15 de diciembre 2022.- El responsable de la consulta sinodal en Madrid valora la imagen de la Iglesia como «una tienda», en vez de como «un castillo», y alienta a sumarse a la fase continental.
Muchos fieles pensábamos que, una vez mandadas las síntesis diocesanas, las consultas ya eran a otros niveles. ¿Por qué debemos sumarnos a esta fase continental?
Nosotros hicimos la síntesis diocesana, que presentamos en la explanada de la Almudena, y se la entregamos a la Conferencia Episcopal Española (CEE). Esta, igual que todas las conferencias episcopales, hizo su propia síntesis y la mandó a la Secretaría del Sínodo para que se elaborara un documento para los encuentros continentales. En ese documento, que ha llegado con algo de retraso, se recogen las aportaciones de todas las conferencias y se anima a recepcionar la síntesis, reflexionar sobre ella y marcar por dónde debemos continuar. La Secretaría del Sínodo dice que estamos en un proceso circular, en el que vamos retroalimentándonos unos a otros. Lo que ellos han trabajado nos lo devuelven a las bases, en primer lugar, para que escuchemos: el documento da una visión mucho más universal que la que a veces tenemos, especialmente localista, y nos hace abrirnos a las iglesias de otras partes del planeta.
En el número 108 del documento de trabajo para la fase continental se incide en la necesidad de implicar a todo el pueblo de Dios. Ahora estamos con un plazo muy breve porque, además, la primera conferencia episcopal continental es la europea. La CEE recogerá las aportaciones de las diócesis a finales de enero y nosotros, en Madrid, hemos decidido mantener la consulta hasta el día 13.
¿Qué viene?
• Con la síntesis de cada país, la Secretaría del Sínodo hará un documento para la conferencia episcopal europea del 5 al 10 de febrero.
• A partir de las aportaciones de las conferencias continentales se hará el instrumentum laboris de la Asamblea del Sínodo, que el Papa Francisco ha considerado de tal importancia que va a contar con dos sesiones en 2023 y 2024.
Sin querer condicionar a esas bases, ¿qué subrayados clave hace?
En cuanto a las cosas que tenemos que discernir no te voy a contestar porque eso sería quitar libertad a los grupos de reflexión… Lo que me gusta es que da una visión de la Iglesia universal, con aportaciones de todas las conferencias episcopales del mundo, y tiene una eclesiología de base muy interesante. El capítulo 2º debe ser meditado y rezado. Nosotros todavía tenemos una concepción de Iglesia a la defensiva; hemos utilizado el edificio sólido, de piedra, el castillo, frente a un mundo que muchas veces está en el error… Con un texto del profeta Isaías se nos habla de una tienda, que acompaña el caminar del pueblo de Dios. La Iglesia está inserta en una sociedad; con aciertos y errores, vamos caminando hacia el Reino de Dios. Eso hace que nuestras cuestiones sean provisionales.
Además, la imagen de la tienda implica que ha de ampliarse para que entre en ella no solo el pueblo de Dios, sino toda la humanidad, porque todos somos hijos de Dios. Hay una concepción de Iglesia misericordiosa, abierta, de acogida… Muchas veces no vemos las cosas igual y se suscitan tensiones, por lo que es necesario que haya cuerdas que unan las lonas, que sean capaces de flexibilizar para que todos tengamos espacio sin que la tienda se venga abajo. Estas lonas necesitan unos varales que las fundamenten: las verdades de la fe, la Palabra de Dios… pero con cierta movilidad porque hay que seguir caminando. El documento es muy sugerente porque abre muchos temas y nos hace ver que no en todo estamos de acuerdo. Lo hace explícito para que abramos el diálogo.
Aterrizándolo en Madrid, ¿qué mecanismos de participación hay?
En primer lugar, abrimos la consulta a todo el pueblo de Dios. Para ello lo más sencillo ha sido mandar el documento, unas orientaciones de trabajo y el enlace al cuestionario online a los más de 680 grupos que se sumaron a la fase diocesana. Esperamos también que se incorporen más personas a través de sinodo.archimadrid.es.
En segundo lugar, el lunes vamos a tener un encuentro de los órganos de consulta y participación de la diócesis: el Consejo Episcopal, el Consejo Presbiteral, el Consejo de Pastoral, las distintas delegaciones, la vida religiosa…
No me va decir qué espera de Madrid por no condicionar al Espíritu, pero ¿este ejercicio nos ayuda a ver que tenemos que seguir avanzando en sinodalidad?
Claro, la sinodalidad es una forma de ser Iglesia que no se hace por decreto ley. No se termina con la consulta sinodal.
RODRIGO PINEDO
Alfa y Omega
Imagen: Acto final de la fase diocesana del Sínodo en Madrid el pasado mes de mayo, con Ávila (en medio).
(Foto: Archimadrid / Luis Millán).
La consulta «ha sido un bálsamo»
Desde abril, el Vaticano ha realizado una consulta especial a las personas con discapacidad para que también ellas puedan participar en el sínodo. Un trabajo que se ha materializado en una serie de vídeos, titulados #TheChurchIsOurHome, en la que varias personas con discapacidad reflexionan sobre el tema. Entre ellas, Enrique Alarcón, presidente de Frater España, que afirma que el proyecto «ha sido un bálsamo» que ha traído consuelo a las personas con discapacidad de España, que tras involucrarse en el proceso sinodal vieron «con dolor que la palabra discapacidad no aparecía en el documento final».
J. CALDERERO