8:00 Participación a la Divina Liturgia, en Catedral apostólica armenia, donde
el Papa celebrará el último discurso del viaje.
— 11:00 Almuerzo con el Catholicós, arzobispos y obispos de la Iglesia Apostólica Armenia,
obispos católicos armenios y los cardenales y obispos del séquito papal en el Palacio Apostólico.
— 15:00 La jornada concluye con la visita al Monasterio de Khor Virap, donde la tradición
asegura estuvo preso San Gregorio durante 13 años. El Papa verá el pozo donde estuvo el Santo, y se realizará una oración en este lugar.
Desde una terraza, el Santo Padre y el Catholicós, liberarán dos palomas. D
— 16:15 Ceremonia de despedida en el aeropuerto.
— 20:40 Prevista la llegada a Roma.
Armenia, primer país que se reconoció cristiano, preparado para recibir al Papa
Armenia se prepara para recibir el próximo fin de semana, del 24 al 26 de junio, la visita del papa Francisco. Este país se considera “el primer país cristiano” ya que en el año 301, gracias a San Gregorio el Iluminador, fue el primero en adoptarla como religión oficial. Este viernes inicia por tanto el 14º viaje internacional del pontificado de Francisco, y el país número 22 que visita.
Además este viaje se debe considerar la primera etapa del ‘viaje al Cáucaso’, cuya segunda parte será del 30 de septiembre al 2 de octubre, en Georgia y Azerbaiyán. Una de las razones por las que la visita a los tres países no se ha podido realizar en una sola etapa –ha explicado el padre Federico Lombardi, director de la oficina de prensa de la Santa Sede– es porque en estos días el patriarca de Georgia tenía un compromiso ya tomado: estar en Creta en el Concilio Panortodoxo.
En la presentación del viaje a los medios de comunicación, que ha tenido lugar esta mañana en la Sala de Prensa de la Santa Sede, el portavoz del Vaticano ha precisado que el Santo Padre quiere “visitar la comunidad católica” de este país y manifestar “a todo el pueblo armenio su cercanía, amistad y apoyo”.
Para situar este viaje dentro de un contexto es interesante destacar el encuentro del papa Francisco el año pasado en el Vaticano con ocasión del centenario del genocidio armenio y la misa en la que nombró doctor de la Iglesia a san Gregorio de Narek. También es importante estudiar las declaraciones conjuntas que ya existen desde Pablo VI.
Repasando el programa del viaje, el padre Lombardi ha explicado los momentos más significativos del viaje.
El primer día, viernes 24 de junio, el Papa llega al aeropuerto internacional Zvartnots de Ereván a las 15.00 hora local (13.00 hora de Roma), donde tendrá lugar la ceremonia de bienvenida en el aeropuerto, sin discursos.
A continuación se realizará una visita de oración en la catedral apostólica de Echmiadzín donde dará el primer discurso del viaje. Le seguirá la visita de cortesía al presidente de la República en el Palacio presidencial y el encuentro con las autoridades civiles y con el cuerpo diplomático. Ocasión de su segundo discurso de la jornada. El día concluirá con el encuentro personal con el Catholicós en el Palacio Apostólico.
El segundo día, sábado 24 de junio, a primera hora de la mañana el Santo Padre visitará el memorial de Tzitzernakaberd, lugar que conmemora el genocidio. Allí Francisco dejará una corona de flores y un grupo de niños llevará fotos y recuerdos de 1915. Después entrarán al lugar de la “llama perenne”, donde se hará un momento de oración. A continuación se celebrará un encuentro muy especial. Francisco recibirá a unas diez personas, descendientes de perseguidos que fueron salvados y alojados en Castel Gandolfo por el papa Benedicto XV.
Al concluir, el Pontífice viajará hasta Gyumri, donde celebrará la santa misa. En Armenia, por la tradición nunca se ha celebrado una misa al abierto, esto será una absoluta novedad en el país. Además, aquí el Santo Padre hará el único paseo en papamóvil de todo el viaje a esta nación. Al finalizar, visitará el convento de las monjas de la Inmaculada Concepción y comerá con ellas.
Por la tarde visitará la catedral apostólica armenia de las Siete Llagas y la catedral católica armenia de los Santos Mártires. De regreso a Ereván, la última cita del día será un encuentro ecuménico y oración por la paz en la plaza de la República. Este evento, ha asegurado el padre Lombardi, será el más importante desde el punto de vista numérico.
El último día, el domingo 25 de junio, el Santo Padre celebrará la misa en privado. Después se reunirá con los obispos católicos armenios, unos 14, que la mayoría de ellos viven fuera del país. También estarán presentes varios sacerdotes. A continuación se celebrará la Divina Liturgia, en Catedral apostólica armenia, donde el Papa celebrará el último discurso del viaje.
Después, tendrá lugar un almuerzo ecuménico con el Catholicós, arzobispos y obispos de la Iglesia Apostólica Armenia, obispos católicos armenios y los cardenales y obispos del séquito papal en el Palacio Apostólico. Además, está previsto que el Pontífice salude a los delegados y benefactores de la Iglesia Apostólica Armenia.
La jornada concluirá con la visita al Monasterio de Khor Virap, donde la tradición asegura estuvo preso San Gregorio durante 13 años. El Papa verá el pozo donde estuvo el Santo, y se realizará una oración en este lugar. Finalmente, desde una terraza, el Santo Padre y el Catholicós, liberarán dos palomas. Desde allí Francisco se dirigirá al aeropuerto, y pondrá rumbo a Roma, donde está prevista la llegada a las 20.40.
Armenia tiene una población de 2.914.000 habitantes, de los que 280 mil son católicos, es decir, el 9,6 por ciento de la población. Hay una circunscripción eclesiástica y 20 parroquias. Actualmente hay 3 obispos, 27 sacerdotes, 2 religiosos y 20 religiosas. Los seminaristas son 69. La Iglesia cuenta con 1 centro de educación católica. Por lo que concierne a los centros caritativos y sociales de propiedad de la Iglesia o que son dirigidos por eclesiásticos o religiosos, en Armenia hay un hospital, 20 ambulatorios, 5 hogares para ancianos, inválidos o discapacitados y 3 instituciones de otro tipo.
Rocío Lancho García (Zenit-Ciudad del Vaticano)
“El Papa es el Vicario de Cristo. No va a Armenia para hacer política”
Entrevista al arzobispo Raphael François Minassian, jefe del ordinariato de los católicos armenios que explica la visita del papa Francisco a Armenia
El papa Francisco visitará Armenia del 24 al 26 de junio, el país del Cáucaso que abrazó el Evangelio en el año 301, como se ha recordado el lema del viaje apostólico “Visita al primer país cristiano”.
Para entender el significado, las expectativas y las perspectivas de este viaje apostólico, ZENIT entrevistó a monseñor François Raphael Minassian, jefe del Ordinariato de los católicos armenios en Armenia, Georgia y Europa del Este.
Nacido en 1946 en Beirut (Líbano), Mons. Minassian entró en el seminario libanés en Roma en 1966, fue ordenado sacerdote en 1973, y fue pastor de los armenios católicos en California de 1996 a 2006.
Excelencia, Armenia espera la visita de Francisco, pero yo quería empezar nuestra conversación recordando el viaje de Juan Pablo II, hace 15 años, la primera visita de un Papa a este país. ¿Qué significó ese viaje histórico para los armenios?
