La colaboración entre ONG, organismos públicos y compañías eléctricas ha facilitado esta corrección masiva de tendidos peligrosos para las aves.
La UE apoya al proyecto AQUILA a-LIFE, coordinado por GREFA, para frenar las electrocuciones, que matan casi el 25% de las águilas de Bonelli.
28 de mayo de 2020 / Desde su puesta en marcha hace más de dos años, el proyecto AQUILA a-LIFE, que con el apoyo económico de la Unión Europea está trabajando en favor de la recuperación del águila de Bonelli en España y en la isla de Cerdeña (Italia), ha hecho posible que se corrijan 1.207 apoyos (postes o torretas) de tendidos eléctricos que eran peligrosos para esta y otras especies amenazadas.
La electrocución es la principal causa de mortalidad del águila de Bonelli. Tanto es así que de más de trescientos ejemplares de esta especie dotados con emisores GPS, que han sido seguidos desde 2017 por AQUILA a-LIFE y en años anteriores por dos proyectos de similares características (Red Bonelli y LIFE Bonelli), casi el 25% murió por este impacto de los tendidos eléctricos.
En 124 de los 1.207 apoyos peligrosos para el águila de Bonelli que han sido corregidos a iniciativa de AQUILA a-LIFE, el coste de esta medida ha sido financiada, parcial o totalmente por el propio proyecto. En los restantes se ha intervenido, por indicación de las entidades socias del proyecto, con fondos de tres compañías eléctricas: Iberdrola y, en menor medida, Naturgy y e-distribución (Grupo Enel).
Todas estas medidas anti-electrocución se han llevado a cabo en zonas donde se han reintroducido águilas de Bonelli o bien está previsto liberarlas y también en áreas donde estas aves se dispersan cuando son jóvenes o se asientan al llegar a la edad reproductora y emparejarse. Un total de 546 apoyos han sido corregidos en la Comunidad de Madrid y otras zonas del centro peninsular y los restantes se distribuyen por Navarra (400), Álava (126), Mallorca (121) y Cerdeña (14).
“Si en los años noventa del pasado siglo la corrección masiva de tendidos eléctricos peligrosos para el águila imperial ibérica salvó de la extinción a esta especie amenazada, hoy en día AQUILA a-LIFE ha buscado la colaboración de ONG, organismos públicos y compañías eléctricas para que el águila de Bonelli no sucumba a la misma amenaza”, explica Ernesto Álvarez, presidente de GREFA, organización conservacionista que coordina AQUILA a-LIFE.
Algunos hitos relevantes
Como hitos relevantes derivados de esta línea de acción de AQUILA a-LIFE se pueden destacar los siguientes:
– A través de la ONG GREFA se ha cofinanciado la corrección de más de un centenar de apoyos de tendidos eléctricos particulares que pertenecen a 16 propietarios privados sin la solvencia económica de las grandes compañías eléctricas.
-En Navarra la empresa pública GAN-NIK ha propiciado el acuerdo entre el Gobierno navarro y un propietario privado para corregir doce apoyos de un tendido eléctrico del término municipal de Cáseda, cercano a la zona de reintroducción del águila de Bonelli en Navarra.
– La Diputación Foral de Álava ha señalizado cuatro tendidos eléctricos para evitar las colisiones de aves.
– Un listado de más de un centenar de apoyos peligrosos para el águila de Bonelli en Mallorca, elaborado por la Fundació Natura Parc, ha sido decisivo para que Gobierno de las Islas Baleares y e-distribución, a través del Programa Avilínea, corrigiesen 121 apoyos.
– En Cerdeña, donde el águila de Bonelli se había extinguido y ahora se trabaja por devolverla a la isla, 14 apoyos han sido corregidos gracias a la colaboración entre ISPRA (organismo público ambiental) y e-distribuzione (compañía eléctrica).
Una especie paraguas
El águila de Bonelli, también llamada águila perdicera, es una de las aves rapaces que se encuentra en regresión en gran parte de sus poblaciones europeas. La mitad de su población en el Mediterráneo Occidental se encuentran en la Unión Europea, sobre todo en España y también en Italia (concretamente en Sicilia) y Francia. El águila de Bonelli es lo que se llama una especie-paraguas: al compartir sus problemas (sobre todo la electrocución) con otras aves rapaces, también se verán favorecidas por las acciones de AQUILA a-LIFE especies como la propia águila imperial ibérica, el águila real, el águila culebrera o el milano real, entre otras.
“Aunque desde proyectos como AQUILA a-LIFE, se están dando pasos importantes para reducir las electrocuciones de especies amenazadas como el águila de Bonelli, aún queda mucho que hacer para evitar la muerte masiva de aves en tendidos eléctricos, objetivo que requiere una mayor colaboración de las grandes compañías del sector eléctrico”, afirma el presidente de GREFA.
Más sobre AQUILA a-LIFE
El proyecto AQUILA a-LIFE (LIFE16 NAT/ES/000235), financiado por la Unión Europea, quiere contribuir a aumentar la extensión de la presencia del águila de Bonelli en el Mediterráneo occidental e invertir su tendencia poblacional regresiva. Para ello se contempla la liberación de ejemplares en España e Italia (Cerdeña), así como abordar las principales amenazas actuales para el águila de Bonelli, con especial dedicación a prevenir y reducir las electrocuciones.
El proyecto AQUILA a-LIFE, que estará operativo hasta septiembre de 2022, está coordinado por GREFA y también participan como socios la Diputación Foral de Álava, la Fundació Natura Parc (Mallorca), Gestión Ambiental de Navarra-Gobierno de Navarra, ISPRA (Italia) y LPO/BirdLife (Francia). Más información, en http://aquila-a-life.org
Grefa
Imagen: Águila de Bonelli posada
en el apoyo de un tendido eléctrico.
(Foto: AQUILA a-LIFE)