— Mon. Minassian: Para nosotros los armenios el Papa no es un jefe de Estado, un político, o incluso un líder espiritual, sino el Vicario de Cristo que visita a los fieles, tanto católicos como apostólicos. Entonces, vimos en primer lugar la dimensión espiritual de ese primer viaje. Después tuvo gran importancia la fecha del viaje en ocasión del bautismo del país, entonces el Papa nos recordó nuestras antiguas raíces cristianas, esto en el período que salíamos de la era comunista y nos hizo comprender todo el trabajo que debíamos hacer para fortalecer la fe, la vida espiritual y la ética social.
Juan Pablo II nos dejó un mensaje rico y profundo y creo que su viaje ha sido una verdadera bendición de un santo.
Armenia ahora espera la visita del papa Francisco. Conocemos el programa de peregrinación. ¿Podría explicar el significado de las etapas del viaje?
— Mon. Minassian: La visita del Papa a Armenia, comienza con Echmiadzín, la sede del jefe de la Iglesia Apostólica Armenia, el Catholicos Karekin II. Un hermano que visita a otro hermano. El Papa es el primero entre los pares, como el Catholicos es el primero entre los suyos. La conexión con Pedro siempre se ha mantenido, aunque no es perfecta, pero esto fue el resultado de la historia del pasado. Ahora, la amistad entre la Santa Sede y Echmiadzín es tan profunda y amable, que no podría decirse que hay una separación.
El Papa visitará el Memorial Tzitzernakaberd. ¿Por qué este lugar es tan importante este lugar para los armenios?
— Mon. Minassian: El Memorial Tzitzernakaberd fue construido para recordar al millón y medio de víctimas del genocidio de los armenios, que inició en 1915 en el Imperio Otomano. La visita a este lugar es un tributo a aquellos que se sacrificaron y que pagaron con su sangre por permanecer fieles a Jesús. Durante casi cien años nadie tuvo el valor de recordar este primer genocidio del siglo XX. Nosotros los armenios, tuvimos muchos mártires a lo largo de los siglos, incluyendo las víctimas del comunismo.
La otra parada es la ciudad de Gyumri …
— Mon. Minassian: Gyumri es la segunda ciudad del país después de Ereván. Es la capital cultural de Armenia. Pero debo mencionar que Gyumri es también un lugar de sufrimiento, porque la ciudad se vio afectada por el terrible terremoto en 1988, con decenas de miles de muertos. Y esta herida no ha cicatrizado. Así que la visita del Papa será también un encuentro con los que todavía sufren.
El Papa visitará dos catedrales, la apostólica y católica, y celebrará la divina liturgia para todos.
— Mon. Minassian: Francisco va a terminar su viaje en un lugar relacionado con la historia del cristianismo armenio, el monasterio de Khor Virap, que se sitúa en el lugar donde san Gregorio el Iluminador estuvo preso trece años antes de que fuera bautizado el Rey Tiridates III, haciendo de Armenia la primera nación cristiana en el mundo.
La visita a Khor Virap es un homenaje a nuestro primer Catholicos y un gran santo. Según la tradición, san Gregorio el Iluminador se reunió con el papa Silvestre (314-335). Armenia está experimentando un período políticamente difícil, con el conflicto de Nagorno Karabaj, enclave armenio en el territorio de Azerbaiyán.
El papa Francisco no es un político y no hará política. Estoy convencido de que vendrá con un mensaje de paz y amor a los hombres. Su presencia, sus palabras y sus gestos sin duda ayudarán a que la paz llegue al alma de todos.
Włodzimierz Rędzioch (Zenit-Roma)
Ministerio de Exteriores de Armenia: “Los Turcos no cambian la historia. Genocidio reconocido por Juan Pablo II y Francisco”
Entrevista al vice ministro Garen Nazarian, que cuenta las grandes expectativas de la población por el inminente viaje del Pontífice
Por un lado un pueblo lleno de pasión y entusiasmo por la visita del Papa, por otro un territorio bañado con la sangre como la del Nagorno-Karabakh, desde hace decenios teatro de un violento conflicto territorial. A las espaldas un drama tan cruento como el genocidio que ha provocado heridas profundas. Son muchas las implicaciones históricas, políticas y también espirituales que acompañan la visita del papa Francisco en Armenia de este próximo 24 al 26 de junio.
Visita que la población espera con fervor y que sellará las relaciones desde siempre amistosas entre la Santa Sede y la Iglesia Armeno Apostólica. Visita que se espera pueda llevar, a nivel político y diplomático, paz y estabilidad a la región. Son muchas y numerosas, de hecho, las expectativas de la población, como confirma a ZENIT Garen Nazarian, vice-ministro de exteriores de la República de Armenia, en la entrevista exclusiva que publicamos a continuación.
¿Cuáles son las esperanzas por la visita del Papa en Armenia?
— Garen Nazarian: La visita del papa Francisco en Armenia tiene un significado pan-cristiano, porque es la la nación que por primera vez abrazó el cristianismo como religión de Estado. La pasión con la que el pueblo armenio espera esta visita se justifica también con el hecho de que el 12 de abril del año pasado, cuando el Papa recibió al Catholicos en el Vaticano, con ocasión del centenario del genocidio, compartió el dolor de la nación armenia y en un cierto sentido, invitó a Turquía a reflexionar sobre su pasado.
Esta visita permite también a nuestra gente sea en Armenia que de la diáspora, extender la gratitud y el aprecio a Su Santidad por la posición de principio sobre la cuestión del reconocimiento del genocidio armenio y la restauración de una justicia histórica.
Es conocido que durante las celebraciones del 91º aniversario del genocidio armenio en Buenos Aires, el entonces arzobispo Jorge Mario Bergoglio exhortó a Turquía a reconocer el genocidio como “el crimen más grave de la Turquía otomana contra el pueblo armenio y toda la humanidad”.
Además, la visita del Pontífice durante el Jubileo de la Misericordia es un mensaje sólido de por sí. La misericordia es garantía también de la demostración de valentía de afrontar el pasado y de no esconder la verdad detrás de un muro de silencio.
¿Qué se espera del momento en el que el Santo Padre visite el Memorial del “Gran Mal”?
— Garen Nazarian: El Tsitsernakaberd Memorial Complex se ha convertido en una meta de peregrinación, además de una etapa casi obligatoria para los grandes huéspedes de Armenia, ya que conmemora al millón y medio de armenios asesinados en el primer genocidio del siglo XX. Realmente la visita del jefe de la Iglesia católica es de máxima importancia para la humanidad, como reconocimiento del genocidio; además de la celebración dedicada a la memoria de las víctimas será un buen instrumento de prevención, condenando esos crímenes horrendos cometidos contra la humanidad para que no se repitan nunca más.
¿Por qué cree que el Gobierno turco persevera en esta actitud de no reconocer el genocidio?
— Garen Nazarian: La reacción del liderazgo turco prueba que este país prosigue su política negacionista perseguida a nivel estatal, cargando así el peso de la responsabilidad por el atroz crimen cometido por la autoridad del Imperio Otomano. Con la decisión de utilizar la palabra “genocidio” en el título y en el texto de la reciente resolución, el Bundestag admite que Alemania –en la época de la Primera Guerra Mundial aliada de los otomanos– tiene algún sentido de culpa por no haber hecho nada para detener los asesinatos. Pero Turquía no comparte este punto de vista y no está de acuerdo con los numerosos países y las organizaciones internacionales que han reconocido el genocidio armenio. Esto da a entender los valores del liderazgo de este país. El continuo proceso de reconocimiento del genocidio armenio por parte de la comunidad internacional debería ser sin embargo una señal fuerte para las autoridades turcas que el negacionismo impide desarrollar los valores y la realidad del siglo XXI.
La verdad histórica sobre el genocidio está emergiendo también gracias a los archivos de la Santa Sede. ¿Cuál es la unión entre el Gobierno y el Vaticano en este capítulo histórico?
— Garen Nazarian: Los Archivos Secretos del Vaticano sobre el genocidio fueron abiertos en 1990. Aún así, no son muchos los históricos que han tenido acceso a ellos. El contenido de los documentos sobre “el crimen más grande de la Primera Guerra Mundial” revelan sin embargo cómo el papa Benedicto XV y la diplomacia vaticana trataron de detener las deportaciones programadas de los armenios en el desierto sirio, salvar a las víctimas y prevenir la masacre de toda una nación. Benedicto XV escribió una carta al Sultán, pidiendo piedad para los armenios inocentes. El entonces Pontífice hizo referencia también al fracaso de cualquier intervención diplomática, mencionando “el pueblo armenio que sufre, casi completamente conducido a su extermino”.
Las relaciones diplomáticos entre Santa Sede y República de Armenia fueron instituidas en 1992: a partir de ese año se han realizado numerosas visitas por parte del presidente de Armenia y del Catholicos en Vaticano. Después en 2001, Juan Pablo II visitó Armenia y durante el viaje firmó junto con Su Santidad Karekin II una declaración común en la que reconocía el genocidio. La Iglesia católica reconoce la nación armenia como la primera cristiana, hoy juntos compartimos la recíproca voluntad de superar los desafíos enfrentados por los cristianos en Oriente Medio, el respeto por los derechos humanos y la conservación de los valores cristianos.
¿Qué encontrará el Papa en Armenia?
— Garen Nazarian: Encontrará un pueblo que lo espera con entusiasmo y grandes aspiraciones. Nuestra gente cree que Su Santidad traerá un mensaje de paz y armonía, que refuerza la unión entre las dos Iglesias y desarrollará los valores cristianos. Armenia realmente prevé acoger una visita histórica, única por su amplitud y por el deseo entre la gente. Estamos más que seguros de que el viaje del Santo Padre sellará las relaciones amistosas que desde hace siglos unen Armenia y el Vaticano; esperemos también que la visita pueda llevar estabilidad a toda la región.
Salvatore Cernuzio (Zenit-Roma)
El papa Francisco rumbo a Armenia
El Santo Padre inicia hoy un viaje de tres días al “primer país cristiano” duramente golpeado a lo largo de la historia
El papa Francisco, con un ligero retraso de veinte minutos, ha iniciado el 14º viaje internacional de su pontificado, que supone además el 22º país que visita desde que fue elegido sucesor de Pedro. Este país se considera “el primer país cristiano” ya que en el año 301, gracias a San Gregorio el Iluminador, fue el primero en adoptar el cristianismo como religión oficial.
Desde el aeropuerto romano de Fiumicino, ha comenzado un viaje que durará cuatro horas y en el que sobrevolará Italia, Croacia, Bosnia Herzegovina, Montenegro, Serbia, Bulgaria, Turquía y finalmente Armenia. Francisco aterrizará en la capital, Ereván.
Como es habitual en los viajes, en el séquito papal le acompañan el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin; el sustituto monseñor Angelo Becciu; y el prefecto de la Casa Pontificia, monseñor Georg Ganswein entre otros. Y siguiendo la tradición, también acompaña a Francisco un laico trabajador de la Santa Sede, que en esta ocasión se trata de un empleado de la Biblioteca Apostólica.
El Santo Padre, a su llegada al aeropuerto “Zvartnots” de Ereván será acogido por numerosas autoridades, entre ellos el presidente de la República, Serzh Sargsyan, obispos de la Iglesia Apostólica y de la Iglesia Católica. En Armenia, Francisco estará un total de 52 horas en las que pronunciará 4 discursos y una homilía, aunque asistirá a un total de 16 eventos.
Además el viaje de este fin de semana se debe considerar la primera etapa del ‘viaje al Cáucaso’, cuya segunda parte será del 30 de septiembre al 2 de octubre, en Georgia y Azerbaiyán.
“Visita al primer país cristiano”, son las palabras elegidas para el lema de este viaje. El logo realizado es un sello redondo dividido por la mitad con los colores de las dos iglesias: morada por la Apostólica Armenia, amarilla por la Iglesia Católica de Roma. Las dos mitades están unidas por una corona blanca que completa así los colores de la Santa Sede. En el fondo se ven las imágenes de monasterio de Khor Virap y el monte Ararat al fondo. Ambos son considerados símbolos fundamentales de la nación. El monasterio está en el lugar donde estuvo prisionero san Gregorio durante 14 años y el monte Ararat es el lugar donde, en la Biblia, el Arca de Noé se detuvo una vez que terminó el diluvio universal.
Se trata de la segunda oportunidad en la que un Papa visita Armenia. La anterior fue en 2001, cuando san Juan Pablo II llegó hasta Ereván para la celebración de los 1700 años de cristianismo en Armenia. En ese viaje, en una declaración conjunta firmada con Karekin II, patriarca de la Iglesia Apostólica Armenia, el Papa polaco utilizó la palabra ‘genocidio’ para referirse a la matanza del imperio otomano, que Turquía aún no reconoce. De este modo, aseguró que “el exterminio de un millón y medio de cristianos armenios, en lo que se considera generalmente como el primer genocidio del siglo XX, y la siguiente aniquilación de miles bajo el antiguo régimen totalitario, son tragedias que todavía perduran en la memoria de la generación actual”.
También se refirió a genocidio el papa Francisco en abril del año pasado en la basílica de San Pedro, con ocasión de la conmemoración del centenario de este dramático acontecimiento histórico. Que un Pontífice hablara nuevamente de la “primera matanza del siglo XX” provocó la reacción de disconformidad del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Armenia tiene una población de 2.914.000 habitantes, de los que 280 mil son católicos, es decir, el 9,6 por ciento de la población. Hay una circunscripción eclesiástica y 20 parroquias. Actualmente hay 3 obispos, 27 sacerdotes, 2 religiosos y 20 religiosas. Los seminaristas son 69. La Iglesia cuenta con 1 centro de educación católica. Por lo que concierne a los centros caritativos y sociales de propiedad de la Iglesia o que son dirigidos por eclesiásticos o religiosos, en Armenia hay un hospital, 20 ambulatorios, 5 hogares para ancianos, inválidos o discapacitados y 3 instituciones de otro tipo.
Rocío Lancho García (Zenit-Ciudad del Vaticano)
El Papa en Armenia: Unirse y aislar a quien usa la religión para la violencia
El Santo Padre invita a aprender del genocidio sufrido por los armenios para evitar el peligro de volver a caer en tales horrores
24 junio 2016-Sergio Mora
(ZENIT ).- El santo padre Francisco, en su primer día en Armenia, se ha reunido este viernes por la tarde en el Palacio Presidencial de Ereván al presidente del país Serzh Sargsyan.
El Papa fue recibido por el presidente en la entrada de honor y después de la presentación de las respectivas delegaciones, ambos tuvieron un encuentro a puertas cerradas que concluyó con el intercambio de regalos la presentación de la familia del mandatario armenio.
A continuación, en el encuentro con las autoridades civiles y el cuerpo diplomático, dio el que ha sido el segundo discurso de la jornada. En sus palabras, el Santo Padre indicó que hoy en “esta tierra tan querida” que “ha dado valientemente testimonio de su fe” retribuye la visita que el presidente armenio le hizo el año pasado en el Vaticano, cuando participó junto a Karekin II y otros líderes religiosos en el centenario del Metz Yeghérn, el «Gran Mal», que azotó a este pueblo y causó la muerte de una gran multitud de personas.
“Aquella tragedia, aquel genocidio, por desgracia –señaló el papa Francisco– inauguró la triste lista de las terribles catástrofes del siglo pasado, causadas por aberrantes motivos raciales, ideológicos o religiosos, que cegaron la mente de los verdugos hasta el punto de proponerse como objetivo la aniquilación de poblaciones enteras”. Haciendo referencia al genocidio, aseguró que es muy triste, “pero las grandes potencias internacionales miraron para otro lado”.
Por ello aseguró: “Rindo homenaje al pueblo armenio, que iluminado por la luz del Evangelio incluso en los momentos más trágicos de su historia, siempre ha encontrado en la cruz y en la resurrección de Cristo la fuerza para levantarse de nuevo y reemprender el camino con dignidad”.
“Espero sinceramente –aseguró el Pontífice- que la humanidad sea capaz de aprender de esas trágicas experiencias a actuar con responsabilidad y sabiduría para evitar el peligro de volver a caer en tales horrores”.
Señaló que por este motivo “la Iglesia Católica desea cooperar activamente con todos los que se preocupan por el destino de la humanidad y el respeto de los derechos humanos” exhortando a “todos los que confiesan su fe en Dios unan sus fuerzas para aislar a quien se sirva de la religión para llevar a cabo proyectos de guerra, de opresión y de persecución violenta, instrumentalizando y manipulando el santo nombre Dios”.
El Pontífice señaló que hoy se registran persecuciones quizás mayores que en la época de los primeros mártires causando desplazamientos forzados de poblaciones enteras. Por ello es “indispensable” que los responsables de las naciones pongan “con valor y sin demora” iniciativas que pongan fin al sufrimiento, busquen la paz y reciban a los perseguidos, y por ello le pidió a Armenia “no dejar de ofrecer su valiosa colaboración a la comunidad internacional”.
El papa Francisco recordó también que “este año se cumple el 25 aniversario de la independencia de Armenia” de la Unión Soviética. “Un evento para alegrarse y una ocasión para rememorar lo conseguido y proponerse nuevas metas”, dijo, si unidos a los que están en la diáspora.
“La cohesión de todos los armenios, y el creciente esfuerzo por encontrar caminos que ayuden a superar las tensiones con algunos países vecinos, hará que sea más fácil lograr estos importantes objetivos, inaugurando para Armenia una época de auténtico renacimiento” dijo.
El Papa concluyó ofreciendo los recursos humanos de la Iglesia católica en favor del crecimiento de la sociedad, sobre todo con su actividad orientada hacia los más débiles y los más pobres, en el campo sanitario y educativo, y concretamente en el de la caridad, como lo demuestra el trabajo realizado desde hace veinticinco años por el hospital «Redemptoris Mater», en Ashotsk, las actividades del Instituto educativo a Ereván, las iniciativas de Cáritas Armenia y las obras gestionadas por las Congregaciones religiosas.
Después del encuentro en el Palacio de Gobierno, el Santo Padre concluyó su jornada en el Palacio Apostólico con un encuentro personal con el máximo líder de los ortodoxos armenos, el patriarca Karekin II, Catholicós de Todos los Armenios, Iglesia apostólica fundada por dos apóstoles y que se encuentra en un diálogo profundo con la Iglesia católica apostólica romana.
Francisco: La fe es para Armenia realidad constitutiva de su identidad
Francisco llega a Armenia y en su primer encuentro de la jornada visita la Catedral Apostólica y se da un abrazo de paz con el patriarca Karekin II
24 junio 2016-Rocío Lancho García
(ZENIT).- El primer encuentro del papa Francisco en su viaje a Armenia ha sido en la Catedral Apostólica, donde ha entrado en procesión con el patriarca Karekin II, Catholicós de Todos los Armenios. En el altar han besado la cruz, y el libro de los Evangelios. Y tras darse un abrazo de paz, han recitado juntos el salmo 122.
Ha llegado a continuación el primer discurso del Pontífice en Armenia. Un país que en el año 301 fue el primero en abrazar el cristianismo como religión oficial. Un país en el que todavía sangran las heridas que dejó el genocidio en 1915 a manos del Imperio Otomano.
Así, Francisco ha asegurado que “la fe en Cristo no ha sido para Armenia como un vestido que se puede poner o quitar en función de las circunstancias o conveniencias”, sino “una realidad constitutiva de su propia identidad, un don de gran valor que se debe recibir con alegría, y custodiar con atención y fortaleza, a precio de la misma vida”.
Por eso, el Pontífice ha pedido que el Señor bendiga a este pueblo “por este testimonio luminoso de fe, que muestra de manera ejemplar la poderosa eficacia y fecundidad del bautismo recibido hace más de mil setecientos años con el signo elocuente y santo del martirio, que ha sido un elemento constante” en su historia.
Por otro lado, ha dado las gracias también por el camino que la Iglesia Católica y la Iglesia Apostólica Armenia han recorrido “a través de un diálogo sincero y fraterno”, con el fin de llegar a compartir plenamente la mesa eucarística. Al respecto ha deseado que el Espíritu Santo ayude a realizar esa unidad, reconociendo la gran labor de Su Santidad Vasken I y Karekin I, san Juan Pablo II y Benedicto XVI.
En concreto, el Santo Padre ha recordado varias etapas particularmente significativas de este compromiso ecuménico. Así ha mencionado la la conmemoración de los testigos de la fe del siglo XX, en el contexto del Gran Jubileo del año 2000; la entrega al patriarca Karekin II de la reliquia del padre de la Armenia cristiana, San Gregorio el Iluminador, para la nueva catedral de Ereván; la Declaración Conjunta de Juan Pablo II y de Karekin II, firmada en ese mismo lugar; y las visitas que el patriarca ha hecho al Vaticano con motivo de grandes eventos y conmemoraciones.
El Pontífice, ha reconocido en su primer discurso en Armenia que, el mundo, desgraciadamente, está marcado por las divisiones y los conflictos, así como por formas graves de pobreza material y espiritual, incluida la explotación de las personas. Por eso se espera de los cristianos “un testimonio de mutua estima y cooperación fraterna, que haga brillar ante toda conciencia el poder y la verdad de la resurrección de Cristo”.
Asimismo, ha observado que el compromiso “paciente y renovado” hacia la plena unidad, la “intensificación de las iniciativas comunes” y “la colaboración entre todos los discípulos del Señor” con vistas al bien común, son “como luz brillante en una noche oscura, y una llamada a vivir también las diferencias en la caridad y en la mutua comprensión”.
Respecto al espíritu ecuménico, Francisco ha subrayado que “adquiere un valor ejemplar”, incluso fuera de los límites visibles de la comunidad eclesial, y “representa para todos una fuerte llamada a componer las divergencias mediante el diálogo y la valorización de lo que une”. Por eso mismo, ha añadido que esto impide “la instrumentalización y la manipulación de la fe”, porque obliga a “redescubrir las genuinas raíces, a comunicar, defender y propagar la verdad” en el respeto de la dignidad de todo ser humano.
En esta misma línea ha reconocido que cuando “nuestro actuar” está inspirado y movido por la fuerza del amor de Cristo, “crece el conocimiento y la estima recíproca”, “se crean mejores condiciones para un camino ecuménico fructífero” y, al mismo tiempo, se muestra “una vía concreta y factible para armonizar los conflictos que desgarran la vida civil y producen divisiones difíciles de sanar”.
Se ha cerrado así el primer discurso del Santo Padre en Armenia, donde ha llegado este viernes a las 14.50 hora local (12.50 hora de Roma) al aeropuerto de Ereván después de tres horas y media de vuelo. En el aeropuerto ha sido acogido por el presidente de la República, Serzh Sargsyan, junto con su mujer y el patriarca Karekin II.
Tras escuchar los himnos y los honores militares, se han presentado las delegación y finalmente el Santo Padre se ha traslado en coche a la sede apostólica de Etchmiadzin para esta visita de oración a la Catedral.
Francisco reza en el memorial de Tzitzernakaberd. ‘Nunca más tragedias como esta’
Junto al catholicós se realiza en el mausoleo en una sentida ceremonia recordando a los 1,5 millones de armenios exterminados por el imperio otomano
25 junio 2016-Sergio Mora
(ZENIT) .- El santo padre Francisco visitó al inicio de este segundo día del viaje apostólico a Armenia, el memorial de Tzitzernakaberd, lugar que recuerda el genocidio de 1,5 millones de armenios, llamado también el ‘Gran Mal’, perpetrado entre 1915 y 1916 por el Imperio Otomano.
“Aquí rezo, con dolor en el corazón –escribió Francisco en el libro de los huéspedes ilustres– para que nunca más existan tragedias como esta, para que la humanidad no se olvide y sepa vencer con el bien el mal. Dios conceda al querido pueblo armenio y al mundo entero paz y consolación. Dios custodie la memoria del pueblo armenio. La memoria no va aguada ni olvidada; la memoria es fuente de paz y de futuro”.
En el mausoleo de Tzitzernakaberd
El Papa a su llegada saludó a las autoridades religiosas católicas y ortodoxas allí presentes, y al mandatario del país, Serzh Sargsyan, acompañado por su consorte. E inició caminar acompañado a poca distancia por ellos hacia la explanada del mausoleo con un obelisco central, donde tres militares en paso solemne llevaron una corona de flores blancas y amarillas, rodeadas por laureles, hasta el ingreso del mismo.
Allí el Santo Padre se acercó a la corona y permaneció algunos instantes rezando en silencio mientras la banda tocaba el himno pontificio. Una vez ingresado en el memorial, depuso una rosa blanca a los pies de la llama perenne.
Siguió un momento de oración en el que el papa Francisco y el catholicós Karekin II bendijeron el incienso mientras era recitado el Padre Nuestro en armenio. El coro entonó diversos himnos entre los cuales el canto del ‘Hrashapar’. El cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias orientales leyó el Evangelio y el Papa recitó una oración de intercesión: ‘Escúchanos Señor y ten piedad’…
El Papa riega un árbol plantado en el memorial que recuerda la masacre
Después, dentro del mismo mausoleo desde donde se ve el monte Ararat, que pertenece a Turquía pero que ‘protege’ a Armenia, se tocó un himno con la flauta llamada Duduc, instrumento característico del pueblo armenio.
Finalmente dejó el mausoleo y el Papa se transfirió en un vehículo eléctrico a los jardines en donde se plantó un pino, como recuerdo del evento de hoy. Allí es donde firmó el libro de los huéspedes ilustres, al lado del ‘Muro de la memoria de los justos’.
A continuación Francisco recibió a unas diez personas, descendientes de perseguidos que fueron salvados y alojados en Castel Gandolfo por el papa Benedicto XV.
Este memorial fue construido en 1967, en plena época soviética y a pesar del disgusto de Moscú en la ‘Colina de las Golondrinas’. La parte del museo fue enriquecida en 1995 con una serie de objetos y recuerdos de la masacre de 1915.
El Papa en la misa de Gyumri: ‘Memoria, fe y amor misericordioso’ bases de vida cristiana
En la segunda ciudad de Armenia, la que sufrió el devastador terremoto de 1988, Fancisco invita a los jóvenes a dar un sí generoso para difundir la evangelización
25 junio 2016-Sergio Mora
(ZENIT).- El papa Francisco celebró este sábado la santa misa en la segunda ciudad que visita en Armenia, Gyumri, nada más llegar del memorial de Tzitzernakaberd, en las afueras de la capital Ereván, donde abrió el segundo día de su visita apostólica recordando al millón y medio de armenios exterminados durante el Imperio Otomano.
En Gyumri, ciudad que durante el dominio soviético tuvo el nombre de Lininakan para recordar a Lenin, y que en 1988 sufrió un devastador terremoto, el Santo Padre celebró la ‘Misa votiva de la Misericordia de Dios’, según el rito latino, en italiano y armenio. Estuvo presente en la misa el Catholicós Karekin II.
En Gyumri ha sido la primera vez que en Armenia se celebra una misa al abierto
“Después de la terrible devastación del terremoto, estamos hoy aquí para dar gracias a Dios por todo lo que ha sido reconstruido” señaló el Papa en su homilía, invitando a construir la propia vida cristiana en tres bases estables.
La primera, la gracia de la memoria por lo que el Señor ha hecho en nosotros y por nosotros: “nos ha elegido, amado, llamado y perdonado”, pero también “otra memoria que se ha de custodiar: la memoria del pueblo”, la vuestra “muy antigua y valiosa”.
“En vuestras voces resuenan –dijo el Papa refiriéndose a la memoria– la de los santos sabios del pasado; en vuestras palabras se oye el eco del que ha creado vuestro alfabeto con el fin de anunciar la Palabra de Dios; en vuestros cantos se mezclan los llantos y las alegrías de vuestra historia. Pensando en todo esto, podéis reconocer sin duda la presencia de Dios: él no os ha dejado solos. Incluso en medio de tremendas dificultades” y de “las primicias de vuestra fe, de todos los que han dado testimonio, aun a costa de la sangre, de que el amor de Dios vale más que la vida”.
La segunda base es la fe, que “es también la esperanza para vuestro futuro”, y rechazar “la tentación de considerarla como algo del pasado”, de manera que “el encuentro con la ternura del Señor ilumine el corazón de alegría” más fuerte que el dolor, transformándose en paz.
El Pontífice invitó especialmente a los jóvenes a no tener miedo de dar el propio ‘sí’, “para dar continuación a la gran historia de evangelización, que la Iglesia y el mundo necesitan en esta época difícil, pero que es también tiempo de misericordia”.
Durante la misa en la que vinieron también fieles desde Georgia
La tercera base es el amor misericordioso: la vida del discípulo de Jesús se basa en esta roca, porque “estamos llamados ante todo a construir y reconstruir, sin desfallecer, caminos de comunión, a construir puentes de unión y superar las barreras que separan”.
“Se necesitan cristianos –añadió el Santo Padre– que no se dejen abatir por el cansancio y no se desanimen ante la adversidad, sino que estén disponibles y abiertos, dispuestos a servir” además de “sociedades más justas, en las que cada uno tenga una vida digna y ante todo un trabajo justamente retribuido”.
“Nadie como Gregorio de Narek, palabra y voz de Armenia ha sabido penetrar en el abismo de miseria que puede anidar en el corazón humano” recordó Francisco, y señaló que él “nos enseña que lo más importante es reconocerse necesitados de misericordia y después, frente a la miseria y las heridas que vemos, no encerrarnos en nosotros mismos, sino abrirnos con sinceridad y confianza al Señor”.
El Papa concluyó invocando con las palabras del santo armenio, el don de no cansarse nunca de amar: Espíritu Santo «Concédenos la gracia de animarnos a la caridad y a las buenas obras […] Espíritu de mansedumbre, de compasión, de amor al hombre y de misericordia, […] tú que eres todo misericordia, […] ten piedad de nosotros, Señor Dios nuestro, según tu gran misericordia» (Himno de Pentecostés).
Francisco saluda a los fieles armenios desde el papamóvil tras la misa al abierto
El Pontífice agradece a todos los que participaron o asistieron a la misa, iniciando por el catholicós Karekin II. A continuación se dirige al convento de Nuestra Señora de Armenia
25 junio 2016
(ZENIT) .- El único traslado en papamóvil en Armenia, en este XIV° viaje apostólico, lo realizó hoy el papa Francisco desde la plaza Vartanants de la ciudad de Gyumri, en donde se celebró la misa al abierto, y las personas pudieron saludarlo a su paso. De allí partió hacia el convento de Nuestra Señora de Armenia, un recorrido de unos cinco kilómetros.
Al concluir la misa el Papa le expresó su “vivo agradecimiento” al catholicós Karekin II y al arzobispo Minassian, al patriarca Ghabroyan, a los obispos, sacerdotes, autoridades que lo recibieron y a todos los que participaron, incluso de diferentes regiones y de la vecina Georgia.
Del mismo modo, saludó “a los que con tanta generosidad y amor concreto ayudan a los necesitados”.
Por eso quiso precisar que piensa “especialmente en el hospital de Ashotsk, inaugurado hace veinticinco años, y conocido como el «Hospital del Papa»: nacido del corazón de san Juan Pablo II, sigue siendo una presencia muy importante y cercana a los que sufren”.
Francisco recordó también “las obras que realizan en la comunidad católica local las Hermanas Armenias de la Inmaculada Concepción y las Misioneras de la Caridad de la beata Madre Teresa de Calcuta”.
Y concluyó deseando que “la Virgen María, nuestra Madre, nos acompañe siempre y guíe los pasos de todos en el camino de la fraternidad y de la paz”.
Una vez terminado el recorrido realizado en el papamóvil, el Santo Padre llega al convento de Nuestra Señora de Armenia. Allí la superiora le recibe en la puerta del orfanato, en donde son hospedados unos 60 huérfanos. En el complejo del convento se encuentra también el colegio profesional Diramayr, cuyos estudiantes reciben a la delegación pontificia. En el convento, el Santo Padre tiene una comida en privado.
El Papa en el encuentro ecuménico asegura que solo el amor borra los prejuicios
Francisco concluye la segunda jornada del viaje a Armenia, recordando que la unidad no es un beneficio estratégico para buscar mutuos intereses
25 junio 2016-Rocío Lancho García
(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha concluido la segunda jornada de su viaje a Armenia con un encuentro ecuménico y oración por la paz en la plaza de la República de la capital, Ereván. En encuentro en el que el Santo Padre ha pedido que se retome el camino de reconciliación entre el pueblo armenio y el pueblo turco, y que la paz brote también en el Nagorno Karabaj, la zona de conflicto con Azerbaiyán.
El Pontífice, reflexionado sobre la unidad entre las Iglesias, ha recordado que en los años pasados, se han intensificado las visitas y los encuentros “entre nuestras Iglesias, siendo siempre muy cordiales y con frecuencia memorables”. Además, ha explicado que la unidad no es un beneficio estratégico para buscar mutuos intereses, “sino lo que Jesús nos pide y que depende de nosotros cumplir con buena voluntad y con todas las fuerzas, para realizar nuestra misión”, es decir, “ofrecer al mundo, con coherencia, el Evangelio”.
El encuentro se ha celebrado en armenio e italiano y después de la oración del Padre Nuestro, cada uno en su lengua, y las lecturas, también el Catholicós Karekin II, ha dirigido unas palabras a los presentes, invocando la paz y animando a la unidad. Por su parte, el Papa ha asegurado que ha llegado a este país, el primero en abrazar la fe cristiana, como peregrino y para mostrarles el “afecto de vuestro hermano, es el abrazo fraterno de toda la Iglesia Católica, que os quiere y que está cerca de vosotros”.
El Santo Padre ha invitado a compartir con gran alegría los muchos pasos de un camino común que ya está muy avanzado, y mirar con confianza al día en que “estaremos unidos junto al altar del sacrificio de Cristo, en la plenitud de la comunión eucarística”.
En este trayecto, ha observado Francisco, preceden de forma particular los mártires, “nuestras estrellas en el cielo”, que “resplandecen sobre nosotros” e “indican el camino que nos falta por recorrer en la tierra hacia la comunión plena”.
A propósito de la unidad, el Papa ha indicado que “es hermoso estar aquí reunidos para rezar unos por otros, unos con otros”. Por eso ha precisado que es, sobre todo, el don de la oración el “que he venido a pediros esta tarde”. Solo el amor, ha indicado el Papa, borra los prejuicios y permite reconocer que la apertura al hermano purifica y mejora las propias convicciones. Estamos llamados –ha asegurado– a tener la valentía de dejar las convicciones rígidas y los intereses propios, en nombre del amor que se abaja y se da, en nombre del amor humilde. Y ha pedido seguir este camino con determinación y correr hacia la plena comunión.
Por otro lado, reflexionando sobre la paz, el Papa ha dirigido su pensamiento a las poblaciones forzadas a abandonar todo, de modo particular en Oriente Medio, donde sufren violencia y persecución a causa del odio y de conflictos, fomentados siempre “por la plaga de la proliferación y del comercio de armas”, “por la tentación de recurrir a la fuerza” y “por la falta de respeto a la persona humana, especialmente a los débiles, a los pobres y a los que piden sólo una vida digna”.
A continuación, ha hablado nuevamente del “Gran Mal” que abatió a Armenia, asegurando que “este trágico misterio de iniquidad que vuestro pueblo ha experimentado en su carne, permanece impreso en la memoria y arde en el corazón”. Y recordar el sufrimiento de este pueblo, ha asegurado Francisco, no es solo oportuno, sino necesario. Y así pueda ser una advertencia “para que el mundo no caiga jamás en la espiral de horrores semejantes”.
Asimismo ha subrayado que las heridas que permanecen abiertas y que han sido producidas por el odio feroz e insensato, pueden “conformarse a las de Cristo resucitado”. Y ha indicado que también el dolor más grande, transformado por el poder salvífico de la cruz, de la cual los Armenios son heraldos y testigos, “puede ser una semilla de paz para el futuro”.
El Pontífice ha invitado a todos a comprometerse para poner las bases de un futuro que no se deje absorber por la fuerza engañosa de la venganza. Un futuro, “donde no nos cansemos jamás de crear las condiciones por la paz”: un trabajo digno para todos, el cuidado de los más necesitados y la lucha sin tregua contra la corrupción, que tiene que ser erradicada.
Para finalizar el Santo Padre, saludando también a los armenios en la diáspora, les ha asegurado que todo el mundo necesita de su mensaje, presencia y testimonio más puro.
Antes del encuentro ecuménico, el Pontífice y el Catholicós visitaron la Catedral Armenia Apostólica “Yot Verk”. Allí fue recibido por el Catholicós y ambos entraron en procesión. En el interior de la Catedral había algunos obispos Armenio-Apostólicos y un pequeño grupo de discapacitados y refugiados sirios. Francisco y Karekin II se detuvieron en oración silenciosa frente al ícono mariano de las siete llagas y después veneraron el Crucifijo. Al final, el Papa impartió la bendición. A la salida, el Santo Padre recibió un regalo de una benefactora argentina y se dirigió a la Catedral de los Santos Mártires.
La Catedral Armenia Católica de los Santos Mártires de Gyumri, también está en la plaza Vartanants. A la entrada les estaban esperando el Ordinario para los Armenios Católicos de la Europa Oriental, el arzobispo Raphael François Minassian, y el párroco. En el interior de la Catedral había algunos benefactores de la Iglesia Armenio Católica. Después de la entrada en procesión y de la oración del Papa, el Catholicós impartió la bendición.
Francisco en Armenia invita a apresurar el paso a la comunión plena
Lo pidió el Santo Padre después del participar a la Divina Liturgia presidida por Karekin II, para que las jóvenes generaciones, tengan un futuro libre de las divisiones del pasado
26 junio 2016
(ZENIT).- El papa Francisco inició su tercer y último día del viaje apostólico a Armenia, celebrando temprano, a las 7,30 de la mañana, la santa misa en privado en el Palacio Apostólico de Etchmiadzin.
El papa Francisco sigue con atención el desarrollarse de la Divina Liturgia
Ha sido también el día del encuentro informal del Santo Padre con 14 obispos armenios católicos y con una docena de sacerdotes que desarrollan su ministerio en el país, además de los prelados que le acompañan en el viaje apostólico.
La visita pública del Santo Padre inició en cambio cuando salió del Palacio Apostólico, hacia la cercana plaza de San Tiridate, también en la ciudad de Etchmiadzin. Allí se celebró la divina liturgia, presidida por el catholicós Karekin II, a la cual asistió el Santo Padre.
Una liturgia, la armenia, con muchos aspectos similares a la constantiniana o preconciliar, indicaron los expertos, con un ingreso procesional del Evangelio cubierto de un velo bordado. El catholicós presidió la ceremonia en el altar a los pies de María, junto a unos diez prelados, todos vistiendo paramentos en los que predominaban los colores rojo y dorado.
El Santo Padre siguió con gran atención el desarrollo de la ceremonia desde el lado derecho del altar
Y al concluir la Divina Liturgia, el catholicós Karekin II indicó que hoy los extremismos, la xenofobia, la distorsión de los valores éticos y espirituales, así como la familia en crisis amenazan nuestra fe. Señaló también que la Iglesia es una al difundir el Evangelio de Cristo, en el cuidado de la creación y del hombre que es lo máximo entre las criaturas. Y expresó su deseo de que haya otras oportunidades para dar testimonio juntos. Después de que Francisco se acercó a Karekin II y se dieron el abrazo de la paz.
Lugar de la celebración de la Divina Liturgia
Por su parte el papa Francisco en sus palabras agradeció al catholicós Karekin II porque “ha abierto en estos días las puertas de su casa y hemos experimentado qué dulzura, qué delicia es convivir los hermanos unidos”.
Un encuentro “en el signo de los santos Apóstoles. Los santos Bartolomé y Tadeo, que proclamaron por primera vez el Evangelio en estas tierras, y los santos Pedro y Pablo, que dieron su vida por el Señor en Roma” dijo.
Y deseó por ello que “la comunión entre nosotros sea plena” que no sea “ni sumisión del uno al otro, ni absorción, sino más bien la aceptación de todos los dones que Dios ha dado a cada uno”.
Asimismo manifestó su deseo de que “tengamos el oído abierto a las jóvenes generaciones, que anhelan un futuro libre de las divisiones del pasado”.
Francisco por ello invitó que “así como los Apóstoles en la mañana de Pascua, no obstante las dudas e incertidumbres, corrieron hasta el lugar de la resurrección atraídos por el amanecer feliz de una nueva esperanza, así también sigamos nosotros en este santo domingo la llamada de Dios a la comunión plena y apresuremos el paso hacia ella”.
La divina liturgia concluyó después de la consagración y la comunión dada bajo las dos especies para los fieles ortodoxos armenios, por el catholicós en el altar y llevada por los sacerdotes cubiertos de un manto color violeta a los fieles más alejados. Finalmente Karekin II se acercó al Papa y le llevó al centro del altar para que impartiera su bendición. Ambos dejaron el altar, caminando juntos debajo de un palio, en medio de los aplausos de los presentes.
Texto completo de las palabras del papa Francisco
El Papa y el Catholicós se dieron el abrazo de la paz en tres oportunidades
«Santidad, Queridos Obispos, Hermanos y hermanas
Al coronar esta visita, que tanto he deseado, y para mí ya inolvidable, deseo elevar mi agradecimiento al Señor, junto con el gran himno de alabanza y de acción de gracias que sube de este altar.
Vuestra Santidad me ha abierto en estos días las puertas de su casa y hemos experimentado «qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos (Sal 133,1). Nos hemos encontrado, nos hemos abrazado fraternalmente, hemos rezado juntos y compartido los dones, las esperanzas y las preocupaciones de la Iglesia de Cristo, cuyo corazón oímos latir al unísono, y en la que creemos y sentimos como una.
«Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza […]. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos» (Ef 4,4-6): con gozo podemos hacer verdaderamente nuestras estas palabras del apóstol Pablo.
Nos hemos encontrado precisamente en el signo de los santos Apóstoles. Los santos Bartolomé y Tadeo, que proclamaron por primera vez el Evangelio en estas tierras, y los santos Pedro y Pablo, que dieron su vida por el Señor en Roma, y que ahora reinan con Cristo en el cielo, se alegran ciertamente al ver nuestro afecto y nuestra aspiración concreta a la plena comunión. Por todo esto doy gracias al Señor, por vosotros y con vosotros: ¡Park astutsò! (¡Gloria a Dios!).
En esta Divina Liturgia, el solemne canto del trisagio se ha elevado al cielo, ensalzando la santidad de Dios; que descienda copiosamente la bendición del Altísimo sobre la tierra por intercesión de la Madre de Dios, de los grandes santos y doctores, de los mártires, sobre todo de tantos mártires que en este lugar habéis canonizados el año pasado.
Durante la ceremonia el Papa estuvo en el lado derecho del altar
«El Unigénito que vino aquí» bendiga vuestro camino. Que el Espíritu Santo haga de los creyentes un solo corazón y una sola alma; que venga a refundarnos en la unidad. Por eso quisiera invocarlo nuevamente, tomando algunas espléndidas palabras que han entrado en vuestra Liturgia.
Ven, Espíritu, Tú, «que con gemidos incesantes eres nuestro intercesor ante el Padre misericordioso, Tú, que velas por los santos y purificas a los pecadores»; infunde en nosotros tu fuego de amor y unidad, y «que este fuego diluya los motivos de nuestro escándalo» (Gregorio de Narek, Libro de las Lamentaciones, 33, 5), ante todo, la falta de unidad entre los discípulos de Cristo.
Que la Iglesia Armenia camine en paz, y la comunión entre nosotros sea plena. Que brote en todos un fuerte anhelo de unidad, una unidad que no debe ser «ni sumisión del uno al otro, ni absorción, sino más bien la aceptación de todos los dones que Dios ha dado a cada uno, para manifestar a todo el mundo el gran misterio de la salvación llevada a cabo por Cristo, el Señor, por medio del Espíritu Santo» (Palabras al final de la Divina Liturgia, Iglesia patriarcal de San Jorge, Estambul, 30 noviembre 2014).
Acojamos la llamada de los santos, escuchemos la voz de los humildes y los pobres, de tantas víctimas del odio que sufrieron y sacrificaron sus vidas a causa de su fe; tengamos el oído abierto a las jóvenes generaciones, que anhelan un futuro libre de las divisiones del pasado. Que desde este lugar santo se difunda de nuevo una luz radiante; la de la fe, que desde san Gregorio, vuestro padre según el Evangelio, ha iluminado estas tierras, y a ella se una la luz del amor que perdona y reconcilia.
Así como los Apóstoles en la mañana de Pascua, no obstante las dudas e incertidumbres, corrieron hasta el lugar de la resurrección atraídos por el amanecer feliz de una nueva esperanza (cf. Jn 20,3-4), así también sigamos nosotros en este santo domingo la llamada de Dios a la comunión plena y apresuremos el paso hacia ella.
Y ahora, Santidad, en nombre de Dios te pido que me bendigas, a mí y a la Iglesia Católica, que bendigas esta nuestro recorrido hacia la unidad plena».
Francisco y Karekin II piden abrir el corazón y las manos a las víctimas de la guerra y el terrorismo
El Santo Padre y el supremo patriarca y Catholicós de todos los armenios firman una declaración conjunta
26 junio 2016-Rocío Lancho García
(ZENIT) .- El papa Francisco y el supremo patriarca y Catholicós de todos los armenios, Karekin II, han firmado una declaración conjunta, en la tarde del domingo antes del último encuentro organizado en la visita a Armenia.
De este modo, ambos recuerdan que lamentablemente somos testigos de una inmensa tragedia que sucede delante de nuestros ojos. “Innumerables personas inocentes asesinadas, deportadas y obligadas a un doloroso e incierto exilio de continuos conflictos con base étnica, política y religiosa en Oriente Medio y otras partes del mundo”, advierten.
Al respecto, recuerdan que como consecuencia, minorías étnicas y religiosas se han convertido en el objetivos de persecuciones y de trato cruel, hasta el punto que tales sufrimientos “por motivo de pertenencia a una confesión religiosa” se han convertido en una realidad cotidiana”. Por eso reconocen que los mártires “pertenecen a todas las Iglesias y su sufrimiento constituye” un “ecumenismo de la sangre” que trasciende a las divisiones históricas entre los cristianos, llamando a todos a “promover la unidad visible de los discípulos de Cristo”.
El Papa y Karekin II rezan unidos por “un cambio en el corazones de todos los que cometen estos crímenes y en aquellos que están en condiciones de parar la violencia”. De este modo piden a los jefes de las naciones que “escuchen la petición de millones de seres humanos” que esperan con ansia “paz y justicia en el mundo” y piden “el respeto de sus derechos atribuidos por Dios, que necesitan urgentemente pan, no armas”.
En esta misma línea se lamentan que estamos asistiendo a una presentación de las religiones y los valores religiosos “de una forma fundamentalista” que es usada para justificar la difusión del odio, de la discriminación y la violencia”. Además, precisan que “el respeto por las diferentes religiones” es la condición necesaria “para la pacífica convivencia de distintas comunidades étnicas y religiosas”.
Como cristianos estamos llamados –reconocen– a buscar y desarrollar caminos de reconciliación y de paz. En concreto, expresan su esperanza por una solución pacífica en las cuestiones de Nagorno-Karabakh, zona de conflicto entre Armenia y Azerbaiyán.
El Pontífice y el Patriarca piden a los fieles de sus Iglesias “abrir el corazón y las manos a las víctimas de la guerra y del terrorismo, a los refugiados y sus familias”. Está en juego –advierten– el sentido mismo de nuestra humanidad, de nuestra solidaridad, compasión y generosidad, que puede ser expresado de forma apropiada “solamente mediante un inmediato y práctico uso de recursos”.
Por otro lado, se muestran también preocupados por la crisis de la familia en muchos países. Aseguran que la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica “comparten la misma visión de la familia, basada en el matrimonio, acto de gratuidad y de amor fiel entre un hombre y una mujer”.
En la declaración, confirman que a pesar de las persistentes divisiones entre cristianos, “hemos comprendido más claramente que lo que nos une es mucho más de lo que nos separa”. Hoy estamos convencidos –precisan– de la importancia crucial para desarrollar estas relaciones, emprendiendo una profunda y más decisiva colaboración no solo en campo teológico, sino también en la oración y en una activa cooperación a nivel de las comunidades locales, en la perspectiva de compartir una plena comunión y expresiones concretas de unidad.
Finalmente, Francisco y Karekin II exhortan a los fieles a “trabajar en armonía para promover en la sociedad los valores cristianos, que contribuyen eficazmente a la construcción de una civilización de justicia, de paz y de solidaridad humana”.
El Papa concluye el viaje a Armenia liberando palomas en la frontera con Turquía
El último encuentro del Santo Padre ha sido en el monasterio Khor Virap, a los pies del Monte Ararat, lugar donde estuvo preso san Gregorio el Iluminador
26 junio 2016-Rocío Lancho García
(ZENIT).- El último gesto del papa Francisco en Armenia ha sido simbólico pero con un profundo significado. Dos palomas han alzado el vuelo desde el monasterio de Khor Virap en dirección a Turquía de manos del Pontífice y del Catholicós, Karekin II.
Esta tarde, ha concluido la visita de tres días del Santo Padre a esta nación, la primera en abrazar la fe cristiana, en el lugar donde San Gregorio el Iluminador estuvo preso durante 12 años. El monasterio de Khor Virap, uno de los lugares sagrados de la Iglesia Armenia, se sitúa a los pies del Monte Ararat –actualmente territorio turco–, donde la Biblia cuenta que llegó Noé después del diluvio.
El Pontífice y el Catholicós han sido recibidos por el superior del monasterio y han entrado en procesión dirigiéndose hacia la Sala del “Pozo de San Gregorio el Iluminador” donde han encendido una vela. En la sala adyacente han recitado una oración, cada uno en la propia lengua y han concluido recitando juntos el Padre Nuestro.
Para concluir la visita, ambos se han dirigido a la terraza del monasterio para liberar dos palomas, como deseo de paz, hacia el Monte Ararat.
San Gregorio, que fue declarado doctor de la Iglesia por el papa Francisco el año pasado, fue prisionero en un pozo durante trece años por el rey Tiridate III, que perseguía a los cristianos. Afectado por una grave enfermedad, el monarca sanó con la intercesión de san Gregorio. Así Tiridate y su familia se convirtieron y declaró Armenia nación cristiana en el año 301. En el siglo V se construyó un monasterio en el lugar de la presión de san Gregorio.
Con esta significativa visita, el Santo Padre ha dado por concluida la primera parte de su visita al Cáucaso, ya que del 30 de septiembre al 2 de octubre regresará para visitar Georgia y Azerbaiyán.
La ceremonia de despedida de Armenia, tiene lugar en el aeropuerto de Ereván